La Sala de Farners — Restaurant in Santa Coloma de Farners

La comida está bien, pero en nuestro caso el servicio no fue muy bueno. Al principio llegamos y no nos dieron la carta. Tuvimos que ir al baño y al volver tardaron en venir (no sé si sería porque fuimos al baño). Cuando vino la camarera le avisamos que aún no nos habían traído la carta. A parte de nosotros solo había una mesa de dos personas y al poco rato llego otra pareja con una nena y un bebé, por lo que no creo que tuvieran que demorar tanto. Atendieron antes a la mesa que llegó después que nosotros. A parte, en nuestra mesa faltaban cubiertos, servilletas, vasos y platos que tuvimos que reclamar. No nos sirvieron ni pan ni antes ni durante la comida. Mi hermana que pidió muy hechos un par de platos de carne, al traerlos no dijeron que hubieran unos más hechos que otros. Éramos un grupo de 5 personas y una nena de 3 años y un bebé de 1 año y nos sirvieron solo 1 botella de agua de 1'5 l habiendo cogido 5 menús para adulto y la segunda botella nos la quisieron cobrar aún poniendo en el menú que era 0'5l por persona y más cuando vimos que las otras mesas de dos personas tenían una botella entera para dos. De echo al quejarnos en la factura el chico dijo que era normal una botella para los 5 y que preguntaría a dentro. Al ir dentro escuchamos una queja de los propietarios sobre nuestra queja. Me parece fatal el intento de estafar con el agua y peor aún la queja suya al no conseguirlo (que oímos desde fuera). A parte si vas con niños pequeños te cobran un extra si comparten comida. En este caso era un menú infantil de 10 euros que cogimos un plato de macarrones, un zumo de botella y una bola de helado, que con el extra eran 12'50 euros para que comieran la nena de 3 años y un...

Con toda la educación y el respeto, expongo que nuestra experiencia fue decepcionante.

Qué mala suerte tuvimos. Y lo digo porque nos fiamos de las buenas reseñas, de las fotos chulas que la gente publica..pero nada más alejado de la realidad.

Lo que parecía una atención inicial impecable por parte del propietario, acabó siendo un esperpento. Nos dió la sensación de que el amfitrión nos invitaba a elegir los platos mas caros, desaconsejándonos cualquier otro plato que eligíamos. Como decimos en Catalunya: se li veia el llautó d'una hora lluny. A demás, con un talante siempre educado se permitía licencias que, a nuestro entender, no venían a cuento.

Cabe decir que el servicio fue perfecto.

En cuanto a la comida, no estaba a altura por el precio exageradísimo que se pagó. Los caracoles eran grandes y estaban duros. Antes nunca me había dejado caracoles en el plato, primera vez! La carne, quemadita. El arroz saladito...

Lo dicho, debimos tener muy mala suerte y enganchar un dia malo.

Podíamos habernos quejado durante la comida, cierto, pero cuando estás de celebración no es el momento indicado para hacerlo, por respeto a quien invita, pues lo hace con las mejores de las intenciones y siempre quiere lo mejor para sus invitados. A demás, qué ganas diciendo que casi toda la comida no ha estado a la altura?

Por cierto, si os gusta el pan, a 1'80€ la rebanada. 6 rebanadas de pan a 10,80€!

Deseo que os toméis y encajéis esta reseña como una crítica constructiva. Aceptar las felicitaciones es fácil, pero también es bueno aceptar las cosas cuando no estan bien. Solo así se puede mejorar. Y como he dicho antes, con todo el respeto por...

Hacía tiempo que queríamos venir a La Sala de Farners a comprobar si era cierto los comentarios tan buenos que tiene este restaurante, y por fin hoy nos decidimos. La Sala es un local dedicado a la brasa, y efectivamente, quedamos encantados, desde el minuto uno en que nos atendió Adam. Su simpatía ya hace que te sientas cómodo y con ganas de comer. Antes de empezar nos obsequiaron con un vasito de gazpacho con picatostes, cortesía de la casa mientras esperamos el primer plato. Teniendo en cuenta que a mi el gazpacho no me suele gustar por el pepino, éste vasito sí que me gustó ya que el pepino no estaba muy remarcado. El primer plato era una ensalada para compartir de queso de cabra, aparentemente sencilla, pero muy rica, a destacar el tomate cortado en finas lonchas, el queso y el toque de bacon, que queda genial. De segundo, mi mujer probó el magret de pato a la brasa, cortado en rodajas y hecho en su punto, con ese toque ahumado que lo hacía tan rico. Yo probé una pata de pulpo a la brasa con parmentier que estaba espectacular, qué cosa más buena! Todo aquello acompañado con un buen albariño y unas buenas tostadas. Para rematar, nos comimos dos xuxos, uno de crema y el otro de chocolate, a cuál más rico! Eran xuxos grandes también presentados a cortados a rodajitas y acompañado de dos chupitos de ratafía. No es un sitio barato, pero que pagas a gusto porque lo vale, después de lo bien que comimos y la atención que tuvimos. Por último, destaco también que el local es un sitio muy agradable, confortable, sin ruido de gente, y con una decoración vintage que nos gustó mucho. Está claro que...