Ollodeboi Restaurante y brasas — Restaurant in Sanxenxo

Decepción absoluta. Decidimos venir por las buenas valoraciones, tanto aquí como en otras redes sociales, al ser nuestro último día de vacaciones. Desde luego nuestra experiencia fue bastante distinta de las demás comentadas. Fue un chasco absoluto. En la mesa donde nos ubicaron pasamos un calor tremendo, no llegaba el aire (el local tiene terraza pero al reservar no me dijeron nada, no sé si por estar ya llena o por no atender correctamente). Nos quejamos pero no nos hicieron ningún caso, estando todo el restaurante vacío puesto que llegamos a primera hora. Bien nos podían haber ubicado en otra mesa más fresca. El servicio tampoco estuvo a la altura para ser un restaurante de este calibre. No nos dieron a probar el vino y nos pusieron los cubiertos desde el otro lado de la mesa, habiendo sitio desde detrás de las personas. En cuanto a la comida, sólo se salvan las croquetas, que estaban buenísimas. La ensaladilla rusa con buey de mar, no se le veía el buey por ningún sitio, y parecía de las congeladas de bolsa, insípida. Lo peor de todo y con diferencia fue el pescado. Una pieza para cuatro por la que pagamos 150 €, la hicieron a la brasa estando tiempo de más cocinándose, con lo cual el pescado estaba completamente seco. Cuando nos quejamos no nos hicieron mucho caso. Una vez más, falta de profesionalidad en el servicio. Nos la sirvieron además en una bandeja con un cuchillo y un tenedor de pescado, con lo que resultaba bastante difícil poder despedazar el pescado y más aún darle la vuelta para servir la otra parte. Me hubiera esperado que me lo sirvieran en la mesa. Por otro lado, sólo tenían una variedad a elegir, así es que no debe ser algo que trabajen mucho en el restaurante. Resumen, es un sitio al que no volvería a. Local de moda muy fashion que no se sabe gestionar correctamente, por el precio que pago espero...

Fui a una cena muy especial para un familiar cercano, el sitio bueno pero servicio pésimo, no puede ser que llegue antes mi plato y 10 minutos después de yo acabé llegué el de mi abuelo, NO PUEDE SER! A parte cuando estaba pidiendo mi tío cual no tenía mucha hambre pidió una cosa y el camarero le comentó que era “infantil” y no contento se lo pide mi abuela después y se lo acepta, entonces no entiendo muy bien la jugada, si le coges a uno se lo coges al otro, intentaron meterla doblada metiendo un plato de un valor de 22€ en una cuenta que llegaba a casi 250€, habrán dicho 250€ no se darán cuenta, pues si y eso deja en muy mal lugar al restaurante, hace años veraneábamos mi familia ahí y me lo pintaron como impresionante pero no fue así, mi madre la importante de la cena salió del sitio como si le hubiesen tirado un jarro con agua fría y a mi padre que se lo comenté quedó flipando, entonces, a parte de que yo considero que tengo recorrido en este mundo de gastronomía de veces que fuimos a sitios buenos pienso que habría que cambiar el personal porque alegrarse de que se vayan los clientes que más se dejaron en ese servicio diciendo “menos mal” me parece de ser un maleducado y de faltoso, seguramente se me quede algo sin contar ya que fue el 8 de Julio y hoy hablando de restaurantes y las vacaciones nos acordamos del sitio. Concluyendo la comida estaba bien pero no puede ser la falta de respeto y los destiempos de haber acabado casi todos y todavía mi abuelo no...

O local é estupendo, boa decoración e vistas. A luz quizais un pouco forte, tiñamos un foco xusto enriba e era demasiado potente. A comida o mellor, salvo o segredo que viña cociñado de máis e algo queimado polos bordes o que lle daba un sabor amargo, o resto sen pega. Os mariscos frescos e moi ben cociñados, tartar de atún perfecto e a parpatana incríble, moi moi rica. As sobremesas tamén de dez, a tarta de queixo das mellores que temos probado e o brioche con xeado moi bo. A música en vivo un plus que se agradece e acompaña moi ben á cea sen molestar. Tal vez teñan que pulir algúns aspectos para ser un restaurante top: algúns pratos estaban astillados, non deron o viño a probar e simplemente o deixaron na mesa sen sequera servilo nas copas, a cubertería estaba desparexada, cubertos de diferente forma e medida para cada comensal, incluso nos postres nos puxeron culleres de sopa, non preguntaron que tal a comida nin unha soa vez xa que daba a impresión de que os camareiros estaban demasiado apurados e faltaba persoal, aínda que eran amables e atentos cando viñan á mesa... En resumo, sitio recomendable sobre todo pola súa cociña que pulindo algúns aspectos podería...