🍣🥢 Un encuentro inesperado de sabores: Jaén y Japón se abrazan en Ajhito 🥢🍣 En una reciente visita a Alcalá de Guadaíra, tuve la oportunidad de descubrir un lugar que, desde su nombre, ya prometía algo diferente: Ajhito. Este restaurante japonés, llevado con una sensibilidad especial por Patricia Díaz en sus cocinas, me ofreció una perspectiva culinaria que trascendía lo convencional al fusionar con naturalidad la esencia de Jaén y la delicadeza de Japón. Lo que más me llamó la atención de Ajhito fue la manera en que ingredientes profundamente arraigados en la tradición jiennense encontraban una nueva expresión dentro de platos japoneses que reconocía. Un ejemplo claro fue su particular Katsu Sando. En lugar de la habitual chuleta de cerdo, me encontré con una tierna y sabrosa chuleta de ciervo de Aldeaquemada. Para alguien familiarizado con los sabores de la sierra de Jaén, este giro resultó una revelación, una forma distinta y exquisita de disfrutar un clásico japonés. Otro plato que capturó mi curiosidad fue el ochiobao. La combinación del ochio, ese panecillo de sabor ligeramente dulce tan característico de Jaén, con la intensidad de la panceta y el toque vibrante del kimchi, creó una armonía de contrastes que resultó sorprendentemente agradable. Era como si dos mundos culinarios se encontraran en un bocado, ofreciendo una perspectiva nueva y estimulante. Mi visita a Ajhito no se sintió como un intento de convencerme de algo, sino más bien como una invitación a explorar una propuesta honesta y creativa. Fue la oportunidad de presenciar cómo la pasión por la cocina y el respeto por el producto local pueden dar lugar a combinaciones inesperadas y gratificantes. Si te encuentras en la búsqueda de sabores auténticos y te atrae la idea de ver cómo las fronteras culinarias se difuminan con sensibilidad, quizás Ajhito sea un lugar que resuene contigo. Para mí, fue un descubrimiento que me dejó pensando en las posibilidades infinitas que surgen cuando la tradición se encuentra con...
Read moreEs la segunda vez que visitamos el restaurante. Hemos repetido porque la primera experiencia en el restaurante con la comida estuvo muy bien, todo lo contrario al servicio. El camarero que nos atendió nos increpó al pedir más platos por el hecho de que alterábamos el ritmo de la cocina, cosa que entiendo siempre y cuando nos lo digan al principio, nos recomienden y nos orienten, cosa que no pasó, y aún así nos los recalcó varias veces como si ya nos lo hubiera comentado; NO ES UN RESTAURANTE DE MENÚ CERRADO y cualquiera que visita un sitio por primera vez que no conoce las cantidades ni lo que les puede sorprender un plato como para repetir ni le orientan con un servicio acorde a los precios y al restaurante, sorprende que encima “te regañen por hacerlo”.
Esta segunda experiencia para nuestra sorpresa, continúa igual. Un servicio donde reina la dejadez y la poca simpatía al cliente, nos ha vuelto a atender el mismo camarero. Saltándose cosas tan simples como cantar la carta y decir lo que hay fuera de ella, cosa que un instante antes la otra camarera ha hecho con la mesa de al lado.
Esta vez me llevo peor sabor de boca y nunca mejor dicho, pedimos el dumpling de cordero, el cual ha sido presentado con ingredientes ausentes en nuestro plato pero no en los de la mesa de al lado, al igual que el dumpling de gallina en pepitoria que a parte de frio venia con la yema explotada. A parte poner una mesa en la terraza con tanta inclinación hace que la experiencia sea incómoda cosa que la otra vez no apreciamos porque comimos dentro.
En definitiva no sé si ese servicio lo dan a todo el mundo igual o es a nosotros por ser jóvenes y no aparentar… nada, porque si es así me parece un servicio decepcionante para un local que...
Read moreFuimos a cenar hace un par de semanas, sabiendo por comentarios que era un restaurante Japonés pero con aspirando a estar un poco por encima de la misma, por lo que teníamos ganas de probarlo y saberlo de propia mano.
En cuanto al local, hay que tener en cuenta que no es un local grande, por lo que disponen en su interior de las mesas justas, por lo que es necesario ir con reserva. Cuando fuimos tenían también una pequeña terraza en el exterior. La decoración y ambiente del local, me gustó bastante, creando un ambiente tranquilo.
El personal que nos atendió, sin ninguna pega, bastante atentos y amables, atendiendo en todo momento a nuestras dudas, por lo que por su parte, muy bien.
Ahora voy con la comida, y voy a ser lo más resumido posible: sabores diferentes, me gustó mucho. Y es lo que he comentado al principio, es comida japonesa, pero a los que les añaden elementos más de la tierra y además consiguen un buen sabor. Platos que pedimos para 4 personas: -Nigiris (de anguila y pez limón si no me equivoco), el de anguila que es el que probé, me gustó mas de lo que esperaba. Rolls, no recuerdo cuales, pero ambos estaban ricos. Un algodón de azúcar el cual tiene en su interior un trozo de atún (de buena calidad, del cual te dejan una tarjeta para saber las características del mismo), en cuanto a novedad es curioso, estaba bueno pero nos dejó algo más indiferentes. -Otros dos platos que probamos como unas Gyozas (algo pequeñas) y un estilo a croquetas, estaban buenos también.
En cuanto al precio para mi gusto un poco elevado, aunque hay que tener en cuenta que son platos más novedosos/elaborados.
Por lo que en general recomiendo probarlo a quien le guste este tipo de comida, y que decida...
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