El Chibiski — Restaurant in Gijón

I had an outstanding experience at Chibiski in Gijon, and I must highlight the exceptional service led by the manager, Darek. From the moment we arrived, Darek’s warm and attentive hospitality made us feel truly welcome and valued. His deep knowledge of the menu, combined with thoughtful recommendations, elevated our dining experience to a whole new level.

The atmosphere at Chibiski is cozy and inviting, perfectly complementing the authentic and flavorful Mexican cuisine they serve. Every dish was crafted with care and tasted exquisite, showing clear respect for tradition and quality ingredients.

What truly sets Chibiski apart, however, is the leadership of Darek, whose professionalism and friendly demeanor ensure that every guest feels at home. His attention to detail and genuine passion for excellent service shine through in every interaction.

For anyone visiting Gijon who loves Mexican food paired with top-tier service, I wholeheartedly recommend Chibiski and especially commend manager Darek for making every...

El local es precioso. La cochinita está buena y la michelada bien para quien le guste potente de Clamato y condimentos (como es nuestro caso).

Eso es todo lo bueno que se le puede decir, a nuestro parecer. Precios absurdamente desorbitados (ejemplo: 3 tacos por 12 euros; 1 burrito ridículo por 15 euros) por comida de batalla, tortillas de paquete y raciones tirando a pequeñas. Si cobrar a ese precio unos trozos de tortilla de trigo de paquete con jamón york y queso de sandwich no es un insulto a la inteligencia, baje Dios y lo vea.

Los margaritas de mango y de fresa es casi todo hielo picado y poco sabor (a 8 euros la copa). El margarita normal pasable, hecho con tequila blanco, no reposado.

Lo del burrito es directamente insultante, por precio, tamaño y calidad: tortilla de trigo de paquete, una hoja de lechuga, algo de queso, 4 tiras de carne y una lonchita de tomate cortada a la mitad para ponerla a lo largo).

En las enchiladas puede distinguirse perfectamente la loncha de queso de barra estilo sandwich a medio derretir, la salsa de tomatillo verde no es tal. Las quesadillas bien de tamaño, pero es todo harina y muy poco relleno (al menos las de solo queso).

Casi todo lleva tortilla de trigo, incluyendo lo que va frito, con el resultado de que todo se vuelve una esponja de aceite (de las 5 personas que estuvimos, acabamos mal del estómago 4 por esto). La comida en general es MUY grasa y pesada, deja las manos aceitosas.

Postres: la camarera aseguró que todo era casero, pero la tarta de chocolate y la de queso no lo son ni por asomo. Las crepas de cajeta no saben absolutamente a nada. La tarta tres leches sí se deja comer.

En cuanto al servicio: lunes 9 pm, pocas mesas al llegar. 35 minutos para venir a apuntar bebidas, 10 más para la comida: al final más de 1h para empezar a cenar. Camarera tomando comandas con la comida de otras mesas en la mano enfriandose (???). Atención mediocre por una evidente falta de personal.

Lo de las medidas anticovid brilla por su completa ausencia. Mesas pegadas unas a otras hasta el punto de que 2 de nuestras sillas daban con las de los comensales de al lado (las otras no porque estaban contra la pared). Ningún tipo de ventilación.

En general, calidad de la comida irrisoria, muy malo para lo que te quieren vender con su publicidad. Nada justifica ese precio: comida de batalla y servicio mediocre a precio de restaurante de lujo. De los 9 platos + 3 postres que pedimos para probar, solo nos gustó la cochinita. A algunos les pareció también correcto el guacamole y la 3 leches.

Y para quien tenga la tentación de preguntarse aquello de "entonces, ¿por qué os lo comísteis casi todo sin decir nada?" Pues porque ya que pagamos una cuenta de casi 200 euros, qué menos que llenar el estómago con lo pagado. Y porque si llegamos a echar para atrás todo lo que estaba mal, hubieran tirado a la basura 8 platos y 2 postres.

Nada recomendable, por mucho que saturen la ciudad entera con cartelitos. Inviertan algo más en género de calidad y algo menos en...

Quite surprised, the negative reviews had left me with some trepidation. Micheladas were good, one of the few places that use Clamato. Tried the Poca Madre cocktail as well, a nice take on the classic margarita.

Ordered guac and flautas toreadas to start with. The flautas had a great salsa and lots of good, shredded chicken, something we enjoyed with the enchiladas as well. While the standard red sauce was just that, the mole was spicy and very chocolate-forward. At this point we had no more room for dessert and called it.

The only letdown was a cold dish that needed reheating. They would do well to include more of their hot salsa as a dish option.

All in all a good addition to the Gijon scene. Just keep in mind this not a cheap dining experience and choose your food...