Nikkou — Restaurant in Getxo

He acudido a más de 20 restaurantes japoneses en toda España. Algunos de ellos como el Daikichi de Alicante, destacan por ser restaurantes pequeños y familiares gestionados y llevados al frente por gente Japonesa siguiendo las costumbres propias de dicho país. Evidentemente, la calidad y la tradición se pagan.

Sin embargo, puedo decir que el Nikkou es el restaurante Japonés más caro, gestionado por gente Japonesa o no Japonesa que he podido probar. La atención es excepcional. El local tiene una decoración rústica a la vez que moderna, y el pescado es efectivamente de buena calidad. Sin embargo, no puedo justificar el precio por pieza que tienen en su carta.

Puedo decir que su precio medio por pieza de sushi supera los 2,5€. Conocemos la zona de Algorta, es una zona para gente adinerada y exclusiva, pero es fácil encontrar restaurantes de calidad similar con un precio inferior al 50% a la carta, como es el Miu de Bilbao.

Si el motivo de tu visita a este restaurante es probar un menú degustación independientemente del precio, en un ambiente exclusivo, y no te importa gastarte 20€ de media por roll de Uramaki (8 piezas), es tu sitio. Si por el contrario quieres comer o cenar para quedarte bien, no es el sitio a menos de que dispongas de 75€ de media por persona.

Doy valoración de 5 estrellas al servicio y la carta, y una estrella al precio, con valoración total de 3 estrellas. Es difícilmente justificable el precio por pieza por mucha calidad que exista en la materia prima, y creo que las pretensiones del local y la zona han fomentado los precios de la carta actual.

Nota: Es recomendable los gerentes revisen la página web. La carta no carga (da error cuando pinchas en el enlace). Si hubiera estado disponible y hubiéramos visto los precios, quizás hubiéramos valorado...

No suelo escribir reseñas sobre un restaurante porque me considero bastante conformista, pero el trato del Nikkou fue TAN MALO, TAN MALO, que tengo que sacar un hueco para compartirlo. Hice una reserva para un buen grupo en la terraza. Me la aceptaron con la condición de que se cenáramos allí y que no solo fuese para consumir bebidas. Lo entendí perfectamente y esa era nuestra intención. Nos avisaron de que nuestro turno iría desde la 20.00 a las 21.30. Hasta ahí todo ok. Cuando llegamos allí, esperamos un rato para que nos dieran la mesa. Entendimos que con el jaleo era normal esperar. Mientras nos estábamos sentando, la que creo que era la propietaria, nos recordó que a las 21.30 teníamos que irnos y que había que darse prisa porque teníamos que cenar. Nos pareció un poco desagradable el trato, ya que aún no habíamos terminado de sentarnos, pero le dijimos que ok. Estuvimos avisando al camarero para que nos tomara nota pero estaba atendiendo otras mesas. Lo entendíamos también, pero volvió de nuevo la misma persona para hacer hincapié que había que cenar. Ahí ya , la única sensación que se generó es que eramos monederos andantes; come rápido, consume, paga y piraos. Cuando llegó el camarero lo primero que dijo fue: "para cenar ¿qué queréis?" sin pedirnos nota de la bebida ni nada.... Y básicamente, así siguió todo hasta las 09.20 que por supuesto, de nuevo, vinieron de mala manera a decirnos que nos teníamos que ir en 10 minutos. Conclusión, a parte del precio CARÍSIMO de la comida, un trato super poco cercano, desagradable y 100x100 orientado a que dejáramos el máximo dinero posible y nos fuéramos rápido. Claramente, ninguna de las personas que fuimos volveremos a ir a pesar de que vivimos cerca del...

Muy satisfechos con la comida. Hemos comido recientemente en este restaurante de inspiración asiática, y la verdad es que acabamos muy muy satisfechos. La comida que pedimos fue todo para compartir: sopa miso, set de sushi de 20 piezas, solomillo karaage y de postre tarta de queso. La sopa miso estaba rica, pero quizá demasiado intenso en cuanto a sabor, como si tuviera mucha sal. El sushi, servido en barquito, estaba excelente! Piezas grandes, muy variadas y realmente sabrosas, con pescado de calidad. Cuando nos trajeron el barquito, un camarero nos explicó amablemente en que consistía cada pareja de sushi. El solomillo karaage fue una auténtica sorpresa. De chuparse los dedos! Sería como una reinterpretación de una chuleta (aunque con solomillo): marcada por fuera, rojita por dentro, cortada en láminas y cocinada con el crujiente karaage por fuera. Servida con patatas fritas, pimientos rojos, cebolla pochada y mezcla de salsas. En serio, acongojante. La ternura del solomillo entrando en boca te descuadra. Copón! Que carne.... Finalizamos la comida con la tarta de queso, que está realmente buena. La sirven con barquillos, bola de helado, bola de... Nutella (bravo!!), galletas en diferentes texturas, y nata. Flipante, muerte por subidón de azúcar. El sitio está bien puesto, mesas quizá un poco pequeñas pero se buscan la vida para que quepa todo. Localización en calle peatonal de Algorta, quizá difícil de aparcar, metro a distancia razonable. Servicio amable y atento, quizá pelin lentos, pero nada problemático. Para...