Arroz y cañas — Restaurant in Guadalix de la Sierra

We decided to eat here in Guadalix de la Sierra after a Classic Car Route we booked in Madrid. Ordered spanish croquetas and they were frozen. Unacceptable. We also had Paella (marisco) and for the price I expected fresh seafood, again, not frozen produce. The service was ok, but the atmosphere in the place was horrible, loud, screams (and not your typical spanish restaurant volume) but they actually had a woman with blue hair fully covered in tattoos inside the restaurant constantly screaming and yelling to other coworkers WITH A MICROPHONE!!!! What in the heck? I kid you not, a damn microphone! We've never seen anything like this. We didn't dare ask the waitress what was all that about, just quickly...

Cambio la reseña que puse inicialmente. Ya ha pasado un tiempo de lo sucedido pero quiero que quede reflejado. Esta era la tercera vez que íbamos, además íbamos con la familia de mi chico porque celebrábamos el cumpleaños de su madre, a parte que fue idea nuestra ir ahí a celebrarlo…. Íbamos con dos bebés, de primeras Isabel, la metre y mujer del cocinero Tomás ( que se nota que no le gusta el trabajo cara al público, porque no sabe tratar con el cliente ni con sus empleadas)nos dice de muy malas maneras que teníamos que haberla avisado de que íbamos con dos bebés porque no tenía tronas suficientes ( tenía dos para todo el restaurante) y menos mal que yo a mi hija la llevaba en brazos porque también se quejó de a ver donde dejábamos el carro del otro niño… tuve que come con mi hija en brazos, encima la familia que “reservo” las tronas, uno de los niños no cabía en ella… Las camareras esta vez eran más profesionales que la anterior vez que fuimos, de hecho la que nos atendió era un cielo…. Pero cuando le pedimos que nos calentara los potitos, se le podía oír gruñir y protestar a la dueña, lo cual nos sentó muy mal…. La comida como siempre estaba todo muy bueno y Don Tomas como siempre salió a preguntar y un encanto como siempre ( Yo creo que es lo único que salva al sitio)… Además a la hora de cobrarnos nos pusieron la cuenta mal y tuvimos que reclamar…. Nos gustaba ir por la comida y por Don Tomás, pero no vamos a volver más por el mal trato que nos dio la dueña y el el mal aprecio que se dio a nuestros hijos( bebés de 1 año y 9 meses)… Yo llevo trabajando cara al público unos 20 años, y soy consciente que hay días que tenemos el pie torcido y podemos no tratar como se merecen a los clientes pero lo de esta señora… tres veces que fuimos y tres veces que nos trató mal …. Entiendo que es un negocio familiar y cada uno tiene su función, pero que se dedique a otra cosa y no a atender a los clientes porque no soy la única en reseñas que se queja de lo mismo. Y antes me gustaba mucho verlos por twich pero ahora son su hijo y su novia todo el rato y ya empalagan. Y por último y como sugerencia, tener mas tronas ,...

Todo el que tenga redes sociales estoy seguro que habrá escuchado hablar de este restaurante en el que capitaneados por Don Tomás muestran en Twitch cómo es el día a día en el interior de una cocina profesional.

Teníamos mesa para las 14:00 y aunque cuando llegamos nos sorprendió lo vacío y tranquilo que estaba el lugar, nada más lejos de la realidad, ya que cuando nos fuimos estaba a reventar por lo que si podéis llamar y reservar mejor, al menos en fin de semana.

El restaurante cuenta con una gran terraza y un local que aunque de primeras puede parecer pequeño la verdad es que engaña bastante.

De aperitivo nos pusieron tortilla de patata. Muy rica, no la mejor que hemos tomado pero si de las que te deja con ganas de más lo cual no solo es una muy buena señal si no una excelente forma de comenzar. Junto a la tortilla nos pusieron dos panecillos los cuales sabían a ajo, no sé si es lo normal pero la verdad es que nos sorprendió encontrar este tipo de pan en un lugar así para acompañar el resto del menú.

De entrante decidimos tomar pulpo con patatas revolconas. La ración muy generosa y aunque las patatas por si solas no decían mucho junto al pulpo y el pimentón picante hacían un bocado delicioso.

Tal y como se puede deducir del nombre del restaurante su especialidad son los arroces por lo que como plato principal optamos por tomar el que llaman Gualiseño de matanza y que está compuesto por costillas de cerdo, cardillos y setas silvestres. El arroz sencillamente genial, muy sabroso, grano en su punto y de nuevo una cantidad más que generosa.

De postre pedimos un flan de huevo casero riquísimo y dos cafés. El café, malo, muy malo. Es una pena terminar una gran comida así y por desgracia y aunque algunos restaurantes estén poniendo de su parte para revertir esta situación es algo que nos sucede muy a menudo.

Respecto al servicio, rápido y muy correcto aunque un poco despistado.

En definitiva, Arroz y cañas y más allá de los momentos virales que dejan para la posteridad en Instagram o TikTok es un restaurante en el que se come muy bien y en el que no nos importaría repetir...