Cómo pizzería, estupenda. Pizzas caseras y ricas, con ingredientes frescos y masa fina y bordes abultados.

Precios muy acordes a lo que una pizzería supone, con una relación calidad/cantidad/precio fabulosa. Muy recomendado a quienes buscan un perfil de este tipo.

Para no engañar simplemente insistiré en el tema de que la valoración es como pizzería. Como restaurante "de buen comer" (aquí se come estupendo, pero nos entendemos, no?) es otra historia y a ese perfil de cliente ya recomiendo otra cosa. Explico con ejemplo:

Pedimos como entrantes unas croquetas de jamón y unos "huevos rotos con queso idiazabal y trufa". Lo segundo suena potente, pero cuando llega, aunque está muy bueno, en el estado del queso, el cocinado de las patatas y los huevos apreciamos que estamos en una pizzería, no en un restaurante "bien" (no hay necesidad de estrellas Michelín,no).

Las croquetas estaban buenas de sabor y el rebozado era vistoso, más al morder contrastaba un buen sabor a croqueta de jamón con una textura de bechamel algo harinosa y extraña.

Lamento a quien pueda sonar presuntuoso pero debo hacer la advertencia para quien busque un restaurante con elaboraciones bien trabajadas y preparadas en su punto. Ahí se nota la diferencia.

No obstante insisto por última vez, como pizzería, para comer buenas pizzas con calidad y abundancia a buen precio, fetén.

El servicio rápido y amable en nuestro caso, nos atendió un buen profesional.