Un bonito local en donde se puede tomar cafés, batidos con algo de una repostería bien elaborada. Está ubicado en el valle de Cabuérniga a las afueras del pueblo de Ruente, en una casa chalet de dos plantas y con una terraza jardín en la que hay varias mesas. Pasa un poco desapercibida ya que, aunque está cerca de la carretera, la casa está oculta tras unos árboles. El local tiene mucho encanto, una casa con varias habitaciones distribuidas a lo largo de dos plantas y con una amplia decoración muy bonita y original. Una parte de esta decoración es sobre el mundo de Harry Potter con algunas vitrinas decoradas exclusivamente con merchandising del popular personaje de J.K. Rowling. En el jardín hay varias mesas y por su parte trasera pasa el río de La Fuentona, un arroyo que nace muy cerca de aquí, a las afueras de Ruente. Ssi vas con niños pequeños tienes que tener en cuenta que has de ir con mucho cuidado porque el local está lleno de figuras y objetos por todas partes que pueden romperse. Además hay juguetes antiguos que están solo para exposición. Tienen una amplia carta con un buen número de distintos tipos de cafés, tés, chocolates y batidos, así como un buen surtido de tartas, bizcochos o galletas cookies de gran tamaño. Tienen, también, refrescos y varias marcas de ginebra con los que elaboran los gin tonics. Al estar junto a la carretera no se puede aparcar, por lo que lo mejor es buscar aparcamiento en el pueblo cerca de la iglesia y desde allí llegar andando, no más de 200 ó 300 metros. Es posible comprar algunos de los productos que allí tienen, como las cartas de Howarts y chocolates. También se pueden tomar batidos especiales de Harry Potter con una varita, aunque estos son un poco caros. Los precios son algo elevados, pero merece la pena ir aunque solo sea una vez a merendar y darse un capricho tomando un chocolate caliente en invierno o un buen batido frío en verano. Un local recomendable con una preciosa ambientación de cuento que parece sacado de...
Read moreA ver, es lo que es: un sitio curioso y muy bonito al que uno va por la foto. Y no sale barato. Nosotros solemos ir ya en la 2da quincena de septiembre y sobre las 5. El horario es reducido (de 3 a 8.30) y como vayas más tarde, cierras el local, ya que rápidos no son, ni para ubicarte (te dejan esperando en la entrada allá estén cayendo chuzos de punta), ni para tomar nota, ni para servir. Pagar, pagas dentro. Si quieres repostería, tienes que ir tú a ver qué hay y qué queda. Tienen una carta hiper extensa, en qr, por lo que más te vale ir con idea de qué vas a tomar: café, batido, gin, cerveza, té, donuts, gofres, tortitas, tarta… Está todo rico? Si. Riquísimo para los precios que manejan? Pues no. Pero es precioso todo y la presentación espectacular. Y se paga. El lugar, es como una casita con saloncitos hiper mega decorada por todos los rincones. Una monada, pero agobia muchísimo estar dentro. Es francamente difícil hasta llegar al wc a nada que hay gente. Muy incómodo. Respecto a los comentarios de los niños, entiendo que pidan a los padres que permanezcan sentados. No es un sitio adecuado para ellos y no entiendo que se ofendan cuando se les avisa. No hay más que ver el local para darse cuenta de que no es el lugar adecuado para que estén correteando y jugando (siendo niños). Que sirvan pastelería y batidos bonitos y tengan cosas temáticas no significa que sea una sitio destinado a ellos. Que hay que distinguir. Es un local para adultos, instagrammers, coleccionistas y fans de las temáticas que tienen. En fin, que para que la experiencia no sea un desastre hay que ir pronto y teniendo clarísimo el tipo de sitio que es y por lo que estás pagando. Claro que lo recomiendo. No es para ir a merendar todos los días, pero si se está por la zona es una visita curiosa. Nosotros...
Read moreFui a visitarlo por recomendación, ya que no sabía de su existencia.
Lugar en buena zona, aunque no dispone de aparcamiento, teniendo que aparcar en el pueblo. Local pequeño aunque acogedor, con una decoración original. Mínimo aforo interior, ya en el exterior dispone de más mesas y una terraza aunque cuando llegan clientes, se vuelve un poco incómoda (lo digo por si vuestra visita es en días de mal tiempo).
El servicio es catastrófico, haciendo gran espera primeramente para entregarte la carta ( código qr), seguidamente para tomarte nota y ya por último para servirte. Se te va la tarde para merendar.
También tengo que hablar del trato. Seco, serio, en fin.... Nada agradable.
Por último quisiera comentar sus productos y sus "exageradamente escesivos precios'. Si tienes el valor de cobrarme por un batido y dos capuchinos casi 12€, por lo menos dame calidad. Primeramente el batido es de elaboración industrial, de natural tiene muy poco, y si me ofreces un capuchino, sirvemelo en condiciones (café malo, nata industrial, chocolatina aparte para que tu te lo hagas, y una galleta industrial que solo sabe a azúcar puro y duro) eso sí... La vajilla muy explendida (pero ojo, la vajilla está muy bien, pero el producto que es en fin a lo que voy... FATAL).
Veo que hay mucho postureo, poco profesional y lo peor... Es un querer y no poder. De verdad que me he enrollado mucho, pero tenía el deber de comentarlo aquí. Yo no volveré más, y no lo recomiendo Para...
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