We travelled all the way from Barcelona to this restaurant and were extremely disappointed with the food , dishonest service n noisy environment. It cost us more than €60 for a pot of Free range chicken , Norway lobster Paella n anchovy, 1 simple green salad , 1 glass of beer , 1 bottle of tap water ( supposed to be free ). Served by Samir .
When the first pot arrived , there were 3 pieces of Transparent rectangular “ plastic look alike “ item on top of the rice with 2 pieces of pork bone . When I asked what were these “ Plastic “ and “ where are the Norway lobster ? “ Samir insisted I ordered this item and said the “ Plastic “ is edible . I reminded him about our discussed earlier to choose between big lobster or small lobster then he smiled and quick to bring back to kitchen for a change. After about 15 to 20 minutes, the same pot of rice with the same pork bone still intact returned. The 3 “ Plastic” items were replaced by 3 finger size white chicken , 3 halved grilled baby lobster shell ( no meat ) , no anchovy. Obviously , the chef did not cook a new pot of our order of “ free range chicken , Norway Lobster , Anchovy “ paella . The food was a total washed out ! When the bill arrived , we were shocked we were charged € 44 for the pot of rice with 2 pork bones , 3 finger size white chicken, no anchovy “ . The price on the website or QR code menu stated €21 per person so total should be €42 - €2 over charged . The bill also charged €2.10 for the bottle of tap water though at the point of order we ordered & mentioned “ tap water, free of charge, right ? “. In total, Samir insisted we have to pay the amount on the bill. In short , €4.10 over charged with dishonest server and dishonest chef “ quick fixed “ solution with their mistakes . It will take us a long time to eat Paella...
Read more¿Han tenido alguna vez la sensación de que tienen un día regular, están cansados, agobiados por el bochorno veraniego y recuerdan que han reservado en un restaurante, deben ir, y luego se sienten reconfortados por haber escogido esa opción? Albricias, ese es de los mejores momentos que podemos permitirnos los mortales. En primer lugar, y para los amantes del "frikismo", explicaré que el restaurante se encuentra en un lugar bonito, frente al puerto de Tarragona. No había estado nunca, pero lo cierto es que para los amantes de "comer con la mirada" está bien. Siempre hay alguien que habla del "entorno", las "vistas" o la "ubicación" como si eso fuera obligatorio para una buena comida. Me pueden llamar "puntilloso", pero he sido de los que masticó y saboreó con el paladar y no me ha ido mal. Para qué voy a mentir... Personalmente me fijo en los platos y en el producto: calidad, frescura, trato y elaboración. Luego, si eso, el "megayate" que tienes enfrente no le añade aroma o resta sabor al condumio que tienes delante, pero dejen de tirarme de la lengua y voy con la visita, que me enrollo. Entramos al local y la primera impresión es de agrado. Amplitud, luminosidad, altura, ventanales y diseño unidos en un espacio realmente acogedor. Nada de mobiliario "amontonado" y todo te dirige hacia un ambiente muy cómodo. Un QR después, y previa consulta con la camarera, nos decidimos por una ensalada de bacalao con naranja, un surtido que aunaba cocción, fritura y plancha y una ostra, caprichos de la compañía. A mi las cosas vivas me dan no sé qué y más desde que nuestro tracto digestivo se adaptó hace algún millón de años a "rehogar" lo que te vas a meter entre tórax y abdomen. Lo de "pecho y espalda" es, aparte de peligroso, anatómicamente imposible. Junto a un garnacha blanca muy correcto fuimos dando cuenta de los platos. La ensalada rebosaba bacalao, saborazo añadido mediante romesco y una conjunción frescura y cítricos envolvente y adictiva. El surtido muy correcto. Caracolillos, gambas y puntillas para pedirte un "tupperware", canasto o remolque y los mejillones o las cigalas entendimos que habrán tenido mejores días de vino y rosas. Los amantes de las cantidades dirán que justo o escaso, pero personalmente lo encontré bastante correcto. Se trata (también) de probar o saborear y no de que tu progenitor te empuje en el nido la comida hasta el fondo del buche. El postre llegó en forma de panacotta de Baileys: fresco, dulzón, agradable y de tamaño medido para no empalagar. Finalmente la cuenta, y pese a que nunca hablo de dinero, la encontré muy acorde con lo servido en cantidad y calidad. Tuve la suerte de visitar el mismo local en Cambrils y percibí el mismo buen gusto. Resaltar la atención recibida: educación, servicio y agilidad. ¿Parece fácil verdad? No saben lo que cuesta juntar a la Santísima Trinidad. Una muy grata experiencia. Para regresar y recomendar sin duda.
Pd: no quiero dejar este mundo sin catar una de sus cazuelas de pescado, de pinta atronadora y que veíamos en las mesas de alrededor, pero eso queda...
Read moreI came with my parents and a Japanese friend visiting from Tokyo. She wanted to try paella, so we asked the waiter for a recommendation. He suggested two options: one with crab and another called “zarzuela,” described as a seafood-rich stew. We chose the zarzuela for its variety, but unfortunately, the waiter didn’t mention that it didn’t contain rice — which was the key reason we wanted to order paella.
When we explained the misunderstanding, the staff was very understanding, and thanks to Raúl, everything was resolved. He kindly offered a single serving of paella free of charge. My friend’s expression changed from disappointment to joy, and she really enjoyed the meal.
As for the parrillada de verduras, it was delicious — the mix of oil and salt was just right.
The atmosphere is elegant and perfect for a seaside meal, and the prices are in line with expectations.
Thank you again to Raúl and the restaurant staff for resolving the...
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