La Fábrica — Restaurant in Minas de Riotinto

De principio a fin ha sido una maravilla. Sin duda alguna, una de las mejores experiencias gastronómicas de nuestra vida.

Estando alojados en Aracena y haciendo turismo por las zonas colindantes, decidimos sacar las entradas para el “Parque Minero de Riotinto”. Comenzamos con el tren minero y nos encantó. Lo cogimos a las 11.30 por lo que al terminar ya se acercaba la hora de comer. Justo en la salida del tren, una chica (creemos que la dueña del local) nos ofreció publicidad del restaurante, pero le dijimos que es justo donde íbamos a ir a comer porque habíamos visto buenas reseñas en Google. Nos ofreció incluso ayuda para llegar hasta el lugar en caso de que la hubiéramos necesitado.

Algo importante que tuvimos en cuenta a la hora de elegir el lugar donde comer era el hecho de que aceptaran perritos porque estábamos haciendo el viaje con nuestra perrita. Vimos que en la terraza no había ningún problema para estar con ella y por eso nos decidimos.

Una vez llegamos nos íbamos a sentar en la terraza, pero el dueño del local, que estaba acondicionándola nos preguntó si preferíamos estar dentro; le informamos de que habíamos decidido estar en la terraza por la perrita y nos dijo que no había ningún problema y que, si se portaba bien, podíamos comer dentro. Aclarar que era relativamente temprano y que el local estaba todavía casi vacío (no así cuando nos fuimos que ya estaba a tope).

Hasta aquí, como se ha podido observar, y también durante toda la comida, el trato fue exquisito.

Una vez dentro el restaurante es muy agradable y acogedor, miramos la carta y decidimos pedir lo siguiente: salmorejo, carpaccio de asadura, croquetas de jamón y solomillo con foie.

El salmorejo estaba realmente bueno y rematado con unos taquitos de jamón de la zona que le daban el toque perfecto. El carpaccio de asadura estaba sencillamente increíble. La textura del hígado preparado de esta manera le da un toque muy especial y original y el sabor era espectacular. Las croquetas de jamón, insuperables. Muy crujientes y cremosas y con mucho jamoncito rico buceando en la bechamel. También dos lascas de jamón recién cortado reposaban sobre ellas. El solomillo con foie, en una sola palabra, indescriptible. No se puede decir nada más porque no estaría a la altura de la explosión de sabor que hemos sentido.

Y llegamos a los postres que tantas y tantas veces decepcionan en restaurantes de renombre. No fue este el caso: arroz con leche cremoso servido en plato grande y hondo que era una gozada meterse en la boca y con unas notas cítricas que invitaban a nuestras papilas gustativas a toda una bacanal romana. Y, por otra parte, una tarta de queso casera, sabrosa, deliciosa… magnífica.

Y de precio nos sorprendió para bien, pues fue muchísimo más barato de lo que esperábamos y apenas pagamos poco más de 60 euros.

En definitiva: junto a Cumbres Mayores (en Cádiz) y El Piskolabis (en Ceuta), hemos descubierto la pieza clave que nos faltaba para completar la Santísima Trinidad Culinaria del...

Regular. Como siempre, sorpresa en los platos fuera de carta. Al escuchar a la camarera hablar de estos, me parecían unos platos espectaculares, el sabor y la cantidad no tanto. La ensaladilla rica y media ración 8€, las albóndigas de pluma ibérica con salsa de setas escasas, nada jugosas en el interior, y la salsa no tenía ni un toque de sabor a setas. La porción de albóndigas era muy muy pequeña para 16€, me pareció un gran robo y vergonzoso. Encima había tres trozos finos de patatas. No es un gran plato y vuelvo a repetir que se colaron con la proporción el precio. Las flores de alcachofas ricas salvo la capa de abajo que era supuestamente de "foi" pero evidentemente, tal y como pasó con la de setas, tampoco sabía nada a "foi". Vuelvo a repetir que al oído me parecían unos platazos perfectos para vender bajo una carta bastante normalita pero que luego, dejaban mucho que desear y muy caros porque ni la calidad, ni la cantidad eran lo correcto. El brownie tampoco nos gustó mucho. He de decir que tenía un cierto sabor a anís que no le pegaba con nada y creo que tb llevaba pasas. Que sí, que nos lo comimos todo pero porque estábamos muertos de hambre. No repetiremos. El servicio de pan escaso. Si te cobran dos cubiertos, mínimo dos de palillos y dos de pan, aquí te ponen dos de pan y uno de palillos y más cuando cuestan 1,50€ cada uno. Como cosas positivas, el restaurante por dentro era bonito, la comida salió rápida y hay un mini parque para los niños justo en la puerta donde puedes verlos en todo momento desde la terraza. También hay bastante aparcamiento. La comida rica pero no sabe a lo que dicen pero de sabor rico, aunque...

La comida era de buena calidad (presa muy sabrosa), pero escasa (ración de croquetas, 6 uds. , 14€. O la propia Presa, con solo 6 o 7 bastones de patatas). Ademas los platos eran muy grandes por lo que, por efecto anclaje, aumenta la sensación de escasez. El local está bien y parece que quieren crear un espacio agradable. Sin embargo, es una pena que todo el esfuerzo que hace un empresario y su equipo por ofrecer una experiencia gastronómica adecuada para los clientes lo desperdicie una camarera desagradable dando un servicio nefasto. Llegamos a las 13:45, sin reserva, pero el local estaba vacío. Nos dijo primero que NO. Cuando nos íbamos hacia el aparcamiento, cambio de opinión y nos dijo que nos “haría el favor” pero nos podíamos quedar hasta las 15:15, que tenía otra reserva. Nos estuvo metiendo prisa para que comiéramos rápido todo el tiempo. A las 14:40 vino a preguntarnos si queríamos postre porque se nos estaba acabando el tiempo. A las 14:50 terminamos de comer y pedimos la cuenta. A las 15:00, que acabábamos de pagar y ya nos estábamos levantando, nos dijo tajantemente que teníamos que irnos “YA” porque tenía que preparar la mesa y “desinfectarla”. En ese momento aún estaba la mitad del local vacío. Pero nos pareció irrespetuoso, nada discreto y con poco tacto ese trato, especialmente que dijera en voz alta que tenía que desinfectar, delante de otros clientes de otras mesas. Un famoso líder empresarial dijo: “El que se va por precio, vuelve por servicio, pero el que se va por servicio, no vuelve por...