Tenemos sentimientos encontrados de este sitio porque llegamos como a las 15.30 horas pasadas y fue el único de todo el pueblo que el fin de semana de la feria de la palmera no nos dijo que la cocina estaba cerrada, sino que nos dijo que esperáramos un poco y nos darían mesa.
No paraba de entrar más gente, en parejas y grupos y ya tuvieron que decirles que no había sitio. Pedimos en barra un tinto de verano con limón y una cerveza y nos pusieron un aperitivo. A los 5 minutos como mucho nos pasaron a una mesa y nos avisaron de que tardarían en atendernos porque casi no daban a basto. Agradecimos el detalle.
Nos pusieron en una mesa para dos en una esquina y pedimos media ración de croquetas, media de chopitos y un solomillo. No pedimos todo a la vez o según saliera, por lo que pusieron primero las dos raciones y luego el solomillo, y cada cosa era para uno de nosotros, por lo que mi novio picó un poco de lo mío y yo luego un poco de lo suyo cuando se lo trajeron, pero eso fue fallo nuestro por no avisar.
Estuvimos un poco incómodos porque casi no podíamos ni hablar por el ruido que había en el salón y sobre todo, por la mesa que teníamos al lado (tuvimos mala suerte).
A la hora de pedir los postres, sí que fue una odisea porque pasaban los camareros sirviendo, recogiendo, atendiendo a gente, sentando a nueva gente..., pero no miraba ninguno a nuestra mesa. Hice como 4 ó 5 intentos de levantar la mano para avisarles, llamarles cuando pasaban cerca... y me sacó un poco de quicio. Pero finalmente, por fin, nos atendieron y pedimos un milhojas y leche frita y un café.
Nos lo comimos, pero el café no vino, así que decidimos ir a pagar en barra y que mi novio se tomara el café ahí, porque era imposible estar en el salón y esperar más, que para lo que otro día hubiese sido 1 hora de comida, invertimos 2...
En barra nos pidieron perdón de nuevo por el ruido y la espera y pagamos (no habían cobrado las dos bebidas de la barra y se lo dijo mi novio, pero luego vi que habían puesto pan x 4, y mi novio decía que sería el pan y el cubierto, pero eso no lo he visto nunca indicado así, por lo que no nos cuadró mucho...).
Nos dijeron que nos invitaban a un licor allí en barra y nos bebimos un...
Read morePues nada, voy a ponerle una reseña como esta mandado a este restaurante en el pueblo de Morata de Tajuña en Madrid. Es posiblemente el restaurante donde más veces haya comido desde los más de 20 años q hace q voy con familia y amigos y nunca defrauda. Ahora está en un hotel que cogieron a la salida del pueblo donde tienen habitaciones por si las celebraciones se alargan. Según entras a la izquierda está la barra, ideal para tomar cervezas y sus variadas tapas y enfrente la entrada al salón q además dispone de una terraza con varias mesas para el buen tiempo, muy agradable. Sobre la cocina q decir, he probado toda la carta y muchas de las opciones q tienen fuera de ella q van cambiando con el tiempo. La última vez había buena variedad de marisco incluyendo gamba roja de Denia. Sobre las carnes ahora han dejado de tener el cordero, q hacían de muerte en el anterior local donde había un horno para ello, y la carne a la piedra ya q en este local se forma bastante humareda y es incómodo. Para suplir esto han puesto unas brasas en la cocina y todo lo q hacen tiene un sabor a carbón q hace delicioso todo lo sale de ahí. Ahora tienen en carta dos de los cortes q están más de moda como el Tomahawk y el T Bone, este último lo pedimos en la última visita y tenía un sabor muy bueno, según me comentó Joaquín es carne madurada durante al menos 90 días. En definitiva, no dejen de visitar este restaurante si están por la zona, no se...
Read moreUna buena opción en Morata. Hemos ido algo forzados, no teníamos mucho tiempo por que necesitaban la mesa y demasiado que nos han hecho un hueco... Dicho esto... El local está bien, a la altura de lo esperado en ese rango de restaurante, cómodo y agradable, aunque poco adaptado para minusválidos por los escalones de entrada. La carta está bien, algo excesiva presencia de pescados y mariscos (como el 70%) para mí expectativa, esperaba más cuchara, más carne de caza... Pero es opinión subjetiva. La cocina funciona bien, muy bien comparado con otros restaurantes de la zona, pero solo bien comparado con otros restaurantes de ese rango de precios. Especialmente recomendables la ensaladilla rusa (que no es tan fácil de hacer bien) y el rabo de toro, una delicia. El servicio no puede ser mejor, atento en todo momento, aconsejando bien, pendiente sin atosigar, profesional, muy profesional... De lo mejor... La relación calidad cantidad precio no es perfecta, resulta excesivo habiendo tantas opciones en la zona... Pero vuelvo al comentario inicial, íbamos con hora de salida y tal vez eso ha influido en la valoración al no poder disfrutar la experiencia con calma. No es un descarte pero tampoco una elección, hay más locales en la zona pero no obstante volveremos si de presenta la ocasión, con más tiempo y mejor reserva para revisar...
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