La Bolera — Restaurant in Pravia

Situado en el corazón de Pravia en la calle Jovellanos al lado de la iglesia de Santa María de los Santos, es una excelente opción para tomar algo con una relación de calidad muy buena/precio muy aceptable. Con una terraza de mesas en hilera en una calle peatonal, ésto te permite que los críos estén jugando a la vista sin estar preocupado. El servicio muy bien, en concreto el camarero con el pendiente: eficiente y rápido, muy amable y cariñoso con los críos, y con criterio para recomendar. En el interior, todo ordenado y con baños limpios. Respecto al género, los productos de mar están bien cocinados y estaban tiernos, y el cachopo muy bien hecho y al punto exacto. Las patatas no son congeladas, y estaban muy bien fritas. A todo ésto ayuda que la cerveza que te pongan sea Mahou. Los únicos puntos negativos son: vimos la carta con el código de la mesa en el móvil, y o no nos fijamos, o el IVA no está incluido y no te lo avisa. Aún así, es un IVA del 10%, por lo que el "susto" no fue del todo muerte. Por otro, disparidad en sus postres: la tarta de chocolate parece industrial, pero la de la casa es excelente. De todas maneras, cómo dije con otros productos, los precios son muy competitivos comparados con otros restaurantes, por lo que lo del postre no te deja mal sabor de boca. Los cafés, normales. Volveremos sin duda cuando nos dejemos caer de...

Hoy comí con mi madre, como en otras ocasiones. Pedimos calamares a la romana y croquetas de jamón ibérico. Los calamares no tengo queja, al contrario. Las croquetas de jamón, el jamón muy ácido y la croqueta saladisima, de ocho croquetas solo fuymos capaces de comer tres, una cada uno y la última,por si había alguna posibilidad de que estuviera bien. La camarera muy amable retiró el resto y me dijo que no las cobraría. Pedí café y cuando Page la cuenta me cobró 6€ por las tres croquetas que mal comimos. Soy cocinero y se cuando algo está salado o nó. En mi cafetería si alguien se queja de un plato, por salado o mal cocinado y deja el plato entero, no lo cobro. Así que lo que me ofende no son las croquetas saladas, es la avaricia de cobrar la media ración. Así que es la última vez que voy. En vez de ganar 6€ han perdido mucho más, porque no volvemos. Cada vez que vivamos era una media de 25€ mínimo. Ahora ya nada. Que le aproveche los...

No sé ni por dónde empezar.... pero lo que sí sé es que a mi persona no la pillan allí otra vez. En detalle, comida de grupo de más de 30 euros por cabeza: entremeses calientes que daban más pena que gloria (calamares insípidos, gambas a la gabardina a medio hacer y surtido de croquetas), seguido de algún tipo de pescado relleno (no os puedo decir ni qué era la pasta blanca que había dentro) en ración bastante escasa y una tarta de queso con arándanos compacta como un ladrillo. Los que tomaron carne, sorprendidos también de lo minúsculo que era el entrecot, y el cachopo parecía de todo menos apetecible. Lo único bueno de la experiencia, el servicio del personal. Y se me olvidaba comentar que el vino fue un regalo de uno de los comensales, con lo cual queda fuera del precio del menú. Hacía muchos años que no salía de un restaurante tan mosqueada.......