Una verdadera decepción. Hemos pasado a principios de año dos días en Pedraza. Un sitio magnífico que recomiendo a todo el mundo. Mis hijos son (eran) fans de Master Chef y Master Chef Junior. Como sabéis, este restaurante es propiedad de una de las presentadoras de este programa. Os voy a contar cómo se produjeron los hechos: llegamos a la puerta del restaurante y nuestra intención era entrar al establecimiento para mirar y reservar. Pero no se puede entrar a no ser que vayas a comer. En la misma puerta te paran y te preguntan si tienes reserva. Si no tienes, no entras ni a tomar una cerveza. Bueno, vale...normas raras pero bueno. Íbamos mi mujer, mis dos hijos y yo. Entonces hago una reserva para comer al día sigueinte. Cuando hago la reserva estábamos los 4 presentes, se nos veía bien, ívamos juntos, evidentemente. Bien, pues el día de la reserva, acudimos al restaurante y cuando nos acomodan, lo hacen en una habitación añexa al restaurante en sí, en una mesa baja con taburetes desvencijados de mimbre. Gracioso para tomarte un aperitivo, pero no para comer evidentemente. Nosotros dimos por hecho que era un paso previo hasta tener mesa, para no hacernos esperar en la calle. Pues no, nuestra sorpresa fue cuando nos dijeron que esa era nuestra mesa. Evidentemente, nos quejamos. ¿Cómo iba a comer en una mesa donde las rodillas me llegaban a los costados, sentado en un aburete que se movía peligrosamente y pagando exactamente el mismo precio que los que estaban comiendo dentro sentados como señores/señotas? Dijimos que nosotros veníamos al restaurante, no a la taberna (que queríamos ocnocer el día anteior y no nos dejaron). Dije que en el momento de hacer la reserva no me avisaron de esa posibilidad. Pero LA SORPRESA VIENE AHORA.... Me dijeron que era política de la dirección (es decir, política de la propietaria, la presentadora del programa mencionado anteriormente) que no se permitía el acceso al comedor restaurante, a niños menos de 16 (o 14 años, no recuerdo bien). Vamos....ahí es cuando puse el grito en el cielo. ¿Que no se permite el acceso a mis hijos?. Pero quién se ha creído usted que es, señora Samanta. Varias cosas le voy a decir: 1.- cuando hice la reserva, mis hijos estaban a mi lado y nadie me avisó de nada. Si lo llegan a hacer, ahí se hubiera quedado con su restaurante de platos ridículos a 30€, donde en otros sitios de Pedraza te lo ponen como tapa. 2.- Ustedes dices que las condiciones están en el mensaje de confirmación de reserva. ¿Está de broma?. ¿Me voy a poner a leer en el móvil una letraja que no la ve ni un Halcón a poca distancia? 3.- Mi mujer y yo estábamos allí por nuestros hijos, esos seres indeseables a los que usted no permite el paso a su restaurante. Si no hubiera sido con ellos, ni me planteo ir a comer a un lugar donde, ya sé de entrada, que voy a salir con más hambre que entré y con el bolsillo muy ligero, eso sí. 4.- No solo perdieron unos clientes, sino que una familia entera cambia de canal cuando aparece su programa, ante el bochorno de transmitir que se enseña una serie de valores que luego, usted, querida mía, es la primera que les da una patada para llnarse bien los bolsillos. 5.- Tiene usted un jefe de sale que no se merece. Atento, profesional, excelente en el trato, con paciente y admirable cómo explicaba algo con lo que, a todas luces, no estaba de acuerdo. Casa Taberna...Es una pena que su espacio no sea ocupado por cualquier otro restaurante de Pedraza, gente trabajadora, agradable, atenta, que te da bien de comer,...
Read moreMi experiencia en Casa Taberna, fue en Nochevieja. Por una de esas carambolas de la vida, cuando menos te lo esperas, acabas buscando experiencias nuevas. Y si puedo resumir en una palabra la experiencia, es..... fría,...en su amplia extensión semiológica. No porque en Pedraza, haga frío en esa fecha del año, que lo hace,...si no porque dentro de Casa Taberna o Casa Sammy, como lo llaman los segovianos, sigue haciendo mucho frío. En la taberna, mientras esperábamos que nos ubicaran en la sala, pasamos frío. Eso sí, amenizado con una copa de champán rosado, una guinda y.... quizás,...alguna cosa más, para hacer prometer, una velada que debería irse calentando, más allá del calor de las velas que decoraban la mesa. Pero,... mi gozo, en un pozo. Antes de pasar a la sala, recuperamos complementos de abrigo, "oséase", bufanda, fular, chal,... para recuperar un poco la temperatura corporal, antes de poder disfrutar de los cálidos placeres que nos esperaban en la sala. Por fin!..., nos dan asiento en la sala, a nosotros y a otras 39 personas,...cada una,... con expectativas diferentes de lo que sería esa velada de Nochevieja; pues algunos padres, consideraron que una tablet, era la mejor opción, para evitar que su retoño, cayera en los brazos de Morfeo. Así que, en la sala principal, se juntaron desde galas, a pantuflas, en esa amplia extensión de conceptos. Pero lo que sí fue común para todos, era el frío, un intenso frío que sólo permitió cierta relajación cerca de los postres, cuando el calor humano atemperó la sala. Lo malo fue, que la hora de visitar el baño, se hizo presente y la apertura de la puerta, hizo recuperar la necesidad de abrigo. Pero como he dicho, el frío no sólo estaba en el ambiente, las mesas, (atendiendo a gustos,...) no estaban vestidas, las sillas, las servilletas,...con tela, pero ¿y el mantel?... pues desnudo. ¿...Y las comandas?... más frío, un foie, con un mini micut,...(ya sé, eso es frío), después un consomé (al fin!, calentito,....pues no), el resto de los platos,...pues más frío, no sólo por la temperatura, si no por los tiempo de servir las comandas, cantidades, selección de los platos,...no sé,.... quizás fue al gusto de alguien, pero yo,...me quedé más frío,... esperaba otra cosa. Prometo que si me invita Samantha para otra Nochevieja (pues de motu propio, no creo que vaya), le regalo una estufa de pellet. Después uvas, cava en la plaza y cotillón,...bien!, incluso aunque un móvil y una conexión a un altavoz bluetooth, era el DJ de la velada. Pero el omnipresente frío, no dejaba "soltarse la melena". El único calor existente esa noche, emanaba de una persona, de cuyo nombre, no me hice conocedor. Era la encargada del evento, ella iluminaba la sala, con su calidad y calidez, y si piensas que hablo de la belleza externa, es que no me estás prestando atención. Es una de esas personas, que por conocerla, no te ha importado pasar...
Read moreLa verdad es que nuestra experiencia se basa en muchas contradicciones, por lo que no puedo dar una opinión tajante sobre si volvería o no... Mesas muy bajas y sillas de madera que te hacen pensar que se van a romper en cualquier momento. No me parece un mobiliario cómodo para una comida de 200€. La comida está bien, pero no es nada extraordinario. De hecho, para el precio que tiene cada plato, me parece bastante escueta tratándose de un pueblo como Pedraza, donde te puedes pegar un buen homenaje por la mitad de precio. El canelon de carrilladas estaba bueno, pero no insuperable y por 20€ un solo canelón, debería de estar tremendo. La carrillada no tiene un saborazo y la bechamel es bastante espesa, para mi gusto. Los boletus estaban muy ricos, y las croquetas también, aunque son diminutas. La carne a la brasa estaba rica, pero nada fuera de lo normal. Pedimos para acompañar la carne unas patatas y pimientos del poquillo. Creo que cada guarnición cuesta 12€. Me parece una pasada, pues el bol de patatas es más pequeño que una taza de desayuno y los pimientos no llegarán a la docena. 12 euros por cada guarnición, sale casi más caro que la propia carne. No hay pescados ni asados. La carne la hacen en las brasas que hay en la propia taberna, así que cuenta con que vas a salir de allí con cierto olorcillo en la ropa y en el pelo. Y los postres... ahí ya sí que me desubiqué por completo porque ninguno nos gustó del todo. Quizá porque esperábamos otra cosa, pero probamos los crepes, la Brioche y la tarta de chocolate y ninguno nos llamó la atención. Nos los comimos, pero es que por 8 ó 9 euros que cuesta cada postre, te esperas mucho más (los postres son mi plato favorito de las comidas, así que es lo que más valoro) Por último, el vino que tomé me gustó bastante. Pedí un vino por copas, pues mi marido bebe cerveza, y me pusieron Marqués de Riscal XR 2015 que está para quitarse el sombrero. Me tomé 3 copas, aunque tuve que esperar bastante para que me sirviesen la última. El detalle feo: cuando nos sirvieron los postres, la camarera nos pidió que nos diésemos prisa porque había otros clientes esperando la mesa. Un detalle feísimo desde mi punto de vista porque te incomoda, te hace tomar los postres deprisa y corriendo y no te permite tomar ni café. De hecho, no nos dieron opción a ello. Supongo que necesitan más tiempo de rodaje, y tal vez cuando se acaben las restricciones en la hostelería, puedan llenar todas las mesas a la vez y estos detalles no los tengan. El detalle bonito: Samantha se pasa por las mesas a saludar y eso, a los que nos encanta Masterchef, nos...
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