En el idílico enclave del paseo marítimo a lo largo de la costa Valenciana, fuimos agraciados en una cálida noche estival con la presencia del encantador "Maitai". Bajo la atenta mirada de la luna que danzaba sobre las olas y la suave brisa marina, nuestra experiencia culinaria se tornó en un deleite sin parangón.
Sin lugar a dudas, la corona de nuestra vivencia en este rincón gastronómico fue la figura excepcional de Claudia, una camarera cuyo servicio trascendió lo ordinario y ascendió a lo sobresaliente. Su atención meticulosa y exquisita no solo enriqueció, sino que definió nuestra velada con un resplandor de distinción que superó cualquier expectativa.
En el fragor de una noche estival, cuando el aire parecía impregnado de historias milenarias y la arena era testigo de siluetas que parecían fundirse con la eternidad, nuestra elección para saciar la sed y el alma fue la emblemática jarra de agua de Valencia. Este elixir, cuyos matices cítricos se entrelazan con el legado de la región, se convirtió en una suerte de bálsamo refrescante que acarició nuestros sentidos y nos sumergió en la rica herencia de la costa Valenciana.
Así, en esta noche de magia y descubrimientos, en la que Claudia se erigió como faro de hospitalidad excepcional, nos sumergimos en una pausa suspendida en el tiempo. El rítmico murmullo de las olas y la atención dedicada de Claudia tejieron un telar de memorias imborrables, mientras que la jarra de agua de Valencia actuó como el elixir de los dioses, embriagando nuestros paladares con una amalgama de sabores y leyendas.
En el corazón de esta experiencia, la culminación de sabores y la influencia de Claudia convergieron en una sinfonía de placer. Así es como Maitai, Claudia y la Jarra de Agua de Valencia se funden en una trinidad que trasciende lo mundano y nos transporta a un reino donde lo...
Read moreUbicado estratégicamente con vistas panorámicas al mar, el café-bar MaiTai se erige como un refugio tranquilo y acogedor para aquellos que buscan una experiencia junto a la brisa marina. Situado en una posición privilegiada, su encanto comienza con la pintoresca vista que ofrece, donde el azul del océano se mezcla con el horizonte en un espectáculo visual inolvidable.
La atmósfera del MaiTai invita a relajarse y disfrutar de la calma que solo el sonido de las olas puede ofrecer. Con una decoración que evoca el espíritu tropical y playero, cada rincón del local emana una sensación de bienestar y tranquilidad, ideal para escapar del bullicio de la vida cotidiana.
El servicio en el MaiTai es otro punto destacado. El personal se distingue por su atención y amabilidad, siempre dispuestos a satisfacer las necesidades de los clientes. Desde el momento en que se cruza la puerta, uno se siente bienvenido y cuidado, lo que añade un valor significativo a la experiencia general.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la calidad y el ambiente excepcionales del MaiTai vienen con un precio. Aunque la experiencia vale la pena, algunos pueden encontrar que los precios son un poco elevados en comparación con otros establecimientos similares. No obstante, para aquellos que buscan una experiencia gastronómica única junto al mar, el MaiTai sigue siendo una opción atractiva.
En resumen, el café-bar MaiTai ofrece una combinación irresistible de ubicación pintoresca, ambiente acogedor y servicio excepcional. Aunque el precio puede ser un obstáculo para algunos, la experiencia general compensa con creces cualquier consideración económica. Es el lugar ideal para relajarse, disfrutar de...
Read moreA ver, por donde empezar... Pasamos por el paseo y vimos una mesa libre y decidimos sentarnos. Pese a tener servicio de terraza, tardaron 15 minutos en cogernos nota. Nos dijo que había cerveza Maestra en botellín y en barril y pedimos dos tanques (jarras). Luego han tardado 10 minutos más en traernos dos cañas,(con precio de tanques en el ticket) por lo que decidimos decírselo, y, a sabiendas de que podrían coger las cañas y ponerlas en los tanques, le pedimos que lo cambiaran por dos tercios. Después de unos 5 minutos más de espera, nos trae los dos tanques iniciales, a lo que, de nuevo, le dijimos que le habíamos pedido que lo cambiara por dos botellines, y nos responde que solo tienen de barril...
Aparte de nuestra propia experiencia, en la mesa de muestra izquierda se quejaron que había sillas rotas y que en una de ellas un niño que iba con ellos se había roto el pantalón. Otra mesa más se quejó de que habían pagado ya y les habían traído el cambio y aun les faltaba un batido que habían pedido (hace rato, como os podéis imaginar a estas alturas). Otra mesa se estuvo quejandl desde que nos sentamos de que no les atendían.
Hacia tiempo que no veíamos un servicio tan malo, incluso me atrevería a decir que nunca había recibido un servicio de estas características; absolutamente desastroso. No recomiendo en...
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