Brasería Don Quijote Aguadulce — Restaurant in Roquetas de Mar

Una decepción total.

Fuimos atraídos por el cartel que prometía tapas, pero al sentarnos nos dijeron que no había ninguna disponible. El servicio dejó mucho que desear: el camarero que nos atendió estaba más pendiente de fumar y beber Coca-Cola con sus colegas que de hacer su trabajo. Su actitud fue borde, como si estuviéramos molestando por pedir algo.

La carta estaba pegada a una botella grasienta, y tanto las mesas como las sillas y los platos tenían restos de grasa, dando una sensación de suciedad bastante desagradable. Para rematar, el parrillero fumaba mientras cocinaba, algo que no solo es poco higiénico, sino directamente inadmisible.

Sí queremos destacar que había otro camarero, un chico más corpulento, que al menos sí estaba trabajando sin parar, y se notaba que era el único intentando mantener algo de orden.

En cuanto a la comida, no estaba mal del todo. Todo sabía parecido, con mucho aceite, pero se podía comer. Lástima que el entorno no acompañara.

Mención aparte merece la gestión de una alergia alimentaria: informamos y nos dijeron que iban a consultar… y nunca más se supo. Ante esa dejadez, preferimos no arriesgarnos.

Una experiencia descuidada, poco seria y nada recomendable. No...

Debemos de tener cara de tontos, me refiero a los turistas. Cuando llegue prácticamente, estaba vacío, por lo que entable una conversación amigable con el camarero. Hasta entonces todo bien. Mi sorpresa fue en la cuánta, me cobraron una tapa que me sirvieron. Pensé que era una invitación por qué no había pedido ninguna, 2 €, por tapa extra, según factura. Y 1,30 € por el pan que ni lo había solicitado ni lo como, y se quedó en la mesa sin catarlo. Luego se preguntarán por qué, no deje propina, ya se la habían cobrado, total 3,30 €. Un asalto a mano armada. País que diría Forges. Hubiera cenado pulpo, pero me pareció carísimo 35 € por una pata de pulpo. Aún así la cena estuvo bien, chuletillas de lechal, 3 de palo, (con hueso) y 3 más sin hueso. Todo ello aderezado con tomate, patatas, lechuga, Juzguen Uds. Mismos si les merece la pena....

Lugar decepcionante.

Para empezar no tenían carta. Había únicamente una camarera para todo el bar, incluida la terraza y te metía prisa al pedir la comanda, la cual perdieron y tuvimos que repetir, además ha sido muy maleducada cuando le hemos pedido que repitiera los platos. Después de esperar un buen rato comenzaron a servir a mesas que habían llegado mucho más tarde que nosotros y cuando intentamos recordarles que seguiamos esperando nos miraban y pasaban de largo. Alfinal, después de una hora esperando, decidimos irnos ya que no habíamos comido nada todavía. Al ir a pagar las bebidas, que eran los único que nos habían servido, intentaron cobrarnos una tapa que obviamente no nos habían servido y al comentárselo insistieron en cobrárnoslo. Definitivamente no volveremos nunca a un lugar tan...