El Nido de Robin — Restaurant in Llanes

El restaurante ha debido de cambiar de dueños en los últimos dos meses. Fuimos 11 con reserva y ya de primeras ni te saludan al entrar. Tardaron 15 minutos en tomarnos nota de las bebidas y el camarero tenía muy pocas ganas de estar ahí (normal porque el ambiente era nefasto). Una vez nos tomaron nota nos tuvieron 30 minutos para traer de repente un plato principal a una persona y un entrante, preguntamos por el resto de entrantes y nos dijeron que no quedaban (en ningún momento nos dijeron que no tenían ciertos platos y si no llegamos a preguntar por ellos, seguiríamos esperando). Pasada una hora trajeron un cachopo y otros dos entrantes. No seguían ningún tipo de orden lógico a la hora de servir, pero lo peor es que seguían sentando a gente nueva en mesas sin dar a basto con los que ya tenían sentados. Pasó una hora y cuarenta y cinco minutos y todavía la mitad de la mesa estábamos sin comer nada, solo el pan y el agua que te sirven al principio. Nos hartamos y pedimos la cuenta, para no decirle las cosas al camarero que nos atendió, le pedimos que llamase al dueño, pero el camarero insistía en que pagásemos primero. Evidentemente hasta que no salió el dueño no pagamos, le expusimos la situación tam vergonzosa al dueño y con chulería nos respondió “sí y que vais a hacer? No le veo sentido a esta discusión”, se quería lavar las manos y vacilarnos después de llevar 2 horas sentados en una terraza con 34 grados que hacía. Le dijimos que si no daba a basto para dar de comer a la gente que tenía sentada, que no tenía sentido que siguiese sentando a gente en mesas y nos respondió que “no eran camareros suficientes porque la gente no quiere trabajar en la hostelería”. Con ese comentario, pagamos y nos fuimos. No creo que este sitio dure abierto...

Resumen: Pésima atención,pésima organización, larga espera, platos a cuentagotas, comida con buen sabor, pero muy aceitosa. Llamamos para reservar con antelación, una mesa de 5 personas esta noche de Domingo 24 de Julio, al llegar al restaurante, tuvimos que esperar 10 minutos a que nos atendieran y otros 5 a que nos colocaran en la mesa, tras 10 minutos más nos traen las cartas y nos toman nota de las bebidas, fuimos la mesa 306 , para refrescarles la memoria, se nos acerca la camarera vestida de azul, y nos toma nota,con bastante dejadez , le pedimos 1 plato combinado, 1 de tortos, 1 de almejas a la marinera y 1 cazuela en salsa verde, esta ultima para compartir entre dos personas, pero le indicamos que son platos INDIVIDUALES, y los queremos todos juntos, esto sucedió a las 22:30 , los platos llegaron a cuentagotas, mientras 1 comía los demás mirábamos, lo peor fue, cuando 3 comensales comían, y las 2 personas de la cazuela, se pasaron hasta las 23:15 sin comer absolutamente nada, y tras recordarles a las 23:00 al personal de la falta del plato y estos de asegurarnos de que "ya va a salir" , pasaron 10' más y tuvimos que decirle al camarero de blanco que si iba a tardar mucho más en salir, no lo queríamos, volvieron a decirnos lo mismo, que casi estaba, y si seguíamos interesados... Menuda vergüenza La comida en general estaba rica, menos los tortos que flotaban en aceite (foto) Por parte de la cocina un 8, por parte de los camareros un 2, nuestras más sinceras disculpas a la camarera que nos atendió al final que tuvo que lidiar con la situación provocada por sus...

Decepcionante. Estuvimos hace 3 años y fue una experiencia estupenda. Hoy no ha sido así. Llamé ayer para reservar y me dijeron que no hacían reservas. Llegamos a las 14:30h. No había mesa, pero parece que eramos los primeros de la lista. Digo parece, porque después de 45 min esperando a que nos tomen nota porque había que esperar a que atendieran a un mesa de 20 chavales, que sí tenían reserva, según un camarero de hace mes y medio, atienden a un pareja de extranjeros que llegaron después que nosotros, a otra familia de 6 que, oh! Casualidad, también tenían reserva.... y a dos familias que vinieron más tarde y sin reserva. Al preguntar ante mi indignación, ya que mis hijas de un año y medio y niña de 6, llevaban hora y media sin comer, me dice la dueña que iba por orden de la ubicación de las mesas, no por orden de llegada. No nos fuimos porque ya eran las 16h y a esa hora no podíamos ir a otro sitio, pero fue penoso. Ni siquiera nos pidieron disculpas, solo nos descontaron dos cervezas que no pagamos previamente en la barra durante la espera, que tuvimos que ir nosotros a por ellas. Por acabar, la comida regular. Nada que ver con la lubina salvaje de hace 3 años, o con tortos caseros con huevos de corral y cabrales que ponían antes. Una lástima. Fuimos con toda la ilusión y salimos cabreados por el trato y la calidad pésima de la comida. Soy de Madrid y mi marido de Galicia, pero creo que cualquier cliente merece el mismo trato que los lugareños. Además, conocemos la hostelería desde dentro y siempre somos respetuosos y paciente con este trabajo, pero lo de hoy ha...