Restaurante El Bodegón — Restaurant in Potes

Buenas de nuevo, tuve que acercarme a esta bella localidad, Potes, por motivo personal no por turismo, aunque algo tuve ocasión de ver. Como no conocía ningún restaurante busqué en las reseñas que hacen los clientes sobre los mismos. Elegí éste porque tenía buenas referencias y acertamos de lleno. La comida buenísima y buena cantidad y calidad/precio muy bien; el trato inmejorable, educados, daba la sensación de estar en familia, muy acogedor. Hasta el niño que no suele decir nada sobre los sitios donde vamos dijo:¡ qué simpáticos son! El comedor no es muy grande unas 12 mesas calculo, claro que con la distancia covid, quizá entre alguna más. Tomamos unas croquetas de carne, muy suaves y con un saborrr... Los mayores nos decantamos por el típico cocido lebaniego, con su sopa hecha con un caldo con sustancia como se suele decir y el cocido riquiiiiisimo y eso q hacía un calor! El niño se tomó unos huevos fritos con jamón y patatas fritas. De postre: arroz con leche, muy bueno los que lo tomaron y yo saboree una tarta de queso, buena no, lo siguiente:ESPECTACULAR. Es el postre que más suelo pedir y¡ qué exquisitez! Recomiendo. Una mejora que yo haría es hacer una pequeña rampa para el comedor, el escalón es incómodo para las personas con discapacidad y los baños también están arriba, también es un impedimento si se tienen problemas de movilidad. Repetiremos en un futuro, pues un comensal se quedó con ganas de probar lengua, que la ponen rebozada y...

Fuimos 8 personas ( 5 adultos, 2 niños y 1 bebé). Lo de tronas disponibles, es falso. No es un restaurante apropiado para ir con niños, no tienen ni menu infantil, ni cambiador en el baño ni rampa para ir con carrito. He reservado y avisado que íbamos con carrito de bebé y nos han puesto en una esquina cerca de la cocina, muy incómodo para nosotros y más para ellos que tenían que salir todo el rato de la cocina encontrándose con el carrito de frente que les molestaba. Si no fuera por el camarero que se ve un poco mayor, diría que la atención es pésima. Una señora de muy mala cara y poco agradable al servicio. El señor estupendisimo, a él le doy un 10. La comida: pagamos 110euros, 2 platos de cocidos (muy buenos), un chuleton (mal hecho), unas croquetas y 2 platos de chuletillas (muy malas), de entrantes unas morcillas y un revuelto de setas que estaban muy buenos, 1 postre de tarta de queso, creo que es la peor tarta que he comido en mi vida. Hemos pagado poco porque a los niños no les hemos pedido platos, viendo que no había casi nada que pudiera gustarles. El precio para lo que hemos comido lo veo bien, pero da rabia pagar y no comer a gusto. Fuimos por las reseñas que tenían, pero ha sido un desacierto total. No volvería, y no lo recomiendo para familias con niños pequeños. Nuestros niños tienen 6...

Fuimos tres personas que queríamos probar su cocido lebaniego. Nos recomendaron pedir dos para compartir y algún otro plato de la carta. Así lo hicimos y la sorpresa fue que la sopa no se compartía. Te la cobraban aparte (6 Euros) y eso no lo advirtieron cuando aconsejaban "compartir". Eso jamás nos ha pasado. Es muy mezquino. Pero el plato gordo fue cuando sirvieron el lechazo. Su tamaño era como un muslo de pollo. Irrisorio. Y cuando se le comentó al propietario el tamaño tan reducido de los lechazos, contestó con gran orgullo que eran unas canillas especiales que le llevaban a él. !No se puede tener más cara dura! Era media paletilla (la parte inferior que se une a la manita)pero a precio de jamón de jabugo. La relación calidad precio es desproporcionada. El joven que tomó nota era amable y educado pero la que servía, además de antipática, poco profesional. Sirvió todo a la vez, los cocidos y los lechales, con lo cual estos últimos se tuvieron que recalentar. Los servicios sin jabón para lavarse las manos y el dispositivo de gel desinfectante que había en el pasillo, vacío. No me explico de donde sacan tan alta puntuación, salvo que estén trucadas...