En mi primera visita a Naguar, se la pegaron. Con todas las letras y como suena. Llegué con altas expectativas y me fui de allí sin comprarles una escoba a excepción del siempre sensacional coulant de cocido (Pincho ganador del campeonato nacional 2013). Cierto es que las malas experiencias cuestan lo mismo que las buenas. Pero leches, era obvio que algo había pasado cuando un tío que ha hecho historia en la gastronomía asturiana como es Pedro Martino, me dejara con una sensación completamente anodina tras probar su menú degustación. No haberle dado una segunda oportunidad, habría supuesto renunciar a conocer una cocina que tiene muchísimo más que decir de lo que imaginaba, en una ciudad que por desgracia, continúa sin rendir cuentas con sus mejores propuestas gastronómicas.
Es verdad que sigue sin gustarme un local al que creo que le falta alma por todos los lados. También lo es, que sigo sin comprarles el discurso del año 2020 por lo sumamente difícil que es de realizar. Pero en esta segunda experiencia, me he tenido que rendir al evidente talento de un cocinero que no siempre ha tenido la suerte de su lado y que ahora, parece que empieza a resurgir de sus cenizas a través de una propuesta cargada de sapiencia, reflexión, profundidad, técnica y defensa de la despensa asturiana.
La carta no sólo es una buena muestra de ello, es un escaparate perfecto para iniciarse en esta casa. Escaparate que transmite fielmente las pretensiones que tienen y que logró hacerme disfrutar desde el aperitivo hasta el último de los postres (en plural). Empezamos por la esfera de fabada escabechada. Un plato tosco en su presentación, pero abrumador en el paladar. Sabores muy reconocibles y con esa deliciosa y controlada acidez de un buen escabeche haciendo de coche escoba. De esta forma encaminarse hacia una armonía que vaticinaba lo mejor era inevitable.
Llegó el coulant de cocido, un entrante que siempre se ha de pedir. Sorprende lo fielmente que transmite el arco de sabores de un cocido tradicional en tan solo un bocado. Técnica y mucho recorrido detrás, para lograr un resultado fabuloso y francamente divertido. Algo parecido volví a encontrar en las croquetas de bacalao al pil-pil. Infinitamente mejor que en mi visita previa con una explosión de cremosidad y gusto casi insultante.
Así que viendo el nivel, todos los que estábamos en la mesa decidimos compartir los platos principales sabiendo que de esta manera ganaríamos aún más emociones. Me quedo especialmente con tres: Bonito - Galano 2017, merluza de pincho de Cudillero en su jugo con almejas y los callos Martino. El primero con una gran estética y puesta en escena sin que un exquisito bonito perdiese protagonismo lo más mínimo. Punto clavado al igual que en una espectacular merluza que acaparó todos los elogios de la noche. Un plato de conjunción más clásica, pero capaz de transmitir una cantidad de sensaciones magníficas de las cuales destaco los yodados de unas almejas superlativas y el gusto inconfundible de un merluza de primera.
Los callos por otra parte son un icono del chef. Trozos pequeños lavados con esmero, bien guisados y acompañados de unas siempre agradecidas patatas fritas. Francamente ricos aunque para mi gusto, con un punto más de melosidad y reducción hubieran sido históricos. Lo que fue realmente histórico fue el capítulo de postres. A cada cual mejor porque la crema de arroz con leche es una absoluta barbaridad. Aunque, sin ser especialmente chocolatero, me quedo con la ensalada de chocolate con concentrado especiado de pimiento rojo. Sublimes sus contrastes de sabores dentro de un postre que abraza lo vegetal de forma magistral. Ricos también la roca crujiente de merengue con queso "La Saregana" al cardamomo y crema inglesa de zanahoria; y el soufflé de avellanas con helado de chocolate. Quizás este último...
Read moreOf all the restaurants we have been fortunate to visit in Asturias, this was my family’s favorite. Set in a small home above the river, with a view of the beautiful valley around Caces, it’s really just a lovely place to have a meal. The staff is friendly and super attentive… they clearly take joy in creating their excellent food, and in building a friendly and jovial atmosphere in which to enjoy it. They were just wonderful. And the food was amazing. Every course was excellent… it was not easy to choose favorites… all were memorable and executed with full respect for ingredients. The chef has confidence and belief in what he is doing. And it is warranted. The wine list was excellent and full of interesting options… a variety of price points… something to suit all diners, certainly. It was very well suited to the menu; they clearly put a lot of thought into it as well. All in all, a memorable afternoon, and a top recommendation for a group of people who are true professionals in hospitality and...
Read moreI am an American cook who has been living in Asturias for the past six months. The tasting menu offered at Pedro Martino's restaurant is a world-class dining experience. The restaurant venue itself is beautiful. The service was excellent. The progression of perfectly-cooked dishes highlighted the restaurant's clarity of vision and connection to the beauty of the surroundings. The dishes themselves reflected a master chef's understanding of what the region of Asturias means through food. ...
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