Fuimos mi marido y yo el pasado miércoles 30 de julio a cenar para celebrar y fue la elección perfecta para nosotros. El ambiente y la decoración están muy cuidados, viendo detalles en cada lugar al que mires, ya sean las paredes con los dibujos, la cita de la Regenta o las paredes de estanterías con conservas que te transportan a otra época. Respecto a la comida, probamos la ensalada de tomate de Candamo, que estaba increíble, bien aliñada, con el tomate en su punto y a buena temperatura; seguimos con las croquetas de jamón, calamares en su tinta y gamoneu con manzana, que no siendo yo muy fan de las croquetas, estaban jugosas, cremosas y llenas de sabor, y para terminar los entrantes, pedimos la ensaladilla de la casa, que estaba también increíble, jugosa y llena de sabor. Seguimos con un plato de cecina y de calamares frescos fritos con alioli de tinta. La cecina estaba al punto de maduración, llena de sabor y a una temperatura adecuada para disfrutarla junto con un pan tradicional; los calamares estaban fritos con una capa muy fina de harina y estaba muy tiernos, para comer y no parar. Como plato principal, pedimos un arroz meloso con vieiras y langostinos para compartir. Las vieiras estaban en su punto, igual que el arroz que estaba lleno de sabor. Como colofón, pedimos dos postres, el tocinillo de cielo con helado de regaliz y el falso tatin de manzana con helado de sidra dulce y módena. Ambos postres están muy bien elaborados, con un buen tamaño aunque no llegan a cansar y tanto el tocinillo como la tatin encajan perfectamente con el helado que los acompañan. Todo lo acompañamos de una botella de vino alvariño, que estaba muy rico y a una temperatura adecuada. La atención y el servicio fue maravillosa y cuidada, siempre pendientes de lo que pudiésemos necesitar, y aconsejándonos. ¡Una cena maravillosa y un sitio...
Read moreHicimos una reserva informado que queríamos una tortilla( teníamos referencia de que las hacen muy bien) La persona que ne atendió me informo que la reserva sería en la terraza, sin yo pedirlo. Cuando estabas comiendo se presentó un personaje ( suponemos que el encargado, ya que su actitud no podría ser la del dueño.....)llamándonos la atención de muy malas formas, en voz alta, enterándose todos los clientes, por haber hecho una reserva solamente para comer una tortilla, no habiendo sido así ya que en ningún momento yo había pedido la terraza....y antes de comprobar que, además pedimos otros platos y postre ....llegó a quitarnos los vasos de agua teniendo sobre la mesa una botella de agua mineral... En ese tiempo hubo entre los camareros un altercado con palabras malsonantes, con gritos que todos pudimos escuchar y presenciar....suponemos que muy acorde y formados por dicho personaje sin ninguna educación ni profesionalidad. Después de pagar nos insultó y dijo que preferia no volvernos a vernos...que no le interesabamos como clientes. Por mi profesión se cuando estoy entre profesionales de restauración....y este personaje carece de lo mínimo para estar trabajando en un lugar de atención al público. Lamentable y vergonzoso. La...
Read moreLa atención de "Nacho", al frente de la taberna de La Vizcaína, supera lo previsible. Es un profesional serio, sin ser zalamero. Canta la carta con sobriedad y convicción. Si para él eres un cliente, pasas a ser su invitado, que también pasa por caja con gusto y consideración. Cada plato, aunque suene a conocido, la carta parlante lo explica con detalle. El nombre, su elaboración, el porqué del producto elegido y ese algo que encierra difícil de explicar, por qué no quiere, o para que vuelvas y repitas. Las raciones, más que espléndidas, reparten color y emanan aromas a la espera que alguien se atreva a sumergirse en su sabor. Las mesas sin mantel, limpias y suficientemente ilustradas, que no necesitan más cambio que ser ocupada por nuevas comandas y un golpe de bayeta que las hace siempre estar en perfecto estado de revista. Es difícil encontrar “Un balneario que tiene un puebliño” definición de Las Caldas, según Nacho. Mucho más difícil es mantenerse digno en ese oficio de tabernero que desempeña Nacho en La Vizcaína; una Taberna que tiene un balneario y un puebliño para todos los que la visitan.
Unas palabras para el personal de La Vizcaína y en especial para Nacho Javier y Enriqueta....
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