En el número 13 de la Plaza Mayor de Picaña se encuentra la cafetería-restaurante El Celler de Peamflo, que pretende hacer honor a su nombre de bodega (celler en valenciano), y presenta en su restaurante una selección de caldos de importantes marcas y denominaciones de origen; unos vinos solo para el deleite del paladar de los más entendidos. Contrasta en su decoración esa ventana abierta a una plantación de viñas; aunque no sea más que una fotografía con luz, crea ese clima agradable y relajado, haciendo sentir al comensal la sensación de encontrarse en mitad del campo.
Una curiosidad de este establecimiento en los almuerzos es a la manera de pedir la comanda, pues te hacen pasar hasta la cocina para elegir el bocadillo o plato que deseas; una manera de mostrar el producto en el lugar en el que se elabora, con la consiguiente garantía para el comensal.
Su gran variedad de productos para el bocadillo; en un pan que se encargan de calentar previamente en una tostadora, hacen que el cliente matutino pueda degustar aquí un almuerzo que podríamos calificar con esa expresión tan valenciana: “de categoría”. Además, en este establecimiento también te ponen el típico cremaet en su punto de azúcar y alcohol. Y todo, con un servicio en el que podemos destacar la rapidez y la amabilidad por parte de las camareras y cocineras.
«Peamflo» es un acrónimo de Pedro, Amparo y Florentino: socios y dueños de un establecimiento que merece la pena darse un paseo desde la Capital para comprobar sus bondades.
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Read moreNo suelo escribir cuando algo no me gusta, pero hoy en el momento que más te apetece y lo difícil que es estar en una terraza en estos tiempos... No vale la decepcionante atención, que no haya atención más bien, que a pesar de haber gente estén rellenando neveras. ¡¡¡Pero que tienes gente!!!, hay que estar mirando a los clientes constantemente, atenderles. Seguramente no es vuestro mejor día, el mío tampoco. Ahí esta vuestra nota, seguro que lo podéis superar. Por cierto creo que tenéis mucho vino, y a uno le sorprende la nula relevancia que le disteis. “Qué quieres, un vino, me siento y ya tengo la copa, rápido sí, demasiado”. Ni una pregunta más, ni una sugerencia, ni hola, ni adiós. Me proporcionasteis una ignorada sensación, de..., que en realidad sobras y no lo sabes. Que tal si la próxima vez cuando os pida un vino noto menos apuro en vuestras miradas, y proceder, y vendéis mejor el producto y el local, de pasada. Soy el que dice hola cuando llega y después trata de averiguar si tenéis un local para dar de comer y beber, o bien os supera la situación y deberías templar vuestra actitud con más tiempo en casa. Cómo he dicho, no será el mejor día...
Read moreAntes íbamos mucho, los compañeros de la oficina pero cada vez peor.... Hasta el otro dia será sin duda la última comida. Comenzamos por unas lentejas, que lo que llegó al plato fue puro caldo, patatas y algunas lentejas sueltas, sin carne, chorizo ni nada contundente. De segundo obligados a pillar un lomo, porque supuestamente pollo al horno, ya no quedaba (eran las 14:15). Las patatas fría de congelador, el lomo seco y sabor a nevera. Se me dice a los camareros y de mala gana y firmas se llevan el plato, lo traen a los 30 segundos aún frío, sin un disculpas ni nada... Se comió lo que se pudo. El pan... Llevaba cortado como mínimo un día, ni se tocó porque no se pudo. Y el postre... Una cucharada de tarta de la abuela, como se ve en la foto un retal de tarta, nos tuvimos que reír de lo su realista de la situación. Lo "gracioso" no parábamos de ver pollos salir de cocina y tartas de la abuela decentemente de tamaño. Porque hicieron eso? A saber, si pensaban que éramos fuéraños (que aún así estaría feo). Nuestra decisión es clara, ahí no volvemos para almuerzos, ni comidas, Picaña es grande y en el polígono hay muchas opciones más baratas y sin duda...
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