Mala experiencia, aunque fuimos por recomendación y con reserva. 14:05 llegada. 14:10 nos sentaron. El comedor está mal aislado acústicamente (techo liso, suelo de plaqueta, paredes lisas) sólo habían dos mesas grandes y el ruído era horrible. En una mesa hablaban bajo, en otra los adultos en tono normal y los niños algo alto, pero si el proyecto de interiorismo fuera bueno y no se olvidasen de aislar acusticamente no se notaría ese ruido excesivo. 14:20 nos apuntaron el pedido: bacalao al horno 14€ y solomillo de ternera al punto, este fuera de carta, preguntamos precio, nos dijeron 15€ y aceptamos. Entrada no pedimos, pan tampoco. 15:00 llegó la comida (si, sólo eso y 40 minutos de espera), la carne vino completamente pasada. Pregunté a mi colega si quería devolver pero tenía tanta hambre que me dijo que prefería comerla así a esperar otra. La carne cantidad correcta, dos trozos. El bacalao escaso, un trozo de aproximadamente 18x6x5 cm, pero correcto en cocción y sabor. Los acompañamientos em ambos platos correctos en cantidad y sabor. 15:18 terminamos de comer. 15:22 pedido cuenta. Ya no queríamos nada más por la tardanza y por el ruído. Como tardaban con la cuenta nos levantamos y fuimos pagar en el mostrador. Primera cuenta fallo en el precio del solomillo (14€, precio del solomillo de cerdo), nos cobraban pan que no comimos, aunque lo servieron sin haberlo pedido, y sólo una copa de vino. Segunda cuenta dicen que sólo pueden dejar de cobrar una de pan y cobran el solomillo a 18€ cuando nos dieron precio de 15€. Tercera cuenta correcta pero con el pan. Todas las personas de servicio se notan estresadas y están corriendo. El camarero sudaba tanto que le goteaba la nariz. Me parecía haber personal de servicio suficiente para la cantidad de gente que había. Trato correcto, ni amables ni bordes. Lo demás todo correcto, local limpio, mesa bien presentada. No recomiendo. Vivo a sólo una hora de Portosin y cuando vuelva...
Read moreLlegamos a las 13:30 pues es la hora q ponen q abren, todavía no estaban abiertos del todo, espero un rato y entro a decirle a un camarero jovencito que si era posible comer unos bocadillos en el local ya q no teníamos reserva, mira la agenda y me dice que sin problema, que esta libre una mesa interior y q si me servía, le digo que me da igual el sitio, que lo q le venga bien a ellos, me dice q ok , pero tengo q esperar hasta las 14:00 q es cuando van a abrir. Salimos y a las 14:00 entramos y nos sentamos en la mesa q nos asigna el chico. Vemos q se atiende a gente q llega después de nosotros y ya después de esperar muuuuuucho rato le digo al chico o que si podemos pedirán barra y así Adelantar, me dice q ya viene su compañera a tomarnos nota, esperamos otro buennnnn rato y cuando pasa ña camarera le digo si nos puede tomar nota, me dice que no, que tenemos que esperar que llegue "Javi " que es el que lleva esa zona a del restaurante y que no a llegado a trabajar, ya cuando nos vamos a levantar para irnos, pues no nos habían dado ni una triste bebida llega "Javi" después de dar un par de vueltas viene a tomarnos nota..... por fin!!!!! Le digo pues queremos bocatas de...... ya no me dejo terminar y me mira con cara de asco diciendo que en mesa no me van a servir Bocadillos, le digo que el chico nos dijo que nos sentaramos ahí y nosotros le habíamos especificado q veníamos a comer Bo atas, total q de mala manera me dice que bocadillos no y que no tiene sitio en el local. Pues nada, 1 hora esperando para q nos echaran del local sin beber ni comer. Gracias Javi, muy majo, el día q quiera comer bocadillos ya se q no puedo hacerlo en tu local, pero el día que quiera comer otra cosa también se que no lo comeré en tu local. No voy a criticar tu forma de llevar el bar, pues se ve que os va muy bien, ya q abrís 2 meses al año y cuando os parece bien, así que a seguir...
Read moreUna experiencia gastronómica que nos dejó encantados. Fuimos diez personas y desde el primer momento nos sentimos como en casa. Javier, el dueño, es encantador y cercano, Ramón en la cocina nos sorprendió con platos exquisitos, y Manuela, nuestra camarera, fue simplemente maravillosa: alegre, atenta y con una energía que hizo que la comida fuera aún más especial.
Lo que disfrutamos: • Empanada de zamburiñas: sabrosa, con masa crujiente y relleno generoso. • Brochetas de rape y langostinos: perfectamente cocinadas, con un equilibrio de sabores delicioso. • Sargo: fresco, jugoso, y cocinado con mimo.
El servicio fue excelente, rápido y muy cálido. Manuela nos hizo reír, nos cuidó y convirtió una comida excelente en una experiencia inolvidable.
Además, el entorno frente a la playa de Coira añade un toque mágico, ideal para disfrutar de la puesta de sol mientras se saborea la cocina gallega.
Conclusión: Anexo Coira es mucho más que un restaurante: es hospitalidad, sabor y alegría. ¡Gracias por hacernos sentir tan bien!...
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