Restaurant Pikala — Restaurant in Formentera

Very disappointing. The toilets tell a tale. For a restaurant that charges €24 for a small calamari and €16 for a simple mixed salad, you would expect to get a seat on the toilet! But no, this restaurant clearly doesn’t care what you experience, they just want to take as much money as they can and deliver as little as they think they can get away with. The toilet seats have been removed, like I have occasionally experienced in down & dirty bars in Spain. My calamari was half the size other restaurants serve, and it was served with just 4 French fries, and a few pieces of peppers. It was also tough. Not nice. I left hungry. The location is beautiful. Service prompt. Drinks prices were okay. Just the food was incredibly disappointing 😉. If you just want a glass of wine and you don’t need to use the toilet, I would highly recommend. Otherwise, don’t waste your time and money. Go somewhere that actually cares about what they...

Una experiencia indignante en Picola, Formentera – nunca más.

Llevamos muchísimos años veraneando, navegando y disfrutando de la gastronomía de Formentera, donde siempre ha habido (y hay) lugares con encanto, buen servicio y respeto por el cliente. Con precios elevados e intentan estar acordes al servicio ofrecido. Por eso, lo ocurrido en PIKALA nos ha dejado absolutamente indignados.

Estábamos fondeados en Cala Saona, como muchas otras veces, y decidimos pedir un arroz del señoret que nos recomendó el barquero, algo que solemos hacer en la isla. Sin embargo, lo que ocurrió después fue un auténtico despropósito: No nos entregaron carta alguna ni informaron del precio, algo que podía ser normal. Entendemos el lugar y su maravillosa ubicación. Entendemos también que el servicio cuesta, y que Formentera es el precio que es. El arroz llegó en una zodiac, servido sin tapa ni protección, con un trato más propio de un recado improvisado que de un servicio de restauración. ¿El precio? 525 euros por un arroz para 7 personas, sin explicación, sin desglose, sin valor añadido. Una cifra escandalosa que solo se justifica por el abuso absoluto de la localización.

Porque si este restaurante no estuviera donde está, cerca de ese mar que NO es suyo, no iría absolutamente nadie. El arroz estaba bueno, y para sorpresa en la factura pone de arroz de gamba cuando venían unas gambas pequeñas por encima cuando el nombre debía ser “arroz del señoret”. El respeto por el cliente, les da igual. Esto no es lujo, es un aprovechamiento descarado. Y lo peor es que tratan a los visitantes como si todos estuviésemos dispuestos a pagar lo que sea sin rechistar. De hecho cuando han traído el arroz, se lo he dicho… cuando ellos no tienen culpa absolutamente de nada. Dan un servicio.

Una decepción mayúscula que sin duda quiero hacer pública y ojalá sirva esta reseña para que otros valoren, pregunten antes y lo piensen dos veces antes de caer...

Me quedo tranquila que leer reseñas sirve y da una idea del lugar. Ahora entiendo porqué muchas personas sintieron lo que nosotros sentimos… Discriminación 100%. Año 2025 y algunos lugares pareciera que han involucionado en vez de evolucionar. Como vayas vestido es si te dejan comer o no en el sitio. La excusa? “Está todo reservado” fuimos en distintos horarios y la excusa fue siempre la misma. Lo loco… El restaurante con muchas mesas vacías. Preguntamos de comer algo (llegamos 16:45) nos dijeron que NO porque a las 17h cerraba la cocina, nos acercamos a una mesa próxima al mar (vacías todas las mesas de esa fila) y nos dijeron que era únicamente para comer, pero “estábamos fuera de horario”. Quisimos entonces tomar algo en una mesa que de antemano la moza dijo “que hacía la excepción pero que estaba TAMBIÉN reservada a las 18h”. Era “la única libre” que le quedaba. Realmente la atención fue desastrosa y deplorable.

Detrás nuestro cayeron una pareja de Argentinos, le hicieron lo mismo que a nosotros, exactamente la misma situación y trato. Minutos más tarde cayó una familia con 2 parejas, una moza le dijo lo mismo, “todo reservado”. Se fueron y entraron por otro ingreso del restaurante y otra moza les dijo que sí, que podían beber y comer (siendo las 17:30h). Nosotros quedamos absortos y atónitos! No íbamos a discutir lo que no tiene lógica.

La reseña que dejo les servirá o no a ellos, para mejorar (si es que quieren), aún así se las dejo para que muchos piensen si vale la pena o no ir a este lugar que nada es gratis y que además los precios van de acuerdo al lugar, elevados.

Les dejo a los lectores el análisis de lo que es este lugar y, decidan si es digno de ir o no.

AVISO! Ambos estábamos vestidos. No entramos en bañador ni con el torso desnudo. SIEMPRE RESPETANDO LAS NORMAS DEL LUGAR.

Una pena la experiencia porque el restaurante es bellísimo, pero la atención vergonzosa.

Fuimos...