Café del Mar ajuy — Restaurant in Pájara

Lastima no poder dar menos de una estrella. Daría la peor valoración de todos los restaurantes en los que he estado. Solo puedo valorar el servicio, porque nos tuvimos que ir por el trato tan inaceptable, grosero, maleducado y denigrante con el que fuimos tratados. Desde el primer momento, la única camarera que había nos maltrató, nos trató con una soberbia que jamás había sentido en ningún restaurante. Empezamos mal cuando mi amigo fue a preguntar si reservaban mesa y de muy malas formas le dijo que no, y al preguntar mi amigo si cree que habría problemas de mesas para ir a comer sobre las 14:00, le contestó de muy malas maneras, que ella que sabía, que no podía adivinar cuánta gente iría a comer. Estuvimos a punto de no ir a comer por la mala educación de la camarera, pero nos habían recomendado este restaurante. Cuando fuimos a la hora de comer, al preguntar por una mesa libre de dos personas, por si podíamos sentarnos tres: frase textual: “pero que dicen, cómo se van a sentar ahí, no ven que no me van a dejar paso”. Había suficiente espacio para que la camarera pasara, pero de cualquier manera no son formas, y si no podíamos sentarnos, según ella, que menos que ser un poco más amable y decir algo como: “Perdonen ustedes pero es que si se ponen tres personas en esa mesa voy a tener un poco más difícil pasar. Lo siento”. Nos habían recomendado mucho el restaurante y decidimos quedarnos a pesar de todo. Nos dijo que enseguida quedaría una mesa para tres. Estábamos esperando la mesa y pasaron dos personas que no sabíamos donde iban y pasa la camarera y nos dice textualmente: “pero que hacéis, que se os están colando”. ¿Son esas maneras de tratar unos clientes? Pedimos unas bebidas mientras esperamos y de muy malas maneras la camarera nos dice que si no vemos que no puede que está sola. No se porque seguimos allí, pero pensamos que tendria un mal día. El remate fue cuando uno de mis amigos estaba fumando en la terraza al aire libre. No había ninguna señal de prohibido fumar en la terraza, y a día de hoy se permite. De muy malas maneras le echó un rapapolvo increíble a mi amigo. Tan fácil como decir: “si no le importa no fumar se lo agradecería”. Y ya para rematar la faena, mi amigo, cuando nos va a tomar nota le dice con educación a la camarera que el trato no estaba siendo muy amable, y nos contesta: es que si se creen que el cliente siempre tiene razón, están muy equivocados. Ahora entiendo porque está casi siempre cerrado. Aprendan un poco de cómo tratar con un mínimo de educación y respeto a...

El trato por parte de la mujer que nos atendiò , no ha sido bueno. Estaba muy alterada, muy estresada y muy agresiva en sus expresiones y en su forma de comunicarse con nosotros, desde el primer momento en el que hemos llegado. Pedimos una caña y la reprimenda fue de campeonato , justificando su agobio por el lleno de clientes. Eso sí, acompañaba sus expresiones de estrés, con muchos “ mi amor”, “ cariño mío”, cosa que no resultaba muy creíble . La comida que pedimos , muy regular tirando a desafortunada. La ensalada muy pequeña , el tomate, a parte de saber muy ácido , estaba durísimo. Las Gambas al ajillo, con un sabor muy raro. Secas y tiesas. Las verduras en tempura , más que tempura , era algo más parecido a frito. La salsa tipo teryyaki o algo así, de dudosa procedencia de preparaciòn. Las papas, tan deseadas por nosotros , eran minúsculas y escasas. Además, está el asunto del vino; …nos han cobrado 18€ por un vino blanco que no pedimos, de Canarias, cuando pedimos un vino de Galicia , dado que la mujer era de allí y se ofreciò a sacarnos lo mejor de su tierra, según ella, y que al final , nos ofreciò un “Godello” bastante ofendida por pedirle un Albariño… Esta marca , no nos gustò y nos sacò impetuosamente , un vino blanco que ella decidiò y sin decirnos el precio. Decidimos envainar nuestra lengua , tomarnos ese vino y admitir el gran error de pedir un vino blanco , en esas condiciones de irregularidad y tragedia gastronòmica evidente. Quizás, hoy no era el día para ir a este sitio, o quizás hemos pedido mal, o quizás no hemos caído en gracia a esta mujer. Son demasiadas cosas. Se merece una opiniòn sincera por nuestra parte , cosa que no nos ha preguntado al estar allí… Lo mejor, quizás pueda ser el resto de la carta que no hemos sabido elegir. Resumiendo: Una cuenta elevada , una comida sin gracia y un trato inapropiado , por motivos que el cliente no debe pagar, como pueda ser que haya una sola mujer para atender el comedor, la terraza y el inesistente servicio de barra. Por cierto, la factura en inglés y con fecha de hace cuatro años. Estamos perdiendo el rumbo. Que triste tener que escribir estas penalidades , deseando hacer...

Durante nuestra visita al restaurante Café del Mar en Ajuy, tuvimos la oportunidad de disfrutar de una experiencia culinaria excepcional. Quisiera destacar especialmente la atención que recibimos de la dueña del establecimiento, quien nos hizo sentir como en casa desde el momento en que entramos.

Como un gesto amable y personalizado, la dueña obsequió con un detalle a las dos chicas del grupo, lo cual fue una grata sorpresa que demostró su atención y cuidado hacia sus clientes.

La comida fue simplemente deliciosa. Probamos el exquisito pulpo y las gambas al ajillo, que dejaron un sabor inolvidable en nuestro paladar. Decidimos también probar la fuente de carne, que aunque no era su especialidad, nos sorprendió gratamente por su presentación impecable y el buen sabor de los diferentes cortes.

Los postres, como la tarta de queso y la tarta de zanahoria, fueron el broche de oro de nuestra experiencia gastronómica. Ambos postres estaban elaborados con maestría y tenían un sabor espectacular que nos dejó con ganas de repetir.

No solo la comida fue sobresaliente, sino que el precio fue muy razonable considerando la calidad y cantidad de los platos. Además, la ubicación privilegiada del restaurante en uno de los pueblos más hermosos de Fuerteventura añadió un encanto adicional a nuestra visita.

Le expresé a la dueña que si vuelvo a Fuerteventura, sin duda alguna, volveré a visitar su restaurante. El trato cálido y la excelencia culinaria hacen de Café del Mar un lugar al que regresar una y otra vez.

En conclusión, el restaurante Café del Mar en Ajuy ofrece una experiencia culinaria inolvidable. Desde la atención personalizada hasta la calidad de los platos, todo nos hizo sentir que estábamos disfrutando de algo especial. Si tienes la oportunidad de visitar Fuerteventura, te recomiendo encarecidamente que te acerques a este...