Restaurante El Aula — Restaurant in La Adrada

Llevamos muchos años llendo a comer y cenar, el servicio de cocina nos ha parecido siempre inmejorable, tanto de presentación como en la elaboración, otra cosa es el servicio, se nota mucho los cambios que ha habido en el equipo de sala, hechamos de menos al anterior equipo, ya no en atención, que no tenemos queja, si no de la profesionalidad, al equipo actual creo que les viene un poco grande y ya por último decir que comer tranquilamente es prácticamente imposible, el ruido de la gente hablando es ensordecedor, no puedes mantener una conversación en tu mesa, parece un mercado de ganado, toda la gente chillando,creo que la Jefa de Sala debería hacer algo al respecto, no sólo tomar nota, si no también de que los clientes se sientan agusto,nunca he tenido tantas ganas de marcharme de un sitio como hoy,no puedo decir que lo sienta por que no me regalan nada, lo pago, pero no volveré y siempre que me han preguntado donde comer en la Adrada, siempre he recomendado su restaurante, pero desde hoy tampoco lo haré.Yo voy a un restaurante a comer tranquilamente,no a no poder mantener una conversación con mi familia del griterío que había en la Sala, a mi ninguna camarera me ha llamado la atención, decir que ha habido otra mesa con unos nueve comensales que también estaban u poco hartos de tanto vociferio, si ha usted le parece bien aque haya clientes que no puedan hablar si no es gritando, perfecto el que usted me de la razón o no me es indiferente, sigo pensando que el equipo que tiene no está lo suficientemente preparado,creo que no se le puede decir a un cliente que no se levante de la mesa que nos van a decir que hay de postre, increible y creo que no lo digo yo solo, a tenor de otras reseñas sobre su restaurante.Por mi parte también queda zanjado, nada más señalar que de un restaurante que ha sido referencia en el pueblo, se este convirtiendo en un local vulgar. Muchas gracias por...

Bonito lugar, llegamos con mesas libres en la terraza, 2 adultos, 1 perro y un bebe, preguntamos para comer, nos dice un camarero que van a preguntar, pero la otra camarera nos dice que van con retraso, y que no nos podemos sentar, le comento que no nos importa esperar ya que vamos con un niño de 1 mes y no queremos estar dando vueltas con el ya que hace 27 grados, pero nos niegan sentarnos, una pena tenía buena pinta. Poca empatia por parte del servicio. Edito mi reseña para comentarles que para ser exactos había 3 mesas a la sombra, simplemente su servicio estaba desbordado por el exceso de clientes, asi que le aseguro que mi percepción ha sido correcta. Simplemente su camarera ha decidido no aumentar el trabajo en su rango, una pena que en lugar de disculparse, hagan ademas el intento de no ser autocriticos y reconocer los errores. Imagino que con la cantidad de buenas criticas ha sido algo aislado, pero también es bueno ser humilde y reconocer un error debido a la presión del momento o el exceso de carga de trabajo. Gracias por responder de...

Febrero 23. Repetimos tras tres años. Las buenas sensaciones se mantienen, cuidado por el producto y el trato a los clientes, desde la misma reserva telefonica. Fuimos a comer en fin de semana y la carta era Menú.

Platos meritorios como el codillo deshuesado, espectacular y muy meritorio los crepes de langostinos, con una bechamel con sabor y textura muy interesante. Los peques se decantaron por el menú infantil de pollo empanado, con patatas fritas todo casero. De diez, aviso los filetes van marinados al limón, lo que le da un punto curioso.

Los otros platos del menú, nos dejaron más desencantados. Las carrileras estaban buenas, pero se le podía potenciar el sabor y la presentación al conjunto del plato. Lo que menos nos gustó fueron las alcachofas a la plancha no tenían sabor y el gusto esperado y las anchoas no ayudaba en esta situación. Buen vino tinto de la casa. Postres, flan caseros pero con poco sabor, helados entretenidos sobre todo el de mojito. Generosa taza de café, huyendo afortunadamente de taxistas en esta parte final...