Vamos por partes. Primero lo bueno y luego lo malo.
Lo bueno: la comida. Y me preguntareis que porque le pongo una estrella a una reseña de un restaurante si la comida es lo bueno. Pues precisamente porque fue lo único bueno. Estaba francamente rica aunque es verdad que todo eran raciones de croquetas, flamenquín, etc. Nada de guisos. Pero un restaurante, al menos en mi opinión no debe ser un sitio en el que te dan de comer de cualquier manera a la gente.
Lo malo: todo lo demás. Llegamos a la hora reservada y nos sientan y nos dicen que ahora viene “el chico”. Pasan cinco minutos, diez y ya a una de los cuatro camareros que estaban allí y no eran “el chico” le decimos que cuanto le falta y que al menos tome nota de las bebidas y nos de las cartas para ir al menos eligiendo, vamos lo que se suele hacer en un restaurante al llegar que debe de ser de primero de hostelería. Pues nos responde la camarera que no que allí el UNICO que puede tomar nota a los clientes es “el chico”. Ya le dije que al menos tres cañas y un vaso de agua pero dijo que no. Ante mi insistencia fue a hablar con “el chico” y se ve que le dijo que si. Pues se contentó en traer una botella de Solan de Cabras de litro sin vaso ni nada. Pasan otros cinco minutos y le digo a la camarera que el agua sin vasos ni nada y a morro no queda bien que si al menos puedo ir a la barra yo a por vasos. La camarera nos trae UN vaso. Cinco minutos después aparece “el chico” pidiendo disculpas y nos trae la carta. Le digo que antes de carta me traiga las tres cervezas que faltan. Las trae y nos comenta lo que tiene fuera de carta que resultaba ser como trece platos distintos. Vamos que al sexto plato fuera de carta ya no recordábamos ninguno. Terminamos pidiéndole raciones de carta. Y nos dice que le parece poca cosa y pidamos algo más porque no garantiza que si nos quedamos con hambre pueda atendernos luego y la cocina sacarnos el plato porque estará desbordada. Durante la comida, que realmente como dije antes estaba rica y salía todo a tiempo, se nos acabó la cerveza pero como “el chico” no volvió a pasar por allí ni se nos ocurrió pedir más bebida con el consecuente escándalo de la primera ronda, nos aguantamos y punto. Lo más curioso era que los camareros que no eran “el chico” traían platos y vasos sucios de todas las mesas y las iban apilando de mala manera en la barra que teníamos a un metro, una porquería vamos. Aquello acabó con tal acumulación de vajilla sucia que era tremendo. Una vez acabamos de comer, bastante tiempo después aparece “el chico” y nos pregunta si queremos postre. No se para que dijimos que si. Se lo pedimos y venga a esperar y esperar. Como veinte minutos después aparece “el chico” y dice que lo va a reclamar a la cocina. Le digo que no reclame nada que o trae el postre o trae la cuenta. He de decir que eran dos tartas de queso y dos torrijas, nada que requiera ninguna preparación. Total entramos allí a las 14:00 y salimos a las 16:30 para comer cuatro raciones y postre.
Lo que le falla a este sitio es la gestión porque al que he llamado “el chico” en esta reseña, entre otras cosas porque sus compañeros a él se referían con ese apelativo, se encarga de todo: atender a los clientes, tomar nota de las reservas cuando alguien llama por teléfono, poner las mesas y sillas en la terraza conforme van llegando los clientes, llevar las bandejas, etcétera etcétera. Por supuesto NO volveremos ni...
Read moreIt was lovely to enjoy the sunset while having dinner after the walk in the park. Their most famous item, flamenquin, was sophisticated and yummy. And their cheesecake was spectacular which was the highlight of the meal.
Service was good - it wasn't as bad as what other reviews mentioned. However, the tapas that came with the drinks were a bit disappointing considering the prices. The croquetas were in room temperature and the texture was just okay. We sorta expected they would be freshly deep fried when you're selling them for 12€.
It wasn't a bad dining experience overall but there are a lot better...
Read moreHemos estado varias veces y todas muy bien.
Esta reseña va por nuestra última visita, y porque ningún camarero ha sido capaz de pedirnos una disculpa sincera, o al menos decirnos la verdad, solo un protocolario “lo siento” sin mirar a la cara a una familia que se va con un bebé ya cansado y llorando y unos padres sin comer.
Y no me sirve que os excuséis en decir que es por las fiestas, o por los tiempos del horno, porque igual que yo puedo entender que la terraza esté llena y que el servicio va a salir algo más lento, también deduzco que si llega gente después de nosotros, pide, se le entregan los platos, y nosotros estamos más de una hora esperando y no tenemos nada, es porque ha habido algún tipo de error y no por el tipo de comida.
Porque una mesa con 3 personas, y otra con 6 personas, han terminado casi de comer mientras nosotros seguimos esperando aún habiendo pedido mucho antes que ellos.
Es una pena porque por nuestras circunstancias apenas podemos salir a tomar nada fuera, y para una vez que salimos, y decidimos reservar porque teníamos ganas de volver, se nos trate como si fuéramos tontos, y se nos intenté engañar poniendo excusas, porque por muy llena que esté la terraza, no se tarda una hora y cuarto en poner un plato que de normal apenas tardáis siempre menos de 15 minutos.
Hay que ser más humildes, y al igual que yo os he explicado el por qué nos vamos sin comer de manera correcta, lo mínimo que esperaba era una disculpa sincera o al menos saber por qué os habéis olvidado de nosotros.
Solo faltaría decir que la culpa es nuestra por ser pacientes y no preguntar antes o insistir más a menudo con...
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