El Hostal Restaurante ¡Ahora nos llamamos Hostal del Pericote! — Restaurant in Piélagos

Segunda actualización. Trás coger la gerencia El Pericote de Tanos, tanto el servicio como la cocina han pegado un bajón impresionante. Ya no es el restaurante de hace un año, ni por asomo.

Actualizo puntuación: Como comenté en mi primera reseña, volvimos para comer en El Hostal y el cuento ha cambiado para bien. Sigo pensando que la ensaladilla no es cómo debería ser, esta vez la fritura de las croquetas estaba mucho mejor y con diferencia. Las rabas son auténtica mantequilla, totalmente recomendadas. Los callos, una delicia, manteca! El cachón, bien sin estar para tirar cohetes y la costilla de cerdo....muy muy muy bien hecha, con la tipica salsa de carrileras al vino tinto super reducida, las costillas están cocinadas yo creo que a baja temperatura y muchas horas (parecen fiambre, muy bien hechas) pero la salsa viene regada por otra que es dulce y me recuerda a la sempiterna reducción de modena o PX y yo creo que es innecesario. La torrija de sobao y tal.... pues siendo sincero, no me hace tilín...el sobao está seco y una torrija es algo empapado. Al menos así lo entiendo yo. El servicio impecable, la atención del camarero, exquisita y justa, sin excesos. como tiene que ser. El precio es más que razonable. Nota para los dueños/gerentes del negocio: cambiad el rodapié del baño por uno de cierta calidad. Queda muy feo ese rodapié barato hinchado de fregar una y otra vez. Son cuatro duros y menos de dos horas de trabajo y no hay que ver ese detalle tan feo. Comprad un bote pequeño de esmalte para radiadores y pintad la parte baja del radiador del baño, está todo picado y queda muy feo. Sin duda alguna, volveremos. Se come de lujo en el Hostal de Oruña.

Primera reseña: Expectativas previas demasiado altas. Primera aproximación. Las croquetas con una bechamel rica pero, quizá fue en ese momento en concreto, la fritura/empanado no estaba conseguido. Para mi gusto faltaba temperatura para hacer más crujiente el empanado de la croqueta. La ensaladilla, con anchoa. La anchoa mata el sabor por completo de la ensaladilla que ha de ser un plato suave o para gustos, un pelín ácido. La tarta de queso, experiencia más visual que gustativa. Otra vez que un sabor predomina sobre el todo, le sobra bastante queso azul a la mezcla de ingredientes aunque el punto de cocción que tiene la tarta es, como he dicho, atractivo. Habrá que ir otro día a comer el menú del día para valorar mejor el sitio pero como primera visita, expectativas no cumplidas...

Asistí hoy con mi familia, y la primera impresión fue mala, fuimos recibidos por un camarero encantador que ante nuestra petición de tomar algo antes de sentarnos a comer nos dispuso en una de las mesas altas de la entrada, hasta ahí bien, pero acto seguido y antes de que pudiéramos consumir nada "el gerente" se acercó a nuestra mesa y directamente nos echó de dónde estábamos sin darnos opción a diálogo porque "estas mesas son para recibir a más gente que venga nueva para tomar algo, tenéis que sentaros en la mesa dispuesta para comer". en un principio no había ningún problema con que nos sentáramos y a los dos minutos ya nos estaban levantando, todos consideramos que era de mala educación, y un error no dar prioridad a personas que tenían un sitio reservado, mi padre sin ir más lejos estuvo a punto de irse, nos cortó el bue ambiente por un rato. sin embargo, el resto del trato por parte de todos los camareros y camareras excelente, por lo que me comentó una de ellas el equipo ya venía trabajando junto bastante tiempo y se notaba, a simple vista buena organización entre ellos y buen rollo, un muy buen servicio. Por otro lado la comida excelente, comimos de entrante ensalada césar y buñuelos de balao, buenas raciones e increíbles de sabor los buñuelos, después comimos arroz con tinta, bacalao encebollado y carrilleras, toda la comida (incluida los postres) buenísima, muy recomendado en este aspecto. En definitiva una visita agridulce, que se compensó por la calidad de la comida y el resto del servicio- Espero que ningún cliente tenga que...

Hemos parado por casualidad aquí a comer por primera vez, íbamos sin reserva y nos han preparado una mesa afuera en un momento , la atención súper agradable desde el primer momento por parte de Javier y de Sandra con la que más hemos tratado. De aperitivo nos han dado unas aceitunas rebozadas (las vamos a probar a hacer en casa , riquísimas)un caldo de setas increíble y salchichón de buey. Hemos pedido unas croquetas( para mi gusto de las mejores que he probado hasta día de hoy ), unas rabas de calamar , unos buñuelos ( espectaculares y de un buen tamaño) y un surtido de quesos de cantabria( Sandra nos ha explicado el orden en el que comerles por texturas y sabor y ha acertado de pleno, nos ha encantado ! ) No me podía ir sin probar la tarta de queso al horno que nos recomendaron, y se ha vuelto de mi top 3 de tartas, viene acompañado de una bola de helado de galleta que le da un toque perfecto. En general un sitio en los que mejor atención y servicio me han dado. Sandra una chica con ganas de trabajar, que conoce muy bien el producto que ofrece y con muy buen trato al cliente. Cuidan cada detalle y eso se agradece. Volveremos sin duda y...