Buscando los restaurantes mejor valorados esperas encontrar prácticamente la perfección. Dimos con este restaurante (4,8 estrellas en el momento de escribir la reseña), ahora bien, no sé cómo pueden tener tantas estrellas (pero me lo puedo imaginar), vamos a ver por qué:
SERVICIO: Empezaré comentando el menú de día laborable:
Ahora empiezan las esperas. Estamos hablando de un menú diario en el cual se supone que han de tener preparados platos o tenerlos casi montados para dar salida a medida que se piden. Además fuimos a primera hora y aún no estaba lleno. La espera era eterna entre cada plato. Curiosamente cuando pedimos la cuenta llegó en unos 20 segundos.
COMIDA: -Entrantes: Croquetas con salsa por encima. Quedarán muy monas, lo podían avisar. Con lo que tardaron, por no pedir que las cambiaran, cortamos esa parte con el cuchillo. Existen personas con intolerancias, alergias o incluso personas que simplemente no les gustan las salsas.... -Principales:
OBSERVACIONES: Como tuvimos tiempo, nos permitía ver lo que nos rodeaba. MESA 1: Estaban ya cuando llegamos y fueron más o menos a la par que nosotros sirviendo. Las caras y los gestos lo decían todo. MESA 2: Nosotros, ya comentado. MESA 3: Llegaron después de nosotros. De manera milagrosa les sirvieron antes todo, curioso. MESA 4: Pudimos observar como les daba tiempo a hacer la digestión entre entrante y entrante y las caras y los gestos también lo decían todo. MESA EXTRA: Esta no estaba ahí, pero dos días después coincidimos con una familia del mismo hotel y salió el tema de dónde comer. Nos comentaron que salieron decepcionados y poniendo como ejemplo que tuvieron que esperar 20 minutos para unas croquetas.
LOCAL: -La decoración está bien. -Siendo verano pasamos frío, pero además no porque la temperatura fuera baja sino también porque los ventiladores de los aires acondicionados generaban viento, un desperdicio de energía enorme.
PRECIO: 19,90 por un menú como este y por el servicio me parece muy caro. Hay otros lugares en la zona notablemente más económicos y de mejor servicio.
PARA ACABAR/CONCLUSIONES: -No me cuadran las estrellas. -I una pregunta... Saps què, SAPSQUÈ? No funcioneu....
Read moreDespués de su asombrosa primera visita al "Sapsque", Elena y Pau sintieron una poderosa atracción que los llevó de regreso a aquel restaurante mágico. Al llegar, notaron que las cosas habían cambiado: ahora eran recibidos por Eva, una mujer con un elegante sombrero blanco y un pequeño colibrí de alas azules posado en su hombro. Parecía que Eva tenía un aura de misterio y sabiduría que la rodeaba.
Con una sonrisa cálida, Eva acompañó a Elena y Pau a su mesa de siempre. Mientras se acomodaban, el colibrí desplegó sus alas y revoloteó graciosamente alrededor de ellos, como si quisiera darles la bienvenida. Eva les habló sobre la conexión que tenía con ese pequeño colibrí, su fiel compañero y guía en los caminos culinarios del tiempo.
Esta vez, Eva les sugirió un menú diferente pero igual de cautivador. Recomendó comenzar con una exquisita ensalada de burrata y tomate que estaba acompañada de hierbas frescas y un toque de vinagre balsámico. Luego, sugirió un pulpo a la brasa y un jugoso rosbeff de pato como platos principales, que prometían desencadenar una danza de sabores en el paladar. Y para acompañar, una sangría de cava proveniente de otra galaxia, que desprendía burbujas resplandecientes como estrellas en el cielo.
Elena y Pau no pudieron resistirse a las sugerencias de Eva y se dejaron llevar por esta nueva experiencia culinaria. Cada bocado era un viaje a través del tiempo y del espacio, una combinación perfecta de ingredientes que les revelaba historias ancestrales y secretos cósmicos.
Después de la deliciosa comida, Elena y Pau conversaron con Eva y compartieron sus emociones ante la increíble comida que habían disfrutado. Eva les confió que el colibrí de alas azules era su compañero de viaje y que juntos exploraban las dimensiones de los sabores y las culturas culinarias de diversos mundos.
Elena y Pau prometieron volver a este planeta en el futuro para volver a degustar la comida de los dioses preparada por Eva y su fiel compañero. Se despidieron con gratitud en sus corazones, sabiendo que habían encontrado un lugar y una conexión especial que trascendía las fronteras del tiempo y el espacio. Y mientras partían en su nave, sabían que este era solo el comienzo de su viaje culinario intergaláctico, lleno de sabores, historias y aventuras...
Read moreHabía una vez dos intrépidos viajeros estelares, Elena y Pau, quienes navegaban a través del cosmos en su nave, la "Estrella Errante". Un día, mientras exploraban los misterios del espacio, se toparon con una serie de túneles del tiempo, una oportunidad única para vivir aventuras en diferentes épocas. Su curiosidad los llevó a un destino inesperado: el año 2023 en la pequeña localidad de Sant Hilari, conocida por su restaurante único, el "Sapsque".
Elena y Pau aterrizaron en medio del pintoresco pueblo y se encontraron con el encanto de las calles empedradas y las casas de época. Siguiendo las indicaciones de los lugareños, llegaron al legendario "Sapsque". Al entrar, quedaron maravillados por la atmósfera rústica y acogedora.
El dueño del restaurante, un amable anciano llamado Víctor, los recibió con una sonrisa y comprendió su inusual situación. Les contó sobre el poderoso vínculo entre los túneles del tiempo y el restaurante, que permitía a los viajeros disfrutar de sabores de diferentes épocas. Elena y Pau aceptaron la oportunidad y se sentaron en una mesa que parecía sacada de un cuento de hadas.
El menú del "Sapsque" era un viaje culinario a través de la historia. Ordenaron platos inspirados en la Edad Media, el Renacimiento y otras épocas igualmente fascinantes. Cada bocado era una explosión de sabores y una conexión directa con el pasado. Rieron, compartieron historias y se sumergieron en la experiencia única que solo este restaurante podía ofrecer.
Al final de su festín, Elena y Pau agradecieron a Víctor por la increíble comida y la oportunidad de viajar en el tiempo a través del paladar. Regresaron a su nave con corazones alegres y recuerdos imborrables. Mientras se alejaban de Sant Hilari, miraron las estrellas con gratitud por haber vivido una aventura que nunca olvidarían.
Y así, los viajeros estelares, Elena y Pau, continuaron explorando el universo, llevando consigo la historia del "Sapsque" y compartiendo su experiencia con civilizaciones de otros planetas. Porque, aunque el tiempo y el espacio puedan ser vastos y desconocidos, siempre habrá lugares especiales como el restaurante en Sant Hilari que te transportarán a través de las eras con cada deliciosa...
Read more