Bodegon La Cueva del Guanche — Restaurant in La Orotava

Mi pareja y yo llegamos hace dos años y medio a Tenerife y este siempre ha sido nuestro lugar de confianza, donde llevábamos a nuestra familia y amigos a comer y a cenar, había un camarero latino que hacía una carne riquísima y los camareros eran increíbles, (es más hace dos años tengo una buena reseña de este sitio).

Qué pena que ya no sea así, las últimas 5 últimas veces que he ido he salido a disgusto y ya no doy más oportunidades por lo que contaré.

Ya el chico latino en la cocina no está y los camareros han cambiado una barbaridad, hasta tal punto de llamar para reservar una mesa (que no es necesario, pero yo siempre llamo por si acaso); y no me cogían el teléfono pero salía que estaba abierto así que me presenté allí con las amigas. Al llegar estaban los dos camareros hablando tranquilamente y el sitio vacío. Conclusión: pensamos que no querían trabajar y por eso no cogieron el teléfono.

Cocinera nueva, le pedimos la carne al punto menos (poco hecha) y nos la hace muy hecha que ni ella misma era capaz de cortar la carne con un cuchillo de carnicería. Nos lo hizo tres veces y aún así nos quitaba la razón diciendo que eso estaba poco hecho.

Y ya por último y lo PEOR de todo!!!! Último día que fui, 2 julio, mi sorpresa por la que ya no vuelvo NUNCA MÁS! Llamo para preguntar tema perros y me dicen que hay un espacio para ellos y que nos preparan la mesa para 3 personas. Al llegar una amiga me dice “tienes minicucarachas en el plato paseando”. Eran minicucarachas recién salidas, ósea en ningún momento pensé que esos bichos fuesen cucas. Procede mi amiga a levantar la servilleta de encima del plato y había HUEVOS DE CUCARACHA!!!! QUEEEEEE!!!??? Se lo digo al camarero y la respuesta fue “ah, espera, le cambio el plato”. Cuando lo coge debajo del plato había MÍNIMO 60 minicucarachas, sin exagerar!!!! “PERDOOOOON!!?? Como comprenderás no me pienso quedar aquí” y me dice el camarero “lo entiendo, bueno, adiós”

NI SIQUIERA UNA DISCULPA.

Había dos mesas allí viendo el panorama y aún me arrepiento de no haberles dicho que se fueran de allí. Fue un disgusto porque el sitio está súper bien, pero han pegado un tremendo bajón de flipar.

Ni siquiera son capaces de limpiar los platos ni los cubiertos en el mismo día y ni siquiera ver cómo en qué estado están antes de...

Fatal... Más de una hora esperando y solo habían dos mesas, 1 de 4 y otra de 2 (Nosotros), nada más llegar a la 13:20 pedimos las bebidas y unas gambas al ajillo en lo que pensábamos que pedir, nos traen pan duro como una piedra se nota que es congelado, y un alioli sin sabor a nada, a los 20 minutos nos traen 6 gambas contadas cuando el precio son 10€ no se me parece un poco caro la verdad, pues nos las comimos con el pan... Le pedimos al camarero un queso asado de primero y un bistec de cerdo y unas carrilera de segundo.. el queso asado nunca vino le pregunté al camarero (dueño) sobre el queso y me dijo que como me cogió la comanda de cabeza que se despistó.. perfecto somos humanos no pasa nada.. me pregunta que si lo quiero porque los segundos iban a a tardar un poco le dije que no me lo pusiera, aver señor si eres el dueño eso ni se pregunta solo por el despiste lo pones y ya me lo cobres o no me da lo mismo pero aunque sea ponerlo por cortesia y más sabiendo que los segundos iban a tardar 1 jodida hora, luego entre espera y espera nos dicen que tardaba un poco porque la parrilla no estaba encendida?? Vamos a ver señores si abren a la 13:00 como mínimo deberían de encender la parrilla a las 12:00 y si no es así pues abran más tarde, 14:10 de la tarde y que no traían los segundo que era un bistec a la parrilla y unas carrilleras en salsa, le pregunté la camarero (dueño)y le dije que si tardaba más que no pasaba nada que me diera la cuenta de lo que había consumido y me iba por mi camino, me respondió que ya estaría listo, espere otros 15 min 14:35 de la tarde, al fin vinieron los segundos platos peeeeeero... El bistec crudo... Resumen: comí solo y mi acompañante comió sola, no volveré,gracias por nada, lo más bonito que tenía el lugar, el gato que andaba por ahí y las vistas hacia el valle de la orotava. Ah qué me olvidaba el vino malo no.. lo siguiente nose si era yo o que pero la botellita dónde sirven el vino me olía a jabón y el vino me supo a...

La cueva del horror! Después de haber estado varias veces, la última vez no se la deseo ni a mi peor enemigo. Cenamos en el interior de la cueva previa reserva. La mesa estaba muy sucia, las sillas llenas de migas, el mantel de papel sucio también, que no tiene perdón siendo de papel. Pero luego los cubiertos también, hasta una cuchara estaba llena de chocolate cremoso como si el último comensal lo hubiera dejado ahí y ahí se quedó. Los vasos llenos de pegotes y sucios también, todo bajo la cobertura de telerañas de dos metros que colgaban del techo y con más polvo que mi coche con calima. Luego vamos a la comida. Pedimos el queso asado, ahí bien como siempre, pero luego llegaron las garbanzas. Estaban duras y sin sabor, además parecían hechas de hace unos días, el indicador eran las aceitunas de manzanilla que estaban roidas y ácidas, sin contar qué pintan las aceitunas. Pero el colofón llegó con las puntas de solomillo, madre del amor hermoso. Aún no sabemos de qué animal de trata, si incluso si fue encontrado alguna nueva especie en el interior de la cueva al fundar el restaurante. Con tan solo probarlo una vez, dejamos de comer y nos fuimos inmediatamente, ya era demasiado el asco que percibias exteriormente para encima metertelo en el cuerpo. Al irnos tuvimos que preguntar a las cocineras de qué animal eran las puntas y nos dijeron que eran de ternera. A día de hoy yo tengo la teoría que podrían de ser de ñu. En serio, un sabor ácido, avinagrado, una textura de la carne incomible. No es que estuviera en mal estado que es mucho decir, porque no olía mal, pero madre santa.

En fin, fuimos a pagar y tras preguntarnos por qué nos íbamos ya, tuvieron la buena acción de descontarnos las puntas, estaba claro que ellos sabían que...