El Franva es un bar de toda la vida del barrio de Vallecas, famoso por sus grandes raciones y sus baratos precios de barrio obrero. Es un bar de los que tienen huesos de aceituna y servilletas en el suelo, con sus tragaperras de colores y ruiditos y con unos buenos mostradoresde cristal en su gran barra llenos de aperitivos caseros, tanto fríos como calientes. A su favor, decir que el local cuenta también con una terraza en el costado con una sección cubierta para que pueda ser usada también en invierno, pero el encanto de verdad está en el bar en sí. Aquí la caña es Mahou y se tira como Dios manda. Y digo caña, y no doble de porqué sí (que también tienes si quieres). Además, al pedirla puedes dejar que te sorprendan con una de sus tapitas (aunque en algunos sitios eso sería una ración) o incluso puedes decirle al camarero lo que quieres tomar de lo que hay expuesto. Bar famoso por su oreja, sus patatas bravas, sus salchipapas, los caracoles blancos picantitos, los boquerones fritos o el choricito a la sidra. Tiene multitud de raciones (muchas de ellas también como tapa) en las que ya son expertos y cuya cantidad es más que adecuada para ponerse morado y salir redondo del sitio. Mención especial a sus "montaditos" pues sin pretender ser otra cosa que no son (el chorizo es chorizo y el lomo es lomo, nada de rollos gourmet o modernitos de la new age), su tamaño sería el de un bocadillo en muchos otros sitios. Si con todo lo dicho no te pica la curiosidad por probarlo, te diré que la caña aquí vale 1,40 €, los montados rondan los 4-5 € y que muchas de las raciones no superan los 10 €. Por ponerle alguna pega, hay que decir que el ambiente es muy de bar de barrio, como su clientela (entre la que me incluyo), por lo que a cierta gente esto puede tirarle para atrás. Yo os invito a abrir vuestra mente y ver más allá de las apariencias iniciales para dejaros arrastrar a un bar tradicional de toda la vida de uno de los barrios más antiguos de la capital.