El Cotarro Restaurant — Restaurant in Oleiros

La verdad es que era asidua a este local y siempre había estado encantado con la comida, pero la verdad es que ha desmejorado mucho últimamente. Anteriormente en una cena ya tuvimos que pedir que retirasen un plato ya que la carne no estaba en buen estado, a lo que se limitaron respondiendo que era así y que aunque la repitiesen seguiría siendo igual. Lo que no tuvieron en cuenta que era un plato que pedíamos siempre que íbamos y que para nada se servía de esa manera. Pero lo que ha pasado hoy ya ha sido la gota que colma el vaso. Comenzamos con que teniendo una mesa en la terraza para 11 personas reservada desde hace una semana, han llamado horas antes de la comida para indicarnos que nos cambiaban la mesa debido al tiempo y que iba a llover. Cual es nuestra sorpresa? Que cuando llegamos vemos que en el exterior tienen un reservado que ocupa toda la terraza y por eso nos cambian la reserva, cosa que podría comprender si hubiese sido notificado y no poniendo una excusa mala como fue lo del tiempo. Para continuar nos sentamos a comer en el salón interior y pedimos la comida que básicamente se centraba en tiras de costilla, ternera y criollos junto con unas ensaladas y unos langostinos crujientes. Los langostinos como siempre estaban ricos y eso no se lo puedo negar, pero a continuación sirvieron unas ensaladas con la lechuga pasada y unas costillas de cerdo con criollos simplemente carbonizados, cuatro raciones quemadas. Las cuales se limitaron a darle la vuelta para que no se viese el quemado a excepción de los criollos que era imposible el camuflarlos. A lo cual le pedimos que cambiasen parte de los criollos porque estaban literalmente incomible y se limitaron a tirarlo encima de la mesa de cualquier manera. En definitiva no volveré y es una pena que siendo clienta habitual a este local tenga que llegar a esta situación, ya que, actualmente con el precio medio que tiene por persona deberían cuidar más las formas...

La primera vez fui sola con mi pareja y me quedé contentísima, hay que decir que ese día eramos 3 mesas a lo sumo, decidí repetir para llevar a mi madre por su cumpleaños en el día de hoy y nos fuimos alucinadas con la mala educación de la mayoría de camareros... Para empezar la mesa que habíamos reservado no era la que nos dieron, no nos importó pero una explicación no venía mal para no tener que imaginartelo tú, la comida tardo bastante pero bueno bien, hasta que llego el postre y había varias mesas fumando y a nosotros vinieron a decirnos que nos teníamos que levantar al medio de el pasillo a fumar alado de un barril inclinado y de pie, mi madre de 60 años con su café incluida, les preguntamos por qué y nos dijeron que teníamos más gente al rededor que lo demás.... De primeras si dejas a unos no puedes decirle a los otros que no por que es la misma terraza y menos hacer levantar a una señora a fumar de pie en el medio de un pasillo, muy maleducados además, pedimos la cuenta mientras tomábamos el postre ya de mala gana y venían todo el rato a revisar mientras comíamos si estaba el dinero ahí, haciendo la de recoger un plato para volver a mirar y dejando ahí los cafes vacíos.... Y por último no le devolvieron ni el hasta luego a mi madre ( solo una camarera que era la más decente) que ya se tuvo que ir llamándolos maleducados por que madre mía tiene tela el asunto, que yo siendo camarera y atendiendo a más de 150 personas por servicio entre 3 tenga que ir a un sitio con demasiado personal para tan poca mesa a recibir ese trato..... Una perna por que la comida está buena pero ahí os quedáis y así os...

Buen descubrimiento en Santa Cruz, accedimos al restaurante por unas escaleras que daban la sensación de estar entrando en un lugar clandestino, luego vimos que tiene acceso por otro lado y con mesas en exterior. El local me resultó amplio y sin muchas florituras, destaca la parrilla situada en un rincón con una vitrina de carnes, con una pinta extraordinaria, por no decir nada del olor a brasa. Reservamos por teléfono y nos dieron una sola condición, la mesa tenía que quedar libre a las 15h. Fueron muy rápidos y atentos en todo momento, la mesa que nos dieron estaba entre la barra y la parrilla, por lo que tuvimos mucho movimiento alrededor, la única pega fué escuchar discutir al personal entre ellos, se entiende que la exigencia para que todo salga bien causa estas cosas, pero deberían tener un poco de cuidado de cara al cliente. La comida fué fenomenal, de entrante pedimos huevos rotos con jamón, se notaba que el jamón era "del bueno", y la ración más que suficiente, mi pareja se pidió puntillitas y yo quería un chuletón, pero gracias a la camarera que me dijo lo que pesaba la bestia cambié, estaban sobre los 600grs, por lo que me aconsejó un entrecote, me preguntó el punto de la carne y en cuestión de 5 minutos ya teníamos el entrante. De postre mi pareja se pidió una tarta de queso, yo no pude con más y pedí un café sólo doble. Muy buen sitio y muy...