Casa Alvarito — Restaurant in Sanxenxo

Mucho que mejorar no se ni por donde empezar nos sentaron y bos tuvieron un monton de tiempo esperando nos tomaron nota de la bebida y tardo 15 minutos en traerla y la trajo mal la comida tardo 30 minutos ( no nos fuimos por respeto) luego trajeron a cuenta gotas de hecho la ensalada llego cuando ya habiamos terminado practicamente nos dieron unos platos de postre para la comida ( pedimos que nOs los cambiasen pero como quien escucha llover la tortilla muy aceitosa y con cebolla (nadie nos lo dijo ni nosotros la pedimos) el pan estaba duro los camareron van de sobrados pero les falta mucho pedimos carne y en la carta la que pedimos no decia hamburguesa y nos la trajeron la tortilla muy pobre y mala para el precio la verdad muy decepcionados del sitio ojala mejoren o fuera solo con nosotros por que la verdad cualquier local les mejora terminamos de comer y ni bos recojieron a pesar de avisar y tampoco habia mucha gente ni por supuesto nos ofrecieron postre o cafe logicamente nos fuimos por que ya estabamos cansados de esperar OS LO DIGO BIEN CLARO NI OS ACERQUEIS BUSCAR OTRO SITIO POR QUE CUALQUIER LOCAL DE LA ZONA LO MEJORA LO SIENTO PERO NO PODEIS DAR ESE SERVICIO Y ESA PESIMA CALIDAD Y ESTAR ORGULLOSOS LA HOSTELERIA ES OTRA COSA (los que fuimos somos camareros y cocineros por eso sabemos de que hablamos la gente que se deja el dinero en tu local merece algo mas no podeis engañar...

Creo que lo único bueno que se puede decir de este local es que el camarero era amable y traía rápido el pan. Fuimos 16 personas a comer , preguntamos si podían atendernos y nos dijeron que sí , en lugar de sentarnos a todos juntos ( había sitio fuera) nos separaron en 3 mesas ( 2 dentro y 1 fuera ) , la espera fue de más de 1 hora y pico .. la comida congelada , poca cantidad y caro.Uno de los comensales le indicó que el solomillo estaba congelado y aún tuvo más que decir incluso saliendo la cocinera a dar voces .. lamentable .. en la mesa de fuera en la que me encontraba se habia pedido 5 solomillos y un pincho de tortilla ( llegó el pincho de tortilla y 1 hora después los solomillos) cuando podía llevar todo al mismo tiempo .. Ver cómo cuando llegas la terraza está vacía y se empieza a llenar después de estar sentado y con la comanda de la mesa en la cocina y tooooda la terraza incluso clientes detrás de ti que llegaron a posteriori ya han comido y tu sigues esperando … Lo siento , pero no...

Fuimos a este local a comer en grupo y la experiencia fue digna de un experimento social. Nos sentaron en mesas separadas, como si hubiésemos ido a reconciliarnos con antiguos enemigos. La comida fue un desfile de platos escasos y congelados, tan minimalista que casi necesitábamos lupa para encontrarla.

Lo mejor fue la sincronización: mientras unos ya estaban masticando (lo poco que había), otros seguían mirando el plato vacío como si fuera parte de la decoración. Y cuando al fin nos armamos de valor para comentar la situación al propietario —que parecía estar de paso por su propio bar—, nos regaló la experiencia extra de un trato borde y una lección: “los cafés hay que esperar”. Qué detalle.

Eso sí, lo justo es decirlo: los helados fueron lo mejor, quizá porque venían de bolsa. Ni siquiera los pagamos, y probablemente fue lo más auténtico de toda la velada.

En resumen: si te gusta la espera infinita, el humor negro involuntario del personal y la emoción de no saber si tu plato llegará… este...