Bar El Choquero — Restaurant in Punta Umbría

Los camareros se esfuerzan por aer agradables, pero como cliente debo resaltar algunos aspectos que fallan con el fin puedan ser conscientes y subsanarlo. La limpieza en general es escasa, el baño de señoras estaba muy muy sucio. La barra y baldas detrás de la barra muy desordenadas; podias ver botellas de licor, un paquete de azúcar, un bote de mayonesa abierto etc. En la barra rodajas de limon dentro de un recipiente con agua y trozos de pan (para la comida o bebida), por mencionar algunos ejemplos. Cuando entramos y nos sentamos fuimos descubriendo todo esto. El camarero amablemente nos puso un mantel de papel que sin querer cayó al suelo...lo dejó apartado diciendo que lo iba a tirar ( al restregarse por el suelo) y lo colocó en la mesa de al lado. Los platos y vasos con bastante "pringue" pero lo peor vino cuando pedimos (por no levantarnos e irnos, que apuro!) Un plato de colas de moruno: olía fuerte y sabía a amoníaco (el conservante que utilizan cuando el producto no es fresco y quieren alargar la durabilidad para darle salida). Obviamente no nos lo comimos, pagamos y nos fuimos a cenar a otro bar de la avd de la Ría. Una pena porque en un sitio de costa como Punta Umbría que tiene tan buen género y tanta oferta...lo sentimos pero...

Estuvimos hace dos semanas, y el servicio pésimo, tardaron el servirnos media hora desde que nos cogieron la comanda y no es que estuviera todo lleno, a parte de que servian antes algunos que llegaban más tarde, en definitiva un desastre, si he de decir que la comida estaba rica y a mayores el restaurante es económico, pero lo cagan con las patas de atrás en cuanto a la atención y el servicio al público, mi recomendación es que tenéis que mejorar el servicio y llevar un control, yo suelo ser paciente y esperar si tengo que hacerlo a ser la última, porque se lo que es la hostelería, mi hermana tiene bar, pero la verdad conmigo se lucieron,e hicieran sacar el genio y decir pero que pasa no pensáis servirnos ....si es así nos levantamos y nos vamos , que ya no se, ni como no lo hicimos...

Llegamos un grupo de 13 personas, entre ellos 5 niños. Llegamos a las 9 de la noche la terraza estaba vacía, pedimos la bebida, nos trajeron la cerveza y los refrescos calientes, sin vasos ni hielos. Los cubiertos sucios con restos de comida (13 cubiertos sucios!!) Nos toman nota de la comida al poco de llegar, pedimos media ración de chipirones flotando en aceite y una ración entera y la diferencia entre una otra era de 2 chipirones. A todo esto la terraza se empieza a llenar y vemos que algunas mesas que habían llegado después que nosotros, ya estaban casi terminando... El caos y las voces entre los camareros es increíble, sin control ninguno. Después de hora y media, decidimos pagar por lo servido e irnos sin cenar. Un auténtico desastre, no lo...