Sidrería Presta — Restaurant in Madrid

Intento reservar para 20 personas pasandome por el local. La encargada me deja caer que tienen poco espacio y no sabe donde meternos pero en realidad lo que quiere decirme es que no se fia de cuanto vamos a pedir. Me pide que xcoja la carts y le diga mas o menos (ojo, de 20 personas que solo con la bebida le hacen el fin de semana). Despues de verme obligado a coger la carta mientras ella se iba por el local porque tenia mucho que hacer (el local estaba casi vacío y no me dedicó ni dos minutos), me dice que le apunte el número en una servilleta y que me confirma sin falta esa noche. Para mi sorpresa no me llama hasta las 13 del día siguiente para decirme con muy buenas palabras que si, que nos reserva la mesa. Somos asturianos y pese a que habíamos reservado ya en otro sitio cancelamos y vamos a este, que era la primera opción. Le confirmo que seremos 22 finalmente y me explica que ha conseguido hacer hueco. Cuándo llegamos esta señora no está en el local (por si fuera poca la pedazo de cara dura que tiene) y vemos que en la mesa reservada no hay sitio para 12. Lo comentamos a las camareras y al encargado presente y intentan solventarlo como pueden. En el local había al menos otras 5 mesas cenando de 4, 5 o 6 personas. No voy a comentar nada sobre la comida que tampoco es nada de otro mundo. Las camareras muy atentas y muertas de vergueza intentaron hacer lo que pudieron para que entrasemos y estuvieramos medianamente comodos (hubo gente que no se pudo sentar en toda la cena) de lo que estamos muy agradecidos. Todo esto para dejar constancia de que la mentirosa, incompetente, egoista y descarada de la encargada no solo intenta liartela sino que le deja el marron a las pobres trabajadoras. Iba a subir una foto de la cuenta para demostrar que el gasto es el doble de lo que factura el bar en una semana. Me corto de más calificativos porque en cualquier momento te voy a ir a poner la reclamacion que te mereces y a cantarte las 40 a la cara, si piensas que no podemos pagarte la cena te pido la carta entera, te la pago y te la lanzo a la...

Fui este mediodía con mi pareja con la intención de tomar una cerveza y poco más, y al final nos quedamos a comer allí. Simplemente por el trato del camarero que nos atendió nos hizo querer quedarnos y volver. Nada más llegar dudamos de si sentarnos o no porque no había mesas libres fuera, pero ya el camarero nos dijo que nos subiría una mesa (muy atento en ese sentido). Luego nos pedimos un par de cervezas y nos trajeron una tapa muy buena y abundante. Cuando pedimos la segunda cerveza y la carta, nos trajo otra tapa que a mi pareja no le gustaba, y el camarero nos ofreció cambiarla o traerle otra cosa a él, pero le dijimos que no hacía falta porque pediríamos comida. Cuando le pedimos la comida le pedimos recomendación por si era mucha comida o no, y acertó a la perfección. Pedimos la tabla de cecina (exquisita y abundante), calamares a la andaluza (muy buenos y muy bien presentados) y torreznos (mi pareja dijo que estaban excelentes). Por supuesto, en todo momento el camarero muy atento y amable. Si tuviera que recomendar un plato sería la tabla de cecina, ya que no solo estaba buenísima sino que no era el típico plato con cuatro lonchas y unos picos de pan. Muy bien presentada y un verdadero plato. Pero sin duda, el principal motivo por el que volveremos será por el trato con el camarero. Lo único que lamento es no saber su nombre, porque sinceramente es la mejor experiencia que hemos tenido comiendo fuera de casa. Ese chico merece la pena tenerlo en este negocio porque vale mucho y se agradece...

Una sola vez que he ido con mi pareja y me fui peor aún, pedí dos cafés con leche fría por prisa (por cierto, el peor café que he probado en mucho tiempo para ser el sitio más caro del barrio) y tuve que esperar bastante tiempo ya que me pusieron el café hirviendo, con gestos de altividad y respondiendo de mala gana cuando se les reitera que la leche era fría, alegando el camarero que estaba de la misma nevera. Dos vasos de agua que tardaron el doble que los cafés y para colmo, estos si los traen casi calientes y sucios, con la terraza y el interior completamente vacíos. Presión para abandonar la mesa, no sin antes quedarse a escasos 10 centímetros de la mesa completamente inmóvil y requiriendo el pago de los cafés que aún no habíamos probado. De los peores tratos recibidos, baños asquerosos, escasez de higiene y falta de mantenimiento tanto de los baños con del...