FATAL. Reseña para leer atentamente...Partimos desde el pan (congelado y prácticamente sin hornear) respuesta; hemos tenido problemas con el panadero. Se pide botella de vino en versión Mágnum (ofertada en carta), no hay, respuesta; lo siento no tenemos, ayer fue el día del mágnum. Se pide un chuletón, viene a la mesa templado, al de 5 minutos la piedra... sabor a químico total, se manda por favor retirar ya que estaba incomible, respuesta; hemos tenido problemas con el horno. Nos sirven otro, después de 25 minutos puesto a la plancha, el cual al menos se podía comer. Lo mejor viene con la cuenta, cobran una unidad de chuletón de 1700 grs. partiendo de la base que el segundo rondaría los 700/800grs (no es el primero que como). Se comenta en la barra y al camarero la jugada de cobrarnos los dos, nadie respondía a nada, aun así se paga elegantemente y hasta la vista.

El resto en general raciones escasas y precio elevado para ser un bar/restaurante de barrio sin nada que destacar tal y como también comentan más abajo. A estos precios hay restaurantes de "pelo" con una calidad 10 puntos por arriba tanto en género, entorno, acomodo y atención al cliente. (He de decir que lo único bueno fue la simpatía del camarero)

El agua, del grifo y "filtrada", te cobran la botellita a 1,10€, además de ser una botella relativamente pequeña. No estoy en contra del agua de grifo, ya que por la zona existe buen agua, si en contra del detalle de cobrarlo prácticamente a precio de embotellada.

En resumen, salimos como una impresión de atraco, sin soluciones a los problemas que ellos habían cometido y pagando de más. Al menos se trasladó la impresión de que no somos "tontos" y sabemos que nos habían cobrado dos chuletones...

"Una y no más Santo Tomas"