El Corner — Restaurant in Llanes

Somos clientes habituales del establecimiento, y acudimos durante todo el año. Siempre cenamos genial y por eso repetimos. En esta ocasión, éramos 7 personas y por la tarde llamé para reservar mesa para la cena. Habitualmente no “reservan” pero si te apuntan en una lista, con tu nombre, teléfono y hora. La camarera con la que hablo me especifica que no se reserva mesa, que quedo anotada en la lista y que nos sentaremos por orden de llegada. Hasta el momento, todo correcto y como siempre. Al llegar al local, había una mesa disponible en la terraza, que entendí sería para nosotros porque me habían recalcado por teléfono que se respetaría el orden de llegada y que no se guardaba mesa. Ya estábamos en el local las 7 personas, pero la camarera nos indica que no podemos sentarnos porque esa mesa está guardada para otras personas. Entiendo que ya habrían llegado antes y comprendemos que tenemos que esperar sin ningún problema. Seguimos esperando y vemos que las personas de esa mesa tardan unos 20-25 minutos en llegar, cosa que contradice lo que la camarera me había explicado por teléfono. Estuvimos una hora aproximadamente esperando para poder sentarnos, viendo cómo se levantaban mesas y se ocupaban por otras personas, sin intención ninguna de preparar una mesa para nosotros. Lo comento con la camarera, que primero nos propuso cenar fuera del toldo, estando lloviendo, cosa que obviamente rechazamos. Luego, le propusimos juntar unas mesas que había libres para poder sentarnos pero dijo tener que consultarlo con Pablo, el encargado. Nos dijeron que no podía ser posible prepararnos mesa, por no respetar la distancia de seguridad entre los demás clientes. Realmente nos llamó la atención, porque las mesas de al lado respetaban más bien poco dicha distancia de seguridad. En tres ocasiones pedí hablar con el encargado, que no atendió mi solicitud en ningún momento. Somos clientes habituales, de la zona, y estamos acostumbrados a trabajar de cara al público. No nos importa esperar porque ya lo habíamos hecho muchas veces, pero en esta ocasión a mi particularmente me ha parecido un cachondeo. La camarera se disculpaba diciendo que era el mes de agosto, pero yo ya he estado en ese local en más ocasiones, con más clientela, esperando mi turno sin problema y con un trato correcto por parte del personal. En esta ocasión el servicio me ha parecido nefasto. Finalmente tuvimos que cenar separados en dos mesas, que no nos supone ningún problema, si así nos lo hubiera explicado el encargado, que nos ignoraba descaradamente. Al finalizar la cena la camarera intentó disculparse por lo ocurrido y yo le indiqué nuevamente que no era su responsabilidad, tal y como ella me había comentado anteriormente. Pero en esta ocasión me explica que el encargado al que había estado haciendo referencia toda la noche, no era encargado. Cuando llegamos lo era, y luego ya no. Cosas de la vida. Comida muy rica, como siempre. Pero una atención pésima y una muy mala organización. El “encargado” que a veces lo es y a veces no, nos tomó comanda y nos sirvió la cena, pero en ningún momento se disculpó por la mala atención. Estaba ocupado haciendo comentarios con el resto de empleados sobre nosotros. Una pena, porque la relación calidad precio de la comida es genial, pero la atención al cliente en esta ocasión ha dejado...

Si vais con niños olvidaros, os echan rápido. Unos bordes desde el primero hasta el último. Les pedimos una mesa y habiendo libres fuera y dentro, nos dicen que no que tenemos que esperar porque está lleno, le digo que vale sin problema, le pregunto para cuánto tiempo estima, y me dice de muy malas maneras " que no sabe decirme que ellos no levantan mesas", le digo que lo entiendo, pero más o menos y me dice que lo mismo 10 minutos que media hora. Se anota mi teléfono para llamarme cuando haya mesa (dos horas más tarde aún estoy esperando esa llamada). Le digo que hay mesas en la terraza que sí podemos sentarnos allí, y me dice que sí hay mesas adelante. Hay mesa fuera nos sentamos y sale otro corriendo detrás diciendo que en las mesas de fuera de toldo no atienden por si llueve (habiendo una pareja cenando en una mesa allí), le digo que no nos importa (no ha caído ni una gota de lluvia), que bajo nuestra responsabilidad y me dice que lo hable con el chico de la barra, voy y me dice que vale que si es bajo nuestra responsabilidad sí, cuando nos vamos a sentar sale otro diferente corriendo y dice que no que no podemos sentarnos y que nos vayamos, le digo que el otro me ha dejado y me dice que no que no, que nos vayamos. En la vida nos habían tratado tan mal, los niños son dos niñas de 7 y 5 super tranquilas y dos bebés de menos de un año que no se mueven de los brazos de sus madres.... Hemos ido a la pizzería Acuario y han sido super amables y atentos y las pizzas riquísimas, os recomiendo ir allí directamente sin tener que pasar el trago de tratar con los impresentables...

Experiencia absolutamente lamentable. Éramos 9 personas y al llegar había tres mesas libres en la terraza, justo lo necesario para sentarnos todos. Las camareras nos vieron, vinieron a limpiar las mesas y en ningún momento nos dijeron que había que apuntarse en una lista de espera.

Una vez sentados, se acercó una camarera con muy mala actitud a decirnos que teníamos que habernos apuntado en una lista (que nadie mencionó antes ni vimos cartel alguno), y que no teníamos derecho a juntar mesas. Nos hicieron levantarnos, aún diciéndoles que ya estábamos ahí y que no había nadie esperando. Al pedir que nos apuntara a la lista, le preguntamos cuánta gente había delante y nos dijo que ninguna, que éramos los únicos.

Entonces, ¿para qué nos hicieron levantarnos? ¿Por fastidiar? Increíble. El trato fue borde, seco y sin ningún tipo de empatía ni lógica. Una falta de profesionalidad total.

No lo recomiendo en absoluto. Con ese trato al cliente, no merece la pena. Una experiencia que deja mal sabor de boca, y no precisamente...