Pastelería Mariposas Dulces — Restaurant in Majadahonda

No lleva abierto ni dos meses.

Uno ya estaba harto de que todas las inauguraciones de restaurantes por aquí fueran de diseño, con DJs, plantas de plástico, tiburones y quinta gama. Por fin un sitio con fundamento donde hay profesionales al servicio de un apartado de la cocina que no admite improvisaciones. Para hacer repostería hace falta vocación, formación, talento y trabajo. Aquí hay de todo eso.

En un local bien ubicado de Majadahonda hay espacio para un obrador a la vista, un par de mesas para degustar y una vitrina bien llena de producto apetecible. No te dejes engañar por la decoración cursi y el ambiente “cuqui”. Prueba lo que te llame la atención o lo que te sugieran las amables empleadas, que más parecen socias por la motivación que tienen.

La chef a los mandos "…quiere hacer sentir a todos sus clientes mariposas en el estómago con cada una de sus creaciones”. A mí me parece que aún está buscando su sitio, su estilo y por eso hay tanta variedad. Hasta champagne hay. En dulce y en salado.

Las presentaciones son llamativas, demasiado coloridas y la factura técnica es impecable. Para mí lo mejor son las elaboraciones sobrias de chocolate tipo Ópera o brownie. Y la mezcla de sabores y texturas con varias capas que armonizan sin estorbarse.

Solo los profesionales reconocen el trabajo enorme que hay detrás de cada uno de estos bocados que se degustan en un minuto pero aún así, los precios son muy altos. Incluso para Majadahonda. Una quiche de 20cm de Reblochon cuesta 20€. Cada postre 6€ y con uno no basta. Es mucho para llevar el postre a casa de tu suegra. El envasado es pretencioso, caro y con plástico prescindible. Pero como he dicho, llevan dos meses y están probando. Seguro que con correcciones inteligentes que rebajen los costes acertarán y seguirán mucho...

Producto de alta calidad con una atención al cliente exquisita. Sin embargo, conociendo decenas de lugares de alta repostería, es inevitable decir que 32 euros por 4 unidades de sus entremets (coco y piña colada), es un auténtico exceso. Habiendo opciones de igual calidad y creatividad donde elegir, para nosotros no es una opción repetir en este local. Anexo tras la respuesta del propietario: Estimado señor o señora, una cosa es desear ir a sitios más económicos, y otra muy distinta es TENER CRITERIO. Ustedes no saben ni a qué restaurantes voy, ni dónde decido gastar mi dinero, porque una cosa es lo que cuesta un producto, y otra lo que vale. Y sus productos NO VALEN ese dinero, por muy originales, creativos, exquisitos que sean. Pastelerías como Bubó en Barcelona o Aux Merveilleux, recientemente abierta en Madrid procedente de París no usan peor "materia prima" que ustedes y tienen precios no accesibles para todos, pero lógicos. Bájense de la parra, que ninguno de ustedes es Jordi Roca. Les modifico la reseña de 3 a 1 estrella, que para soberbio, ya estoy yo. De nada. ANEXO: la empresa modifica su respuesta tras mi...

Ayer, 27 de abril, estuve con una amiga para tomar un té y un pastel. El pastel de chocolate y de fruta de la pasión me pareció muy rico, muy bien presentado y diferente de la pastelería que se ve habitualmente. Sin embargo, lo que no fue de recibo fue el trato de una empleada, que ante nuestra queja a la familia (realizada con mucha educación) sobre el tono de voz que tenían en especial los niños mayores, que gritaban constantemente como posesos, impidiendonos hablar y escucharnos con normalidad, nos quitó la razón aduciendo que "era un sitio público y que podían hacer lo que quisieran" y "que eran niños" y que el local tenía mucha resonancia. La familia bajo la voz sin protestar y la empleada siguió quitándonos la razón y tuvo la desfachatez de decirnos que nosotras no podriamos ir a ningún otro sitio. No tengo palabras para definir a una empleada que se pone en contra de unos clientes cuando otros están molestando, máxime cuando los padres reconocieron este hecho. Mientras en su local tengan empleadas que tratan de esta forma a los...