Restaurante Vicente — Restaurant in San Martín de Valdeiglesias

Desgraciadamente cometimos el error de acercarnos al restaurante sin haber consultado las recomendaciones. En primer lugar, no tienen datáfono, resulta una primera molestia nada más llegar. En el restaurante aún estando semi vacío, nos acomodaron en una mesa mala, argumentando que las mesas que dan directas a la zona de baño (con buenas vistas) estaban reservadas. Decidimos pedir de la carta un gazpacho, ensalada mixta y revuelto de gambas, ajetes y setas. Mientras que esperamos la comida, aparece el dueño, ataviado con una gorra bastante macarra, hablando alto y gesticulando como si estuviera en una feria borracho. Incriminaba a unos comensales debido a que no tenían dinero en efectivo, que en ese local se pagaba con dinero ya que era de los pocos locales donde aún el gobierno no les robaba (increíble, no debe darse cuenta que para que puedan acceder a su restaurante, se han dispuesto los medios necesarios con dinero público pagado con nuestros impuestos....). Al poco nos llega la ensalada, insulsa por supuesto y aguada, que había que aderezar con aceite y vinagre en aceitera, sin etiquetar que hasta donde yo sé, ya NO ESTÁ PERMITIDO. El encargado vuelve a hacer su aparición, subiendo la música del local que era flamenco y dando palmas, llevaba en su mano un cajón. Hace sentar en primera fila de mesas a unos comensales que tenían toda la pinta de ser sus compañeros de celda o de proyecto hombre. Se sienta con ellos y empieza a tocar (mal) el cajón. Deja de tocar para furmarse un porro que ahúma a todo el comedor donde por cierto, había niños de unos 8 años sentados. Llega el gazpacho y el revuelto, el gazpacho era un zumo de tomate aderezado con especias y el revuelto no llegaba ni a la calidad de comida de colegio. Se levanta el encargado dando voces de nuevo, le habría entrado el hambre del porro y se dirije a la cocina, vuelve con una empanada que se va comiendo mientras hace sentar a otros comensales en su restaurante, hablando sin dejar de masticar y con la empanada restante en la mano.... Puedo entender que haya restaurantes estacionales más o menos buenos, con un servicio más o menos entrenado por la estacionalidad (verano por ejemplo) pero es que este restaurante es denunciable ante hacienda y ante sanidad. Espero que más allá de aconsejar ir o no ir a un local, este comentario sirva para tomar medidas en un sitio de la Comunidad de Madrid, donde la calidad es tercermundista y aún más la desfachatez del dueño es inasumible. Riéndose de los comensales y del...

Habíamos reservado mesa a las 14h. 50 minutos para traernos la comida (del entrante se olvidaron), el responsable gritando a sus empleados a pleno pulmón sin mascarilla en una terraza cubierta llena de gente, el trato brusco y maleducado...Esto sin contar que permitieron poner su propia "música" y bailar en medio del restaurante a un grupo de personas que llegaron a comer bastante achispadas mientras el resto pretendíamos pasar un rato tranquilos...En resumen:...

¡El peor restaurante en el que he comido nunca! No tienen carta, el servicio desastroso, lo peor, no se enteran de nada, se equivocan constantemente…se equivocaron con la comida, tardaron más de una hora en servirnos los primeros. A la hora de pagar, apuntan con un boli el precio de cada cosa como les da la gana: 30€ un plato de algo que se supone que era pollo al ajillo, que de pollo no tenía nada porque era todo hueso…encima un robo, es una...