O Xantar De Pepa — Restaurant in O Porriño

Le ponemos una estrella porque no hay menos. Fuimos 14 mujeres a cenar con reserva de más de 15 días, cuando se habló con ellos nos dijeron que posiblemente pudiese ser en terraza y al llegar tenían la mesa montada dentro (con 3 o 4 mesas grandes fuera). El encargado o dueño, no sabemos, fue lo peor que nos encontramos en la hostelería en la vida. Teníamos reservado para las 22h, preguntamos si podríamos demorarnos media hora y dijo que no. Al llegar en hora nos mandó tomar algo afuera y en cuanto quiso, a los 10min, nos quería meter dentro. Quiso que comiésemos lo que a él le daba la gana, las tablas de embutidos cortados de hace 3 días y la empanada de zamburiñas que se ponía mala. Al decirle a la empanada que no porque la íbamos a comer al día siguiente le dijo a una de nosotras que estaba bebiendo cerveza que al día siguiente seguro que también iba a beberla replicando. Finalmente pedimos lo que quisimos pero las croquetas, como no le llegaban, nos las partió en trozos para de una ración hacer tres. Los calamares eran la mitad de ración que en el resto de mesas. La hamburguesa me dice que "me sale sin pan" como si fuese así por norma en vez de decir que no tiene pan. Pedimos el mismo vino que tomamos de inicio y nos trajo el que le dio la gana porque se le acabó (se lo mandamos recoger). Pedimos hielo, nos dicen que no tienen y a los 2min vemos salir vasos de hielo a tope (total, que si que tenían). Al pedir la cuenta le comentamos absolutamente todo esto y con excusas baratas nos da la razón, nos quita las croquetas de la cuenta y poco más. Cuando le decimos que la comida está buena pero el servicio fatal le echa la culpa a los camareros diciendo que: "este lleva 1 semana", "este otro 3 días", etc. cuando a pesar de que los camareros se veía que eran novatos, el problema es ÉL. Nos fastidia porque la terraza es chula, está bien situado, la comida está buena en general y el precio está bien, pero no volveremos en la vida ni podemos...

Malisima experiencia, entramos sin reserva y nos sentaron sin problema. Nos traen la bebida y la carta, todo bien hasta aquí. Después de preguntar 3 veces cuando nos van a tomar nota, como 1 hora después aparece un chico, el que toma nota de la comida, y muy chulo y prepotente nos dice de que queríamos sin reserva, que primero atienden a los demás y ya si eso a la gente sin reserva. Nadie nos aviso de que lo hacían así, porque en tal caso buscaría otro sitio para comer. A todo esto añade que es como se hace siempre en todos sitios, haciéndonos sentir como 2 tontos. Así se hará en Porriño ya que es la 1a vez que me pasa. Cuando le empezamos a decir los platos de la carta, nos dice que en realidad la carta que nos han traído no sirve hasta por la noche y que el medio día solo sirven platos de la 1a página que estaba añadida al menú. En ningún momento se nos dijo que no podíamos elegir platos de la carta, aparte de para que me la sacas si no se puede? Sin sentido. Este hombre no debería de trabajar cara al cliente porque es un mal educado (solo hablo del chico que toma nota de la comida, ya que los otros 2 chicos que ponían las mesas y la bebida en la terraza han sido muy amables). Y cuando por fin nos traen la comida, pues no estaba ni buena. Las zamburriñas pasadisimas de cocción, no se podían ni despegar de la concha ni masticar. Lo único que se salva son las navajas que estaban aceptables. No recomiendo nada este sitio, hay sitios mucho mejores en Porriño en todos...

Fuimos sin reserva, y pese a sentarnos, nadie nos explicó hasta 45 minutos después que no nos estaban atendiendo porque “las reservas tienen prioridad”, además pretendiendo dar a entender que eso es lo normal porque “Eso es así en todos los lugares” Bueno, será en Porriño porque es la primera vez en mi vida que si hay una mesa libre y pese a no tener reserva, mi prioridad no es la misma que la de los demás. Sino, no me sientes, o avísame que me vas a ignorar 1 hora para que yo decida si quiero esperar o no. Tras 50 minutos por fin pudimos pedir pero a nadie se le había ocurrido explicarnos que de las dos hojas de carta que nos dieron solo podíamos pedir platos de una pequeña sección, eliminando así el 70% de los productos de la carta que nos habían dado, y por supuesto nada de lo que habíamos estado pensando durante esa hora de espera estaba en esa sección. En fin, pésimo servicio en ese sentido. La comida regular, las zamburiñas estaban pasadísimas de cocción y eran muy pequeñas, como se aprecia en la foto. Lo mejor, las navajas, por destacar algo. Y el local tiene mucho encanto. Si vais, recomiendo que reservéis para que os traten como “con prioridad”, y si no reserváis y hay mucha gente, ya sabéis lo que toca, paciencia, para el...