Restaurante La Yaya — Restaurant in Noja

Una autentica pena. Conocimaos este restaurante cuando estaba en Mercuelo. Estaba decorado con muy buen gusto,luz tenue y acogedor. Los camareros eran tan amables y serviciales que no se te quitaba la sonrisa de la boca. Te explicaban cada plato como si lo harian enfrente tuyo,cada ingrediente de donde procedia,te aconsejaban....todo esto se ha perdido. Se ha combertido en un restaurante caro como otro cualquiero. Mi experiencia es la siguiente; llamamos para reservar y nos dicen q a las 15:30 cierra cocina asiq q no tardemos. Llegamos a las 15:00 con la sorpresa de q solo tienen dos mesas ocupadas( en el anterior local era muy dificil encontrar sitio a ultima hora) y eso nos choco un poco. Tras esperar un rato,aparece un camarero y nos sienta,le indicamos q vamos a comer el menu del dia(19€). Asiq mientras nos decidimos en q pedir nos pregunta x la bebida: agua y vino blanco. Primer dato; traen una botella de agua y una botella de vino blanco abierta y q qdaba menos de un cuarto,me sirve una copa y se la lleva.....en serio? De primero pedimo goccis de pera y montadito de verduras, o lo q eslo mismo, 5 minisaquitos de pasta rellena con sabor a pera con salasa carbonara por encima y verduras en wok dispuesta como un montadito. Racion pequeña y sin grandes sabores...A mitad de estar comieno el primer plato nos traen el pan, por llamarle algo ( 2 panecillos como los del 100montaditos) y nos dicen q ha tardado porque estaban horneandolos. De segundo, pollo a la brasa y entrecot a la plancha muy poco hecho. Para cuando nos traen los segundos son las 15:45. El pollo bien,buen sabor pero tampoco para tirar cohetes. El entrecot hecho,muy hecho,caso estaba enegrecido por fuera. Espero a que salga algun camarero de donde se ocultan,xq al no haber barra ni nada..no se si se meten en cocina o q... Tras varios minutos les comento q esta muy hecho. Me piden diculpas y se lo bajan a cocina. Al de un rato viene un camarero y me pide disculpas y q en 4minutos me traen otro poco hecho. Al de 4 minutos sube una cocinera y me pide disculpas y me dice qen 5 minutos me traen el entrecot poko hecho....añ de otros 5 minutos viene el camarero que habia cogido la comanda y me pide discupas y q en un rato me suben el entrecot poco hecho.....entre unos y otro habian pasado 15 minutos yaun no staba el entrecot. De mientras mi acompañante se acaba su plato. Me suben el entrecot,poco hecho. Me piden q lo mire,lo abro y si! Esta poco hecho. Me lo meto en la boca y.....sta congelado por dentro!!! Una pena.....era ya mas de las 16:20 asiq no digo nada,me como un cacho y pido el postre y la cuenta. El postre una tarta tipica de supermercado o buffet.

Me encantaba este restaurante cuando estaba en Meruelo, pero ahora...ya se que no volvere y no se lo recomendare a nadie,muy caro y sin buena...

✴️Un Domingo Inolvidable en La Yaya de Noja: ¡Más que una Comida, una Experiencia! Noja, 25 de mayo de 2025* - Hoy, en un soleado domingo de primavera, hemos descubierto una auténtica joya gastronómica en Noja que ha superado todas nuestras expectativas: el Restaurante La Yaya*. Si buscáis un lugar que combine a la perfección un ambiente moderno y chic con una calidez acogedora que invita a quedarse, este es vuestro sitio.

Desde el momento en que cruzamos la puerta, nos envolvió una atmósfera vibrante pero a la vez íntima. La decoración, contemporánea y con mucho gusto, crea un espacio donde uno se siente especial. Incluso la música ambiental, cuidadosamente seleccionada, se integraba perfectamente en la experiencia gastronómica, añadiendo un toque de distinción sin resultar invasiva. Pero lo que realmente elevó la experiencia a otro nivel fue el trato del personal. Pocas veces se encuentra un equipo tan atento, profesional y genuinamente amable. La rapidez y eficiencia en el servicio fueron la guinda de una atención sencillamente inmejorable.

Aunque disponen de una apetecible carta, nos decantamos por el menú del día de fin de semana, con un precio de 25€ (bebidas no incluidas) que, por la calidad y elaboración ofrecida, nos pareció más que justo. ¡Y qué acierto! Cada plato fue una demostración de pasión por la cocina bien hecha.

Mi mujer comenzó con unos fiocchi rellenos de pera y queso que eran pura poesía en el paladar: una explosión de sabor delicado y sorprendente que aún recuerda con una sonrisa. Yo, por mi parte, opté por unas fabes que fueron una revelación: una presentación moderna pero con todo el sabor profundo y reconfortante de antaño. Eran, sin duda, de esas que te hacen exclamar: "¡Están de muerte!".

Los segundos platos mantuvieron el listón altísimo. Un cabra roca fresco y cocinado a la perfección, y un codillo tan tierno y sabroso que era un auténtico pecado mortal no disfrutarlo hasta el último bocado.

Y cuando pensábamos que la cosa no podía mejorar, llegaron los postres. Una delicada tarta de fresa con helado y una jugosa tarta de zanahoria, también acompañada de helado, pusieron el broche de oro a una comida memorable. Lejos de ser un mero trámite, los postres eran una continuación de la excelencia, cuidados y deliciosos.

En definitiva, La Yaya no es solo un restaurante, es un destino. Un lugar donde la buena mesa, el ambiente excepcional y un servicio de primera se fusionan para crear momentos inolvidables. Salimos encantados y con la certeza de que, en nuestra próxima visita a Noja, volveremos a cruzar sus puertas para seguir disfrutando de su maravillosa propuesta. ¡Absolutamente recomendable! Si está reseña te ha sido útil, déjame un LIKE, que no...

Éramos 5 personas y entramos a la reserva a las 15:00 , como teníamos previsto. Tardamos 25 minutos en ser atendidos , pedimos 4 entrantes y unos segundos para cada uno , el primer entrante tardó 25 minutos en llegar , unas "croquetas" . Los segundos dos aperitivos, que fueron dos ensaladas de mezclum con tomate y una burrata , tardaron 14 minutos más que las croquetas. El último entrante era el ceviche de lubina que cuando nos llegó a la mesa llevábamos más de una hora sentados en el establecimiento . A la hora de pedir los segundos platos , uno de los comensales reiteró en repetidas ocasiones su alergia a cualquier tipo de producto con picante , además de tardar más de 20 minutos en traerlos , su plato "tataki de atun" llevaba un punto de concentrado de wasabi , al expresarle al camarero su alergia , el contestó que si era alérgico que no lo comiera e hizo caso omiso a su petición. Otro de los comensales pidió una chuleta de un kilo pidiendola también al punto menos y llegó a punto más. Mi hamburguesa además de estar pasada de coccion , llevaba un trozo de queso prácticamente incomestible y un pan prácticamente del grosor de una moneda . Otro de los platos fue una costilla la cual por la exagerada cantidad de grasa que llevaba era prácticamente incomestible. Pedimos dos cafés con hielo , los cuales nos hizo el camarero con una coctelera, y no nos puso el hielo. Otros dos cafés fueron un cortado el cual pidió también un vaso de hielo que no llegó, y un americano que tuvimos que pedir dos veces ya que el camarero también se olvidó. Por último recalcar que las 5 personas que participaron en esta experiencia nos dedicamos a la hostelería y consideramos tener un criterio mínimo para evaluar este tipo de experiencias . Para finalizar me gustaría recalcar nuestra decepción con este establecimiento pero tambien el buen trato recibido por parte de una camarera que fue sumamente amable . Con este tipo de reseña nuestra única intención es dar a conocer nuestra experiencia sin ningún tipo de intención negativa contra el...