Restaurante Joselito Huerta — Restaurant in Sanlúcar de Barrameda

Fuimos a Joselito Huerta en Sanlúcar de Barrameda a comer en familia y la experiencia fue bastante positiva en general. Tuvimos la suerte de sentarnos en la terraza, justo en primera línea, lo que nos permitió disfrutar de unas vistas preciosas a la desembocadura del Guadalquivir y a Doñana. Es un lugar que transmite calma y sabor marinero, ideal para desconectar un rato y compartir una buena mesa.

Es verdad que durante unos minutos el aire se hizo un poco incómodo, pero nada que arruinara la comida; al contrario, terminó siendo un pequeño sacrificio muy asequible a cambio de poder disfrutar de la brisa y de ese entorno tan especial. La comida cumplió con las expectativas: pedimos para compartir gambas, mejillones, calamares, choco y almejas, todos los platos bien presentados y con ese sabor fresco que uno espera en Sanlúcar. Se notaba el buen producto, especialmente en los mariscos, que estaban en su punto justo.

El servicio fue correcto, atento sin ser agobiante, y el ritmo entre platos estuvo bien equilibrado. Lo único menos cómodo fue el tema del aparcamiento: en esa zona puede resultar algo complicado, sobre todo si no quieres pagar a los “gorrillas” que suelen rondar. Aun así, con un poco de paciencia se encuentra sitio.

En resumen, un sitio recomendable para comer con familia o amigos, en un entorno privilegiado, con buena relación entre calidad, vistas y ambiente. Seguramente repetiremos en...

TERRIBLE. Que forma de estropear un pescado. No solo le tuve que pedir al camarero un plato para la montaña de escamas que traía, es que estaba tan seco el borriquete que se curvaba. Evidentemente todos podemos tener un mal día, pero es que lo que no es de recibo es que se lo diga al camarero y desaparezca de mi lado durante el resto de la comida. El mismo sabía lo que había pasado. En resumen, me terminé los langostinos, pedí la cuenta y me fui a comer, ahora sí, a Otro restaurante donde, esta vez, sí que comí bien y me trataron bien, eso sí, previo el abono de los 90 lereles de la broma. Para concretar la experiencia, los hechos sucedieron el 26 de julio de 2024 a las 14:30 de la tarde en el piso de arriba, donde estaban atendiendo un camarero de piel oscura, creo que era mulato, el cual no Fue el encargado de atender a nuestra mesa Y el camarero del que si hubiera pedido una atención adecuada, era un chico joven, delgado, Moreno.

Recomendación para el restaurante: si detectas, como fue el caso, que el producto ha salido mal y te lo está avisando el cliente, Retíralo y pide explicaciones a quien la ha cometido el error pero no evites ni te escondas de...

Fuimos allí por recomendación de unos amigos de la zona, en un principio con muchísimas dudas sobre el sitio por las opiniones tan dispares que aquí se pueden encontrar, pero al final decidimos pasarnos por allí y probar. Cuando llegamos pasadas las 22, el sitio estaba lleno por lo que nos dijeron que fuéramos pidiendo algo y si no nos molestaba esperar... tuvieron el detalle de invitarnos a unas gambas mientras esperábamos todo un detalle, al pasar a la mesa en esa noche todos los platos espectaculares en especial las coquinas, nos gustó tanto que al día siguiente reservamos mesa para volver y tampoco nos defraudo! Un restaurante que existe desde el 1955 sus razones tendrá para seguir en activo y con productos de tan buena calidad. Intenté pedir cosas varias de la carta a ver si había digo suerte y no. Sin lugar a duda siempre que vuelva por la zona aquí volveré. Pd: El Segundo día la atención por parte del servicio de camareros fue más desatendida pero es comprensible que si están desbordados no nos den una atención tan cercana, cosa que entiendo y que creo...