Laró Restaurante Venezolano — Restaurant in Rubí

Un lugar que vale la pena calificar porque me encantaría que muchas más personas lo conocieran. El local está pulcro, impecable, 10/10. La comida es muy buena de sabor, temperatura, presentación, la rapidez con la que sirven. Pedimos Malta y estaba tal cual nos gusta, ¡bien fría!. Fui con mi bebé que apenas está comenzando a comer sólidos y le lleve un plátano (cambur) y la chica que nos atendió nos ofreció un plato y cubiertos para bebé (🥹), además, a la hora de cambiar a mi bebé pudimos notar que en el baño hay bolsas para depositar los pañales sucios antes de desecharlos en la basura, lo que me pareció bastante apropiado para los pañales más olorosos y así no estropear la pulcritud del lugar. Detalles que enamoran. La atención fue rápida y servicial. Las empanadas son crocantes por fueras. El queso (fuera de chinazo) es de otro planeta. Los tequeños son los mejores que me he comido. Tenemos nuevo lugar favorito y más cerquita de casa, sin tener que trasladarnos hasta el centro de Barcelona. Los que viven por Barcelona , vengan a este local en Rubí,...

Tuve el placer de visitar el Laro Café en su primer día de apertura, donde generosamente regalaron croissants a los clientes. Fue una experiencia increíble, ya que pude degustar una variedad de pastelitos venezolanos de diferentes sabores que estaban verdaderamente deliciosos. El café que acompañó esta delicia también estuvo a la altura, con un sabor excepcional.

El ambiente del Laro Café es cálido y acogedor, lo que lo convierte en un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de buena comida y bebida. Además, su ubicación es conveniente. En general, mi experiencia fue muy positiva, y definitivamente recomendaría este encantador café a cualquier persona en busca de una experiencia culinaria auténtica y...

Fuimos a Laro, en Rubí, sin demasiadas expectativas… ¡y salimos alucinando! Probamos el patacón mixto, la arepa pabellón y una empanada que aún estamos soñando con ella. La masa de la empanada es de otro planeta: crujiente por fuera, suave por dentro, y con un sabor auténtico que te transporta. El patacón venía cargado, sabrosísimo, y la arepa estaba perfecta: generosa, bien rellena, jugosa, sin exagerar en grasas.

El servicio fue rapidísimo y muy amable. Se nota que hay cariño en lo que hacen. Mi novio es colombiano y no paraba de repetir que esto es lo más parecido a estar en casa. Ya hemos decidido que vamos a venir siempre, porque sitios como este son joyas difíciles...