Fuimos el 27 de julio, 8 amigos a cenar a este sitio, recomendado por nuestro casero. La primera sensación que tuve al verlo era de bar de pueblo: acogedor, tranquilo y de gente de la cercania que acude a este sitio a tomarse algo o picar algo antes de irse a dormir. Nos sentamos dentro, por que fuera no había sitio, habia una mesa libre pero éramos 8 como ya dije. Dentro no había aire acondicionado y la verdad que la calor era notoria, nos pusimos cerca de la puerta para que corriera un poco mas de aire. Pedimos unos bocadillos y unas hamburguesas y agua y vino para beber. El camarero nos pregunto si queriamos de acompañamiento de las hamburguesas patatas y todos dijimos que si pensando que entraba un acompañamiento y que estabamos escogiendo entre ensalada y lechuga o algo asi por el estilo. Al ver las patatas, ración ridícula, conte las patatas fritas(había 15). El vino 15 y algo y es un vino peleon, aprox unos 5 pavos en el mercadona. Lo probe y no bebi mas. Lo demas tal y como ponia en la carta excepto las hamburguesas que se habían convertido en platos combinados, si por las 15 patatas, asi se contemplaba en la cuenta con un suplemento de 4 pavos por hamburguesa, la mia era : hamburguesa lechuga tomate y cebolla que esto ultimo se lo quite por que no me mola y tiene un precio de 6,95 en la carta.. ojito al precio de las patatas. Senti un trato tipico de engañar al forastero con la cuenta y el camarero vino 2 veces a preguntar si habria otra botella de vino, menos mal que dijimos que no.. Tenemos que comer mas dias ya que es el primero que estamos en la isla pero aqui.. no vamos a volver. A todo lo demás, limpio, cuidado y correcto.