'A FUEGO LENTO' ... Y A PALO SECO
Un problema con las combinaciones de trenes me decidió a bajarme en Miranda (donde había estado en Semana Santa) a las 14:00 horas con intención de darme un homenaje a la carta en la comida y continuar luego ruta a la calle del Laurel. Había estado cenando en este lugar (que está al lado de la estación) tres días en esta Semana Santa y no me había parecido nada del otro mundo, pero si no te importa pagar 30 € (con un par de vasos de rioja, por cierto, de categoría infame) era una opción hasta atractiva, mejor que estar tomando pinchos de medio pelo de estación en estación (los de la desvencijada cantina de Miranda, dicho sea de paso, comprobé a posteriori que son para ser comidos aparte).
La cuestión es que, como no había nadie comiendo en la terraza, fui a tomar un par de cañas y pincho-potes y volví a las tres y diez, cuando había una familia amplia comiendo unos menús. La camarera pasó diez veces exactas (5 de ida y 5 de vuelta) delante de mis narices haciendo que no me veía, a pesar de que casi tenía que tropezar conmigo y en varias volvía sin ningún plato. Era evidente que no querían servirme: iba con mochila (aunque decenteme vestido). A la tercera ya lo había pillado, pero me daba vergüenza levantarme delante de aquella familia. Mal hecho, porque aún tuve que sufrir la humillación de que 15 minutos después vinieran unos amigotes y la camarera pasara enseñándome toda la cubertería con refocile incluido. En cuanto desapareció de nuevo, me levanté, pero eran las tres y media pasadas y esas sí que ya no son horas de ir solo a buscar dónde te den de comer. Así que, ¡ay!, fui a la cafetería de la estación de tren, pero eso entra ya dentro de las reseñas de cantinas ferroviarias de las que tendría tanto que contar, para bien y para mal. Lo que más me duele es que no hayan tenido la hombría de salir, al menos, a contar cualquier disculpa para no servirme.
De paso, reseña de memoria de la carta: escasa y, lo peor, repetitiva: sólo hay un pescado (bacalao) y una carne (ternera); las ensaladas se solapan entre sí. Rioja sólo lo pidas si conoces la marca. Flaco favor como una de las...
Read moreVaya por delante que no he comido en este lugar... porque no han querido darme una mesa para hacerlo. La razón: atender a la gente "de manera escalonada". Desconozco lo que significa semejante cosa. No había prácticamente nadie cuando llegué, tampoco había carteles de "Reservado" en ninguna de las muchas mesas que estaban sin ocupar, ni había prácticamente nadie cuando volví a pasar por allí, una hora más tarde, después de haber cenado en otro lugar. Puede que no les gustase mi cara, no lo discuto, o puede que con tener siquiera la posibilidad de tener más de dos mesas ocupadas a estos señores les entre temblor de piernas. Me inclino por esto último, la verdad. Que cada cual saque sus...
Read moreAyer comí aquí con mi marido 😋😃 Yo pedí: ensaladilla rusa 🎢 y costillas al vino tinto 🍖🍷, (madre mía, con solo acordarme se me cae la 🤤🤤) y mi marido bowl de pasta 🥗 y solomillo 🥩. No se qué me pasó, pero me transforme en el monstruo de las galletas, pero con los platos que nos sirvieron, probé de lo que pidió mi marido y de puro milagro no me lo comí yo, pero mis costillas .... 🤤🤤🤤🤤, que bueno todo. La próxima vez que visite 👀👀 Miranda, pasaré nuevamente, ¿Quién dijo dieta? 📏, ¿Operación bikini 👙?, Naahhh, mejor me alegro el corazón ❤️ con buena comida 🍽️😋. Muy contenta, 😍 y calidad precio 🤝...
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