Pues como experiencia nefasta pues establecimiento no estaba muy mal en servicio las personas que están son agradables y serviciales pero van muy matacaballo la comida había mucho que hablar de ella pues ellos tienen unos conceptos y cosas quiénes son los reales ejemplo y de su ensalada de palmitos y los palmitos son de mala calidad y te lo camuflan con un montón de salsa rosa en lugar de preguntarte si quiere pedir una vinagreta si el cocinero sabe lo que es o aceite vinagre o algún tipo de salsa cantidad sí mucho pero mala, después en el segundo pues lomos de merluza con gulas las cuales cuestan 30 € la merluza no está mal pero no eran lomos era una rodaja de merluza con todo espinas piel a los nudos que una salsa que no se sabe de qué es puesto que tengo un color raro con huevo duro el cual no ponía nada con unas almejas que tampoco y 4 gulas que encima la salsa estaba fría y Sosa las chuletas de lechal cuatro y no miento dos palo y dos cuello unas patatas recalentar y nada agradables al paladar y ya el remate ha sido los postres le pregunto si quiere algún tipo de hojaldre me dice que sí me han traído un hojaldre de esos de los chinos de euro y porque le pedí una bola de helado de vainilla y ha sido lo que me he podido comer el Señor dueño o encargado vamos el que toman las notas queriendo correr mucho para terminar antes no tiene mucho conocimiento de cosas que no sean lo típico y la verdad que el hombre pues no tenía muchas explicaciones que dar simplemente excusas y mal dadas. Yo no suelo dar recomendaciones a nadie pero si le diría qué en su carta se más reducida y ante todo cosas que su cocinero puede laborar sin problemas y así se evitarían el qué el cliente que sabe lo que pide se lleve un chasco, y ante todo recomendarles que las carnes a la piedra las evite pues el salón es pequeño no está bien su ventilación y la gente que come cuándo sale de comer huele a cocina y después de pagar un importe de la factura no muy acorde con lo que has comido pues...
Read moreMi experiencia no ha sido positiva pese a que la comida estuvo bien y por eso le pongo dos estrellas. Me pedí un chuletón y como no tenía mucho apetito, lo dejé casi entero para llevármelo a casa. Cuando vino el camarero se le comenté que no tenía mucho hambre y que me lo pusiera para llevar. Pasaba el rato y no traían el chuletón, se lo dije a una camarera, luego a un camarero y no daban respuesta. Finalmente llamé al camarero al que se lo había pedido y me dijo que si estaba seguro de que le había dicho que para llevar ,le dije que segurísimo.( Poniéndolo en duda a ambos comensales, le dijimos que si reiteradas veces).
Pasaba el rato, pagamos y seguían sin darnos respuesta , parece que dejaban que pasará el tiempo para que nos fuésemos y todo quedase como si nada.
Al tiempo de irnos,lo volví a preguntar y dijeron que se lo habían echado a los perros,le dije que no era la solución porque yo había pedido mi chuletón y el error era suyo, e hicieron como que volvían a cocinas a preguntar... Esperamos un poco más y como veíamos que pasaban y no daban solución, nos fuimos. La solución hubiera sido, lo primero decir las cosas claras desde un principio, sin marear al cliente, sin poner en duda al cliente y si se ha tirado se pone otro para llevar y todo solucionado, porque pagar 100€ e irte enfadado no es gusto de nadie. Conclusión: mal servicio, clientes insatisfechos. La familia de mi acompañante, va al restaurante numerosas ocasiones y creo que con detalles así...dudo de su vuelta al mesón. Nunca he puesto un comentario así pero espero que se ponga...
Read moreEse día estábamos por Griñón y pasamos por el Mesón. Desde fuera, el sitio parece bonito y acogedor, así que decidimos entrar. La primera impresión dentro fue clara: la camarera fue lo mejor del lugar. Atenta, amable y currándoselo de verdad. Incluso nos sacó otro aperitivo mientras aún estábamos con la copa, un detalle que se agradece. Si no fuera por ella, sinceramente, el servicio dejaría mucho que desear.
Ahora, lo que no nos gustó: uno de los camareros tuvo varios comportamientos bastante inapropiados. Primero, soltando comentarios personales a su compañera sobre sus dramas de vida… en voz alta y delante de los clientes. Eso, sinceramente, se habla en privado, no en plena sala. Segundo, se sirvió un par de copitas de cerveza mientras trabajaba, algo muy poco profesional. Y para rematar, vimos cómo una mesa devolvió un plato de tomate aliñado porque no les gustó, lo dejaron debajo de la barra… y luego se lo pusieron tal cual a otra mesa. Muy feo.
Y otra escena surrealista: sacaron un jamón ibérico de la nevera, más duro que una piedra, y el camarero se puso a cortarlo como si estuviera partiendo una barra de pan a mordiscos. Poco cuidado y menos presentación.
En resumen, mi mujer y yo nos quedamos con una sensación regular. Tal vez se coma bien, pero con lo que vimos, tengo mis dudas. Mi enhorabuena a la camarera, que es la única que dio la talla y mantuvo el tipo en todo momento. ¡Ole por ella, de verdad! Cuidádla, porque es la que...
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