Viró Gastrobar se presenta como un espacio donde la innovación se encuentra con la tradición en un pueblo que, a primera vista, podría parecer reacio al cambio. Sin embargo, la experiencia culinaria que ofrece se queda corta en algunos aspectos, lo que impide que brille con luz propia.
Comenzamos con las croquetas de jamón ibérico. Si bien estaban bien ejecutadas, no lograron alcanzar el nivel de excelencia que uno esperaría de un gastrobar. El sabor es correcto, pero se siente una falta de profundidad que las deja a medias.
La morcilla de guayu, acompañada de mermeladas, fue otra decepción. La combinación, lejos de resaltar las cualidades del producto, le resta personalidad. Resulta difícil discernir si realmente se está disfrutando de morcilla de guayu o de una opción más común, lo que genera una sensación de confusión en el paladar.
Finalmente, la careta de cerdo llegó a la mesa con una cantidad excesiva de grasa y un sabor que recordaba más al tocino que a un plato elaborado. Esto plantea interrogantes sobre la propuesta del gastrobar, ya que es un plato que se puede encontrar fácilmente en un bar tradicional, sin la pretensión de una experiencia gastronómica diferenciada.
En resumen, Viró Gastrobar tiene el potencial de ofrecer algo único en su contexto, pero necesita afinar su propuesta y elevar la calidad de sus platos para cumplir con las expectativas de los comensales que buscan...
Read moreA great spot to enjoy regional ingredients prepared with a creative twist. Every dish we tried was thoughtfully crafted and well-executed.
While I’d almost give it a full five stars, the Jamón Ibérico de Bellota was a bit underwhelming—especially given the restaurant’s location in the heartland of Iberico ham. That said, it’s still an excellent choice for those looking to explore elevated...
Read morePor suerte donde quería ir a comer estaba todo ocupado. Aquí reservé hace varios días, me lo dijo mi hijo que había venido en verano. Desde que entras en este pequeño local, guiado por un grupo joven de personas, piensas que muy mal se tiene que dar para que uno no disfrute de una buena comida. Si de espacio no es muy grande, enorme es su saber hacer, su gastronomía moderna y tradicional, su decoración, su sabor, la simpatía de los profesionales sin ser forzada ni cargante, el estar pendientes continuamente. Hoy he disfrutado mucho comiendo con mi familia, desde las bravas y pollo de mi hija, los entrantes, ibéricos y croquetas de chipirón, el risotto, la merluza, el magret de pato, y los impresionantes entrecot que hemos comido mi hijo y yo. No recuerdo cuando fue la última vez que comí una carne tan sabrosa y tan tierna en un restaurante. Tuvimos que hacer hueco y acertamos con los postres. FELICIDADES A TODO EL EQUIPO. Por favor, seguir así. Local, comida, atención, trato, calidad y precio. Si vas a Guijuelo, no dejes de ir. 2024/04/13. Estuve este sábado y perfecto. Equipo de 10, comida...
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