Tuve la oportunidad de visitar esta pizzería por recomendación de unos amigos, y debo decir que superó todas mis expectativas. Desde el momento en que entré al local, el ambiente fue acogedor, cálido y muy bien cuidado. La decoración es sencilla pero con mucho gusto, y la música de fondo crea una atmósfera agradable para disfrutar de una buena comida.
Lo que realmente marcó la diferencia en mi experiencia fue la atención que recibí, especialmente por parte de Sara, la chica que me atendió. Desde el primer instante fue amable, atenta y muy profesional. Nos recibió con una sonrisa genuina, nos explicó el menú con detalle y nos dio recomendaciones acertadas basadas en nuestros gustos. Se notaba que conocía bien cada plato y que le apasiona su trabajo, lo cual no siempre es fácil de encontrar.
Pedimos una pizza mitad margarita y mitad cuatro quesos, y estaba sencillamente espectacular. La masa en su punto justo: crujiente por fuera y suave por dentro. Los ingredientes eran fresquísimos, el queso tenía ese sabor auténtico que te hace cerrar los ojos de gusto, y la salsa de tomate tenía un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez. Todo preparado con esmero, y se notaba.
Además, el tiempo de espera fue razonable y Sara se encargó de asegurarse de que tuviéramos todo lo que necesitábamos en cada momento, sin agobiar, pero siempre presente y disponible. Incluso nos ofreció probar un aceite picante casero que fue el complemento ideal para la pizza. ¡Un detallazo!
Al final, nos ofreció postre y café con tanta simpatía que no pudimos resistirnos. Optamos por un tiramisú casero que fue el broche de oro perfecto. Y como si fuera poco, Sara se despidió agradeciéndonos por la visita, con la misma calidez con la que nos recibió.
En resumen, esta pizzería no solo destaca por la calidad de su comida, sino por el servicio de primer nivel que ofrece. Sara merece una mención especial por su dedicación, amabilidad y buen hacer. Personas como ella hacen que uno quiera volver, no solo por la comida, sino por el trato recibido. Sin duda, volveré muy pronto. Altamente...
Read moreMe siento mal por tener que poner esta mala reseña, no me gusta poner malas reseñas a no ser que sean algo que ya me toque especialmente la moral. He hecho un pedido hace un rato, me atendió al teléfono Joana, le explico mi marido el pedido. Dos pizzas, una con extra de salsa de tomate, jamón, pollo y carne y poco queso, la otra pizza mitad y mitad con salsa bbq, pollo, carne y jamón y la otra mitad igual pero en vez de con salsa bbq con salsa de tomate. De primeras, la atención telefónica de la chica que atiende es bastante pésima, la repito en varias ocasiones que poco queso y extra de salsa de tomate, hasta el punto que me dice si si, como en plan de se ha enterado. Llega la pizza en el tiempo estipulado, el repartidor muy agradable, pero cuál es la sorpresa al abrir la pizza. Que no está el extra de salsa de tomate. VAYA SORPRESA. No me preguntes por qué pero ya me lo imaginaba lo que iba a pasar. Llamo por teléfono, me lo coge está misma chica otra vez Joana, y dice que la pizza la ha hecho ella y que lleva poco queso, y le dice mi marido si poco queso si pero el extra de tomate y se queda sin palabras y ella misma reconoce que eso se le ha olvidado. De verdad que no pondría está reseña si no fuera por la prepotencia con la que atiende está chica, porque reconoce el error pero no pide ni siquiera disculpas. No soy la típica persona que quiere algo gratis, ni un descuento ni nada solo un simple lo siento se me ha olvidado pero ni eso. He trabajado en hostelería, y se lo que es estar al otro lado del teléfono, y tener mucho trabajo y todo eso pero no pedir ni siquiera un perdón y seguir con una prepotencia increíble no lo paso. Adjunto las fotos, la de mi marido con el queso normal y la salsa normal y la mía. Poco queso pero sin su extra de salsa de tomate. Como se que está reseña no valdrá de nada, me ocuparé personalmente de ir a poner la hoja de reclamaciones necesaria y llevarla a consumo, a ver si le sirve para bajarse un poco los...
Read moreLa Pizzería Carlos en San Fermín es un auténtico hallazgo para los amantes de la buena pizza. Desde el momento en que entras, te recibe un ambiente cálido y acogedor que invita a disfrutar de una experiencia única. El local es maravilloso, con una decoración cuidada y un ambiente vibrante que refleja la pasión por la buena comida.
Marcelo, el encargado, es un verdadero maestro en lo que hace. Su atención al cliente es excepcional; siempre está disponible para recomendar las mejores opciones del menú y se asegura de que cada cliente se sienta como en casa. Su dedicación y carisma son contagiosos, lo que contribuye a la atmósfera amistosa del lugar.
Las pizzas son, sin duda, el alma de esta pizzería. Elaboradas con ingredientes frescos y de alta calidad, cada bocado es una explosión de sabor. Desde las clásicas hasta las más innovadoras, cada opción es deliciosa. La masa, crujiente y ligera, complementa perfectamente los ingredientes, creando combinaciones que dejan a uno deseando más.
El personal en general es amable y eficiente, lo que hace que cada visita sea placentera. La atención y el servicio son impecables, lo que se suma a la experiencia general de comer en Carlos. Sin duda, cada visita es un deleite y una razón para volver.
En resumen, la Pizzería Carlos de San Fermín es un lugar donde la calidad de la comida, la atención al cliente y el ambiente se combinan a la perfección. Recomiendo encarecidamente visitarla para disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable. ¡No te la...
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