Con mi preciosa Pareja, que la quiero un montón, hemos ido a cenar un viernes, el restaurante en general está bien, (las sillas son incómodas, no están acolchadas) las mesas son amplias, varios comedores, tiene terraza en verano. Aseos limpios, aparcamiento amplio. La comida, en las cantidades es muy correcta (la cua de vedella, personalmente no me gustó nada) (el mil fulles de mascarpone i nata, la nata era de bote, una pena porque es un gran plato) y (el brownie incomible, se quedó en el plato) el resto de platos bien. Una pena que el camarero vio que se quedo la comida en el plato y ni pregunte, pero bueno nosotros tampoco dijimos nada.