¡ Extraordinario lugar ! De los que merecen la alegría el desvío y el viaje.
Intermedio: Hago mención ya, a Laura y Alaia, que atendieron mi mesa. ¡ Gloria ! Una atención de las que te hacen sentir infinitamente cómodo, transmiten luz y calidez, y a la vez su trabajo es impecablemente académico. ¡ Un millón de gracias a ambas !
Y ahora continuamos con la programación habitual 😉 Lo mollar, el asunto del comer. Carta con bastantes cosas muy apetecibles. Carta sensata, eso también. Nada de esas cartas con chorromil platos. Esta es una carta con sentido y contenida. Aquí habré de admitir que el comienzo lo tenía decidido, ya que era el plato que hizo que decidiese venir aquí a probarlo. Pero eso después, porque el comienzo es con un par de agradables aperitivos, a saber: Aceituna rellena (por ellos, no me seáis calandracas 😉 ), pan suflado con sobrasada, y una rica crema de berenjena.
En este mientras tanto llegó la carta de vinos, y era en tablet, y a mi con esto se me muda la color. Que yo vi así, de primer vistazo, casi 400 vinos… y como las dije según llegó: Las cartas en tablet me quitan las ganas de vivir. Y ante esta frase, que me salió sin filtro alguno, sonrió (Laura) y me invitó a ir a la bodega ❤️ Preciosa bodega. Tienen un buen montón de vinos, bien variados y hay algunos a precios significativamente apetecibles. Además el ir a la bodega me permitió ver que allí estaban también las sobrasadas de elaboración propia. De unos 3-4 kg y que están curándose unos 4 años. ¡ Preciosas !
… y ahora sí, comienzo el asunto del comer con el plato que había venido a conocer: Oliagua de higos. Plato que lleva algo más de dos décadas en carta. ¡ Y 200 años debiera llevar ! Platazo. Sólo por este plato ya merecería la alegría venir. Plato de los que se te quedan.
Hubo un intermedio entre el primero y el segundo, y es que les caí bien (porque por guapo no es posible) y decidieron traerme un plato extra. Un rico brioche de elaboración propia con gamba, encurtidos y crema agria. Requeterico.
Después escogí la raya. Porque yo a la raya siempre que la veo la digo sí. Raya a la mantequilla negra con alcaparras e hinojo marino. Que la sirvió Alaia, y mientras la servía de forma excepcional desde el gueridón, comentábamos acerca del plato. ¡ Qué maravilla de trabajo el suyo y el de Laura, repito ! Y este es otro plato riquísimo. De los de llevarte unas cuantas fiambreras pa’casa.
Por último un postre. Y es que tras hablar con Alaia de mi escaso gusto por lo dulce-dulce me bien recomendó un plato a base de queso local en sus diversas formas de curación, llamado “Revolución”. Traen una suerte de “lienzo” (sí, como los de hace muchos años en StreetXO) en el que aparece lo que llegará en el postre. Y la verdá, te deja un poco escéptico, hasta que lo pruebas. Y compruebas que ese postre quesero está bien rico. Sin estridencias, equilibrado, pero con elementos nítidos de sabor y textura. Un postre de lo más agradable.
Toda esta cálida y sincera alegría, con el añadido del pan de elaboración propia (Xeixa y otros trigos) y mantequilla con sal de la isla, una copa de vino blanco y otra de tinto (6 EUR/copa), y litro de agua, por felices 85,75 EUR
Escribo esta nota, y releo la carta, y recuerdo los platos que veía en otras meses… Y j?der, es que volvería ahora mismo allí a comer lo mismo, ¡ y a comer todo lo demás ! ¡¡¿¿ Cómo decir que no a un gigot o a una sopa de partera ?? !! ¡¡ Es que sería de no...
Read moreI’m very sorry that this was a big disappointment, maybe we came with big expectations because it was recommended by a food gourmet we love. Ok it is not Michelin starred restaurant, but it offers a fine dining experience. But the food was just… bland. We ordered all of their signature dishes. The treats were meh. Menorcan gazpacho was ok but nothing spectacular. The neptune’s beard was too heavy even though I love sea urchin I couldn’t finish it. The skate was simply bland and tasteless. I can say the Wellington was the tastiest amongst all of these, foie gras was a nice touch. That was the only thing that was surprising us. You expect to be impressed and surprised with the dishes you ordered when you go to the fine dining, but here that was...
Read moreTengo que decir que, la primera vez que fui, me encantó. Digno de ser recomendado por la guía Michelin, cosa que ya es desde 2017.
En cambio, mi última experiencia fue más que decepcionante. Para un restaurante que intenta hacer lo posible por conseguir la tan deseada estrella Michelin, tengo que decir que menos mal que no era yo el crítico. En un restaurante de esta categoría, se espera que al menos se te acompañe a la mesa, cosa que no sucedió ya que simplemente se nos dijo "pasad para allá" y ahira os dirán.... Un camarero /camarera con un papelajo en la mano leyendo el menú a la velocidad de Cristian Gálvez en la parte final del rosco, con la consecuente dificultad para entender lo que decía, y desaparecer antes de que siquiera hubiéramos empezado a entender los primeros platos. Al solicitar una hoja con el menú que nos disponíamos a degustar, se nos dice que no, que es lo que hay, pareciendo que aquello molestaba... En cuanto a los manjares : Surtido de entrantes, unos apenas tibios, un revuelto de champiñones que dejaba que desear, una mousse de queso muy aceptable, y otros que no dejaron una marca especial... De segundo, una arroz negro, que, de negro tenía lo que la paellera la cual pedía a gritos su jubilación tras años de ser requemada en los fogones, en la que venía servido. O, un calamar relleno, cuya textura se parecía más bien a la de una manga pastelera recauchutada con relleno tan seco como la atención de la lectura del menú. Cuando esto ya me tenía en un estado de confusión y decepción, colmó el vaso el hecho de encontrar un cabello acompañando dicho plato, haciendo de ligue a la salsa. Los vinos, por copa, fueron muy adecuados y acertados (creo recordar que fue un Protos). Lo que si se salvó, y con creces fueron los postres, exquisitos, delicados y muy bien servidos así como presentados.
Para finalizar, y, a modo de conclusión, decir que pasamos frío. La terraza cubierta no está suficientemente acondicionada como para estar abierta al público en invierno.
En resumen, un restaurante que yo tenía en alta estima ha dejado mucho que desear. Pasado un tiempo repetiré. Me niego a ver como un chef como el que lo lleva así como el resto del equipo se haya rendido a este nivel. Un mal día lo tiene cualquiera.......
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