Estabamos mi pareja y yo muy contentos de acudir a la feria de la palmeritas hoy, y se nos ha atragantado la visita por la acogida que hemos tenido en el restaurante el Cid. En primer lugar para tomar algo en la barra hay distinción, parece ser, entre ser del pueblo y no serlo, y claro está no recibes ni un triste aperitivo, pero vamos, creyendo resarcirnos, pasas el tema por alto y dices por lo menos, qué comeremos bien. De primero sopa de cocido escasa y templada, esperamos al segundo y nos dicen que no tienen cochinillo, siendo ésta una de las especialidades de la casa. Mi pareja pide cordero y le sirven un trozo con apenas nada que comer, para mi pido chuletas de cordero lechal y me sirven cuatro trocitos y un palo. Cuando se lo comentas a la camarera y te quejas del tamaño minúsculo de las mismas, te dice que eso es lo que has pedido, chuletillas de lechal. Siendo de familia alcarreña, parece ser que no distingo que en lugar de cordero de lechal son de embrión de lechal o incluso no sé si el cordero habría nacido, mientras observas que los platos que sirven a la mesa de al lado, que son conocidos del restaurante, tienen otras dimensiones. Quería levantarme y enseñar el plato a la mesa de al lado para comprobar si lo nuestro era normal. Por educación os diré que si nuestro propósito era ir a la feria, el dinero pagado en la comida para comer lo que hemos comido nos los hubiéramos ahorrado en la compra de 60 palmeritas de chocolate. Agradezco a la pastelería La Torre que gracias a ellos me endulzaran el mal sabor de boca que me ha dejado el restaurante. El año pasado estuvimos en este mismo restaurante y la comida fue muy satisfactoria. Suerte a los próximos y recomiendo decir que eres de Morata. Espero que por mí tierra Cogolludo y Jadraque podreis comer unas chuletas de cordero y un cordero en condiciones. Adiós al Cid y me quedo con el Marques...
Read moreTenemos una sensación de luces y sombras con este lugar . No dieron de comer casi a las cuatro de la tarde, lo cual agradecemos. Los camareros fueron muy amables, el tiempo en salir los platos un poco lento para la gente que había en el local. La cantidad en los platos abundante, la calidad de algunos de ellos la esperaba mejor. Las migas de pastor estaban un poco secas e insípidas y el guiso de toro seco, duro y demasiado sabor a pimienta. El lagarto, ( una parte rica del cerdo), estaba buena y el pastel de atún creo recordar, rico. La fabada buena , la merluza buena también. Pedimos vino y gaseosa. No me puedes poner ese vino terrible para mezclar en un menú de finde semana , era horrible y encima con denominación origen Madrid , me avergüenzo de ello sin ser un gran catador de caldos, tuvimos que mezclar abundantemente con casera para pasarlo. Los postres adecuados. Café e incluso chupito. Cuatro personas 126 euros creo. Pues a treinta eurazos por cabeza. En fin , yo, les daré la oportunidad de volver entre semana, con un menú algo más asequible, para que me demuestren que a parte de un negocio para ganar dinero tienen merecidos los premios exhibidos en la pared cual Museo de las buenas artes culinarias. No es una crítica , de verdad , es una observación de las vivencias en unas dos horas que estuvimos en un lugar muy agradable con sus luces y sus sombras. Me despido comentando que la Señora sentada en la caja registradora y ordenador al fondo de la Sala, cuál matriarca controlando todo y a todos me parece algo Rancio y en desuso para un lugar así . En fin. Desde mi más absoluto respeto , sorprendeme de nuevo en la próxima...
Read moreFuimos a comer 12 personas el lugar muy agradable, acogedor parking privado, que parecía que iba a ser una buena experiencia. Pero empezaron los problemas, Menú de 30 euros entrantes con buena pinta y segundos con muy buenas sensaciones. Nos tardan muchísimo en atender pero nos atienden. Pido sopa castellana y toro en salsa. Empiezan más problemas al rato nos dicen que no queda sopa castellana que o otra cosa o una sopa de cocido. Lo cambio por un pisto que al rato la camarera ya avergonzada nos dice que tampoco hay y que le dice a la cocina se busque la vida y lo haga, mientras nos dan algo de picar porque tardan muchísimo en hacerlo y en vez de haberlo hecho más picadito son trozos grandes, en una balsa de aceite y con cierto sabor a quemado.
Llega el segundo el toro en salsa. Una carne que es fuerte que hay que hacer muy bien, pues todo lo contrario. Si blandita pero un fuerte sabor a sal pimienta por un tubo y cierto sabor a comino, con una balsa de aceite igual. Que luego el estómago se resiente con los gases, y ni con almax se pasaba todo aquello.
Llega el postre arroz con leche casero, mal hecho sin sabor ni dulce y muy duro. En resumen una muy mala experiencia para un restaurante que no ha abierto ayer, que tiene una trayectoria de muchos años y que en tiempo pasado fue mejor. Tiene pinta de tener problemas con los cocineros.
Los camareros se diculparon en todo momento por la falta de previsión y de que ellos no daban de sí a más. Pero la experiencia ha sido muy desagradable para como pintaba el sitio. No...
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