Gran desilusión...

Después de leer las críticas positivas que había sobre este restaurante, decidimos reservar en él. Desde el recibimiento fue una desilusión total: llegamos y nadie nos atendía, después de 7 minutos en la entrada y tras haber intentado varias veces - siendo siempre ignorados - con los camareros que pasaban para que alguno nos mostrarà nuestra mesa, finalmente conseguimos que uno de ellos nos atendiera. Revisa nuestra reserva y nos pide seguirlo. Entramos al salón y se da cuenta que no hay mesas disponibles, da un giro de 180 grados y regresamos a la puerta de entrada. No nos dice nada, simplemente discute con otra persona del staf. 20 minutos más tarde, nos pasan a la mesa, nos dejan las cartas y no vuelven. Intentamos varias veces que alguien nos atienda, pero obtenemos siempre el clásico "ya vendrá mi compañero a atenderos"... 45 minutos después de la hora de nuestra reserva, aparece una chica que nos dice "por lo menos os tomo las bebidas...". Le hacemos patente nuestro disgusto por el mal trato recibido y nos dice que teníamos que haber venido antes, pues atienden según se llega... A los 5 minutos llega el camarero, le volvemos a comunicar nuestro disgusto, pero no muestra ni el más mínimo remordimiento ni se disculpa. 1 hora después de nuestra reserva, nos llegan las bebidas. A partir de ahí, la comida (poco a poco). Fuimos los últimos en salir del restaurante y viajábamos con niños, por lo que estos retrasos no son de recibo. La comida está buena (como ya se refleja en otros comentarios), es una pena el no haber podido disfrutar de ella debido a la mala organización del restaurante.